De menor a mayor. Así fue el camino de la Selección Argentina, dirigida por Lionel Scaloni, para llegar a la gran final de la Copa del Mundo de Qatar 2022. El entrenador más joven del Mundial (solo 44 años) tuvo mucho pulso, con el apoyo de su cuerpo técnico, integrado por Roberto Ayala, Pablo Aimar y Walter Samuel, para realizar los cambios, por distintas razones, que consideró necesarios. Los jugadores le respondieron, muchos pasaron a ser titulares claves y la figura excluyente, jugando su mejor Mundial, es Lionel Messi, el as de espadas, genio, símbolo, goleador y estrella, que acapara los flashes y se lleva la mayor parte de los aplausos, los gritos y las miradas de los hinchas.
ARGENTINA 1-2 ARABIA SAUDITA
El 22 de noviembre, en la apertura del Grupo C, se concretó una de las grandes sorpresas del torneo. Argentina, liderada por Messi, llegaba con un invicto de 36 partidos, con la Copa América 2021 como gran respaldo, pero padeció un golpe gigante al caer ante Arabia Saudita, en teoría el rival más débil de la zona. Messi abrió el marcador de penal a los 10 minutos, después le anularon al equipo tres goles por posición adelantada, uno al N°10 y dos a Lautaro Martínez, y no pudo sellar una goleada en el primer tiempo, ante un adversario que adelantó su última línea y sorprendió a todos. En el arranque del segundo período, llegaron dos goles del rival y la gran sorpresa: marcaron Saleh Al-Shehri (minuto 48) y Salem Al-Dawsari (minuto 53). La Albiceleste casi no tuvo respuestas, pese a algunas chances ante un adversario ya más abierto pero firme en la marca, y cedió la racha sin derrotas, justo en la Copa del Mundo. Batacazo total.
ARGENTINA 2-0 MÉXICO
Cuatro días después, el 26 de noviembre, Messi y compañía se jugaban mucho más que un partido. Un rato antes, Polonia, que venía de igualar con México, le ganó a Arabia Saudita y se subió a la cima del grupo. Tras el análisis post-debut, Scaloni cambió medio equipo, ante algunos bajos rendimientos por futbolistas claves que no estaban a pleno, algunos sin buen ritmo en sus clubes. Con tensión, la Selección no rendía bien y el cruce estaba muy trabado, hasta que lo destrabó el genio de Messi, a los 64 minutos, con un zurdazo bajo desde afuera del área. Cambió todo: fue el disparador para soltar a sus compañeros y Enzo Fernández, a los 87, selló el 2-0 y se empezó a ganar un lugar entre los titulares. Respiro aliviado y tres puntos fundamentales para seguir soñando.
ARGENTINA 2-0 POLONIA
Ya con una prueba superada, el cierre del Grupo C se concretó el 30 de noviembre contra el entonces líder, Polonia. El seleccionado europeo, replegado, casi no tuvo el balón, propiedad de Messi y sus aliados. Argentina tocaba, buscaba, pero no podía romper el cero. A los 38 minutos, el 10 tuvo un penal, muy discutido por la falta del arquero Wojciech Szczesny, quien se lo atajó. Arrancó el complemento y otro que se ganó un sitio entre los 11, Alexis Mac Allister, abrió la cuenta (minuto 46) para liberar más a todos. Julián Álvarez (minuto 67), otro que empezó a ser indiscutido -en lugar de Lautaro- cerró un 2-0, que bien pudo ser una cómoda goleada. Así Argentina, el cabeza de serie de la zona, terminó como se presumía cuando llegó a Qatar, siendo líder, un alivio para no ser segundo y evitar al actual campeón mundial, Francia, en octavos de final. Justamente, Francia será su adversario en la gran final del certamen.
ARGENTINA 2-1 AUSTRALIA
Apenas tres días después, con menos de 72 horas de descanso, el 3 de diciembre llegó el turno de los octavos de final, frente a Australia, segundo del Grupo D, que obtuvo Francia. Y un dolor de cabeza: la ausencia de Ángel de María, por lesión, que empezó a preocupar a todos. Dominio de la Albiceleste, que intentó por distintas vías, hasta que Messi, otra vez Messi, fue determinante. A los 35 minutos, el genio decretó el 1-0 con un toque especial con su zurda y fue delirio total. Siguió dominando el ganador y a los 57 llegó el segundo tanto, vía Álvarez. Parecía historia sellada, pero un disparo rebotó en Enzo Fernández a los 77, cambió de dirección y no le dio opción a Emiliano Martínez. Descuento y a sufrir, injustamente, un poco, incluida una tapada de Dibu en el final. Fue victoria y el merecido pasaporte a los cuartos de final.
ARGENTINA (4) 2-2 (3) PAÍSES BAJOS
El 9 de diciembre fue el día de otra jornada especial. Como en algunos duelos previos, Países Bajos representaba un adversario con peso para Argentina en los Mundiales. Duelo muy táctico, duro, parejo, que nuevamente una genialidad de Messi resultó la llave para abrirlo. Pase extraterrestre entrelíneas del crak para la definición de lujo del lateral derecho Nahuel Molina, a los 35 minutos. A los 73, Messi amplió la ventaja de penal, tras la falta al lateral izquierdo, Marcos Acuña. Parecía historia cerrada, pero llegaron los centros, hasta que el ingresado Wout Weghorst, a los 83 y a los 90 minutos más 11 extras, puso un empate inesperado 2-2. Alargue, suspenso y otra vez el dominio de Argentina en el final, pero debieron ir a los penales. Dibu Martínez fue el héroe: atajó los dos primeros y cerró el otro Martínez, Lautaro, que venía fallando en las chances que tenía. Final con polémicas entre los jugadores, discusiones y demás, pero una alegría inmensa para el cupo en semifinales. Para colmo, más temprano, Croacia había eliminado a Brasil, al empatarle sobre la hora 1-1 y superarlo 4-2 en la definición por penales.
ARGENTINA 3-0 CROACIA
Llegó el 13 de diciembre y el turno de buscar una nueva final. Tras un inicio diferente al de otros partidos, sin tener casi la pelota, domnaba el gran mediocampo de Croacia, pero sin profundidad. Llegó un ataque de Álvarez, penal y Messi lo transformó en gol a los 34 minutos. Fue el quiebre de una semifinal memorable, ya que cinco minutos después, a los 39, el propio Julián hizo una jugada heroica, de guapo, para aumentar la ventaja y aportar tranquilidad. Nueva demostración de la categoría del N°10 a los 69 y pase para el cómodo gol de Álvarez. Monstruosa actuación de Messi, figura indiscutida de la Copa del Mundo, victoria sencilla ante el finalista de Rusia 2018 y el boleto a la sexta final de Argentina en su historia en los Mundiales. Ya ganó dos, como local, en 1978, y en México 1986, y quiere la tercera copa, el domingo 18 frente a Francia, el vigente campeón. Un camino particular, claramente de menor a mayor, con la guía de un Messi sensacional.
