Marcelo Bielsa recordó las explosivas declaraciones de Luis Suárez sobre el relacionamiento dentro de la Selección Uruguaya y afirmó ‘no tener rencor ni revanchismo’.
En la conferencia de prensa desarrollada este jueves en el Museo del Fútbol del Estadio Centenario, al entrenador argentino se le preguntó cómo pudo haber repercutido en el ambiente de la Celeste lo que expresó el Pistolero en octubre del año pasado, cuando por ejemplo afirmó que los jugadores ya no estaban disfrutando trabajar en la Selección Uruguaya.
“Suárez dijo lo que dijo y tuvo el efecto que tuvo, y nunca respondí a cada una de las afirmaciones del mensaje que dio. Pero sí las hablé internamente con los jugadores. Evidentemente, no es a lo que estamos acostumbrados, o por lo menos que estuviera acostumbrado yo a que sucediera, que los reclamos se hicieran públicos sin haberse hecho en el ámbito privado. Pero todo aquello pasó y no tengo rencor ni revanchismo”, expresó Bielsa.
Y agregó: “Si tengo que recordar a Suárez, lo recuerdo no por lo que él dijo sobre mí, sino por lo que él le dio al desarrollo de la Copa América, que para mí fue un episodio muy importante. Sin él, hubiera sido mucho más difícil, nos ayudó a salir terceros, que para mí sí vale y fue un factor con una presencia de absoluta colaboración durante toda la Copa América”.
“Paralelamente queda un resabio, que los jugadores pueden reclamar aquello que no les gusta del entrenador y buscar caminos para vehiculizar ese reclamo. Porque el reclamo tiene un lugar natural. Si convivo con los jugadores, y están mucho tiempo juntos, los reclamos tendrían que llegarme a mí”, dijo el rosarino.
Bielsa continuó: “Pero aquel episodio marca dos cosas. Se puede reclamar, se puede acusar, hacerlo públicamente y evitar el camino que todos elegimos, porque todos elegimos que si hay disputas en casa, no abramos la ventana para que los demás vean cómo nos peleamos. Como aplica en la casa de cada uno de nosotros, aplica a la Selección”.
“Constantemente hago autocrítica y veo qué puedo hacer, sin dejar de parecerme mínimamente a mí mismo para satisfacer todos los reclamos que hay. Uno no puede dejar de parecerse a sí mismo, porque después hay que ejercer de entrenador y convencer a través de lo que uno piensa, y yo solo puedo convencer a partir de las cosas que no tengo duda. Si alguien me dice que convenza con mensajes ajenos… No los descalifico, pero reconozco que no son los que he transitado”, manifestó el DT.
Y reconoció: “En toda mi carrera, siempre fui valorado por los jugadores. En este período es donde yo más mal trato he recibido, en algunos casos concretos como el de Suárez, en otros potenciales porque no he tenido ningún problema con ningún jugador de Uruguay como para decir que los jugadores están incómodos conmigo. Siempre hay dificultades, y quien conduce nunca cuenta lo que pasa, porque si uno cuenta lo que pasa, la convivencia se vuelve imposible. Si cuento qué dificultad tengo con alguien o alguien cuenta qué dificultad tiene conmigo, el clima de convivencia se pierde para siempre, es una regla que permite funcionar colectivamente en común. Cuando se usan voceros, trascendidos o intermediarios, se pierde lo que la sinceridad y la frontalidad garantizan”.
“Soy una persona tímida, soy una persona obsesiva, mecanizada, no me gusta el desorden, me siento incómodo en ese escenario. Esos son mis déficits. A mí, me cuesta actuar suelto, desinhibido, amigable. No es mi forma de ser. Pero dentro de esa forma de ser, siempre fui calificado positivamente con la gente que convivió, porque se ve que hay otros valores que pueden generar aceptación. Evidentemente, humanamente todavía no he logrado una aceptación de este grupo que yo conduzco. Y cuando uno va a un lugar las normas no son las que uno tiene, las normas son las del lugar que te recibe sin dejar de ser uno mismo”, concluyó.
