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Alemania 1974: Holanda vuela en formación V

El futbol cambio de época y Holanda levantó el telón de la modernidad en este mundial. La Naranja Mecánica de Rinus Michels con sus chicos de melena y patillas largas, enseñó cómo serían las cosas los siguientes años.

Si existió un partido que demostró los cambios de época en el futbol, fue el Uruguay contra Holanda, del Mundial de 1974.

El resultado final de 2-0 dejaba un centro para la polémica y confusión de varios aficionados que no sabían apreciar lo que acababan de ver. Holanda había levantado el telón de la modernidad precisamente ante el equipo más resistente al pasado. Bastó que la Naranja Mecánica, empezara a tocar el balón para que a los uruguayos les entraran unos nervios galopantes.

Y seamos sinceros, la década de los 60 había dejado ideales inconclusos, protestas contra la guerra, música de rock con sentido y mensaje, peticiones de paz, despertar juvenil y sexual y un gran destape. Venían los tiempos donde el corte tipo Beatles había pasado de moda por el pelo largo y las patillas.

Y la Holanda que brincó a la cancha era más bien una rapsodia liberal y fresca que iba a abrirle los ojos al mundo encabezados en el banquillo por Rinus Michels y en el campo por Johan Cruyff. No eran sólo ellos sino otros incordiantes con los sistemas hasta ese momento conocidos: Jan Jongbloed, el portero que usaba el 8 porque la numeración entre los jugadores era por orden alfabético; Ruud Krol y Wim Suurbier en la defensa acompasaban el ritmo; Johan Neeskens, Rob Rensenbrink y Johnny Rep además de los llamados gemelos fantásticos, los hermanos René y Willy Van De Kerkhof. Juntos eran una pandilla.

Muchos de ellos fueron los culpables de la época dulce del Ajax y la más ganadora. La dupla maestra Michels-Cruyff acababa de ganar su tercera Copa de Europa cuando desembarcaron con ese aire matón en Alemania.

Y Uruguay intentó estudiar a su rival, pero le fue imposible, porque Holanda no asistía a una Copa del Mundo desde 1938, “entonces el entrenador Roberto Porta, que agarró el equipo a menos de cinco meses del Mundial nos dijo que no sabía nada de Holanda, pero no había que preocuparse y que nos entrenáramos como siempre”, relató Julio Montero, un duro defensa uruguayo que se fue expulsado al minuto 69 pero que desde el inicio del juego le puso los tachones en el pecho a Rensenbrik. Estaba desesperado por lo que pasaba en el campo.

Y entonces Holanda empezó el concierto con una presión adelantada asfixiante, jugando con extremos, atacando y defendiendo al mismo tiempo. Donde un uruguayo tomaba el balón tenía encima a tres holandeses.

El espectáculo venía cuando atacaba Holanda, pero quizá más cuando defendía. Los jugadores salían al mismo tiempo, sincronizados y corriendo en diagonal, como los cisnes al emigrar. Un estudio de la Universidad de Londres señaló que las formaciones en V que hacen las bandadas de pájaros les sirven para ahorrar energía y al mismo tiempo bajar el ritmo cardíaco.

Así se movía Holanda, en V, saliendo todos al mismo tiempo, uno en punta y los otros en dos filas corriendo en diagonal y dejando en fuera de lugar hasta a seis elementos uruguayos, algo nunca antes visto.

Los sudamericanos, estancados en el tiempo, entrenaron para este torneo como si se tratara del Mundial de 1930. Ya era anticuado el equipo uruguayo, bostezando su pasado y echando en suspiros el Maracanazo a pedazos, con un entrenador que se fumaba uno a uno los nervios en el banquillo sin saber qué hacer.

Pablo Forlán, defensa en aquel entonces y padre de Diego Forlán mencionó, “creo que cruzamos sólo una vez la mitad de la cancha. Nos hicieron dos goles caminando. Nunca supimos cómo era que nos presionaban. En cada flanco teníamos a un jugador holandés. Era increíble ver como los defensas estaban apareciendo por el tiro de esquina, no supimos que nos pasó”.

Lo que sucedió fue que la modernidad alcanzó a Uruguay y lo dejó atrás, como a muchos otros países, y el mundo estaba a punto de descubrir el futbol total.

Esta historia es parte de una colección de 20 escritos, uno por cada Mundial, desde Uruguay 1930 hasta Brasil 2014: