A días del sorteo del Mundial 2026, que se realizará el 5 de diciembre de 2025 en Washington, la tensión crece entre las selecciones ubicadas en el Bombo 1. El nuevo formato de 48 equipos y la distribución por bombos amplió la brecha entre favoritos y “tapados”, pero también multiplicó el riesgo de cruzarse con rivales incómodos desde la primera fase.
Aunque los cabezas de serie evitarán a los gigantes tradicionales hasta rondas avanzadas, nada los protege de toparse con selecciones en ascenso, con oficio o con una identidad táctica consolidada. El 2026 será un Mundial sin margen para confiarse: hay más candidatos encubiertos que nunca.
Uruguay: la garra que nadie quiere en su grupo del Mundial 2026
Pocas selecciones generan tanta incomodidad desde el Bombo 2 como Uruguay. Clasificada con solidez y respaldada por una historia que impone respeto, la Celeste es ese rival que ningún cabeza de serie quiere enfrentar en un comienzo de torneo. El equipo combina una mezcla de jerarquía, intensidad y competitividad que puede convertir cualquier partido en una batalla cerrada.
Además, Uruguay llega con un plantel renovado pero curtido, capaz de sostener ritmos altos y adaptarse a los momentos críticos. Los técnicos lo saben: cuando la Celeste aparece como posible adversario en fase de grupos, la mirada se endurece. Uruguay no será favorito… pero siempre está listo para dinamitar planes.
Colombia: velocidad, juventud y un presente en alza para el Mundial 2026
La Tricolor parte desde el Bombo 2 y eso la transforma automáticamente en uno de los cucos de la zona media del sorteo. Colombia llega al Mundial 2026 con una generación que mezcla dinámica, desequilibrio y frescura, sostenida por un ciclo clasificatorio convincente y una identidad ofensiva bien definida. Para las potencias, es el típico rival que puede convertir un debut cómodo en un examen incómodo.
La característica que más preocupa a los cabezas de serie es su imprevisibilidad: Colombia puede dominar desde la posesión o lastimar en transiciones rápidas. Con jóvenes consolidados en Europa y un funcionamiento colectivo en crecimiento, su techo parece más alto que el de otros equipos de bombos similares. Es un rival al que nadie quiere darle espacio.
Noruega: el temido "caballo negro" del sorteo
Desde Europa surge otro enemigo ideal de evitar: Noruega. Ubicada en bombos bajos y bendecida por una generación potente, la selección nórdica combina estructura, físico y pegada. Sus proyecciones estadísticas la ubican como una de las grandes amenazas silenciosas del Mundial: un equipo que puede jugar de igual a igual sin arrugar ante ningún gigante.
Más allá de nombres propios como el de Haaland, Noruega representa un estilo directo y de ritmo alto difícil de controlar para selecciones que intentan adueñarse del juego desde la posesión. Cualquiera que cae con ellos sabe que deberá correr, resistir y no cometer errores: un escenario perfecto para un batacazo.
Marruecos: orden, disciplina y un respeto ganado en la élite
Desde África, Marruecos aparece como quizá el rival más temido del Bombo 2. Su gran rendimiento internacional de los últimos años, su solidez defensiva y su plantel habituado a la exigencia europea lo convierten en un adversario de máxima incomodidad para cualquier cabeza de serie.
El equipo marroquí, tácticamente disciplinado y emocionalmente estable, es especialista en partidos tensos y cerrados. Cuando te enfrentás a Marruecos, sabés que cada detalle cuenta y que un error puede costar el grupo. No es coincidencia que muchos técnicos en silencio admitan que prefieren evitarlo.
Europa siempre complica: Croacia y Suiza, los veteranos del susto
Aunque no estén en el radar de los favoritos absolutos, Croacia y Suiza son dos selecciones europeas que ya tienen experiencia en arruinar planes ajenos. Croacia, finalista y semifinalista en los últimos mundiales, mantiene un núcleo competitivo capaz de manejar los partidos más tensos. Su mera presencia en el Bombo 2 es un problema para cualquiera.
Suiza, por su parte, es sinónimo de estabilidad: un equipo ordenado, físicamente preparado y acostumbrado a eliminar gigantes. Su perfil bajo es su ventaja: nadie habla de ellos… hasta que se vuelven una pesadilla al minuto 80, cuando parecen físicamente enteros y mentalmente indestructibles.
Un Mundial 2026 donde los "cucos" se multiplican
El nuevo formato del 2026 hace que los cabezas de serie ya no puedan confiar en la matemática. La línea entre favoritos y rivales molestos es más difusa que nunca, y el azar tendrá un rol enorme en definir caminos accesibles o rutas llenas de trampas.
Uruguay, Colombia, Marruecos, Noruega, Croacia, Suiza… todos son equipos que, sin ser favoritos al título, pueden tumbar a cualquiera. Y en un torneo extenso, cargado de presión y con más partidos, cada detalle cuenta. El sorteo no definirá al campeón, pero sí puede marcar quién empieza el Mundial con el pie izquierdo.
