La selección masculina de Estados Unidos volvió a la acción la semana pasada imponiéndose por 4-1 a su par de Jamaica, el jueves; y un triunfo por 2-1 el domingo sobre Irlanda del Norte. No obstante, el combinado Sub 23 no logró asegurar el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio, siendo los terceros Juegos de Verano consecutivos en los que no participará. En enero pasado, analizamos los distintos aspectos que Estados Unidos necesitaba atender con miras a un ajetreado verano, junto con la ruta al Mundial 2022. ¿Está el plantel de Gregg Berhalter más cerca de resolver esos problemas?
¿Qué importancia tiene el hecho que la selección masculina de Estados Unidos fracasó en su intento de clasificar a los Juegos Olímpicos?
No hay nada positivo que se pueda tomar de la incapacidad de la selección masculina estadounidense Sub 23 de clasificar a unos Juegos Olímpicos por tercera ocasión consecutiva. Claro que podemos sacar a relucir todas las excusas posibles debido a que los jugadores de la plantilla se encontraban en el inicio de las respectivas temporadas con sus clubes (casi toda la nómina, con la excepción de tres jugadores, milita en la MLS); caso contrario al de sus oponentes. El hecho que los clubes europeos no dejan en libertad a otros jugadores elegibles por su edad, como es el caso de Weston McKennie y Christian Pulisic, es otra realidad que Estados Unidos se vio obligado a enfrentar. Sin embargo, persiste una realidad: un país con los recursos con los que cuenta Estados Unidos debería tener una forma de clasificar con su selección masculina. La imposibilidad de hacerlo es todo un fracaso, puro y simple.
El resultado fue producto de algunas heridas autoinflingidas. El armado de la plantilla fue objeto de debate desde el momento del anuncio oficial, especialmente, en lo que respecta a un grupo de mediocampistas cuyas aptitudes se inclinan más hacia lo defensivo. El seleccionador Jason Kreis afirmó que su grupo tenía mayores aptitudes propositivas que lo mostrado con anterioridad, y si bien eso fue cierto en el caso de Hassani Dotson, no fue así para Andrés Perea y Johnny Cardoso. Tanner Tessmann demostró algunos talentos en el ataque; a pesar de ello, no contó con suficientes minutos para causar impacto. Adicionalmente, los delanteros Jesús Ferreira y Sebastián Soto no hicieron grandes aportaciones.
Las decisiones de Kreis no sirvieron para disipar las sospechas de que dos elementos del Portland Timbers, el volante Eryk Williamson y el artillero Jeremy Ebobisse, habrían ayudado más, y el entrenador tendrá que vivir con ello. Por eso, cuando el intento de salida del portero David Ochoa fue desviado hacia su propio arco en la semifinal del domingo, la acumulación de errores hizo que Estados Unidos perdiera cualquier oportunidad de remontar.
¿Cuán fuerte es este golpe para el programa masculino estadounidense? Ciertamente no es fatal, especialmente en lo relativo a las eliminatorias para el Mundial 2022. Posiblemente, no sea siquiera un golpe al cuerpo. Los jugadores se desarrollan dentro de sus clubes, no con sus selecciones nacionales. Adicionalmente, este fracaso no esconde el hecho de que la actual camada de futbolistas estadounidenses es inmensamente talentosa. Sin embargo, sí representa una bofetada y un recordatorio de que no existen garantías, incluso en el ámbito de la CONCACAF. Un programa internacional siempre querrá maximizar sus probabilidades de cosechar éxitos, y parte de ello, depende de que sus selecciones juveniles clasifiquen al máximo torneo. En estas instancias, el fracaso en sus intentos de avanzar hasta Tokio implica un poco menos de experiencias acumuladas dentro de un ambiente de presión, una capa menos de éxitos para ganar confianza. El dolor también perdurará. -- Jeff Carlisle.
¿Qué jugadores Sub 23 brillaron en el Preolímpico?
Jackson Yueill. El torneo fue anunciado como una gran oportunidad para Jesús Ferreira, Johnny Cardoso, Sam Vines y Sebastián Soto, pero fue Yueill, quien fortaleció mejor su reputación en el torneo de Guadalajara. El mediocentro de 24 años fue titular en tres de los cuatro encuentros disputados por el combinado estadounidense, marcando dos goles y causando grata impresión con su tranquilidad en posesión del balón y amplio rango en los pases.
Yueill se destacó en la derrota por 2-1 sufrida en semifinales ante Honduras, haciendo lo que se supone debe hacer un capitán, liderando con el ejemplo. Tras sufrir desventaja de 2-0, muchos jugadores estadounidenses bajaron la cabeza; pero Yueill no fue uno de ellos. El volante respondió de inmediato con un estruendoso gol para ayudar a Estados Unidos a recuperar terreno.
Posteriormente, cobró un tiro libre bien atajado por el portero de Honduras Alex Güity, y a medida que Estados Unidos presionaba en pos del empate, fue el mediocampista del San Jose Earthquakes quien se mostraba con mayores probabilidades de convertir el tanto del empate. Con la selección estadounidense persistiendo en la búsqueda de un ’6’ suplente de Tyler Adams, el solvente torneo de Yueill ayuda a su causa, y es probable que redunde en oportunidades dentro de la selección absoluta en los meses venideros. El volante del Minnesota United FC, Hassani Dotson, (quien marcó dos goles) también tuvo una actuación brillante en el torneo; al igual que el guardameta del Real Salt Lake, David Ochoa, con la excepción del error que redundó en el segundo tanto de los hondureños en la semifinal. Sin embargo, Yueill sobresale del resto, gracias al fantástico golazo y su demostración de liderazgo en el segundo tiempo ante Honduras. -- Gus Elvin.
¿Tiene la plantilla suficiente profundidad para ganar la Liga de Naciones y Copa Oro?
La definición del éxito este verano puede resumirse en dos objetivos principales: ganar un trofeo y un buen arranque de eliminatorias mundialistas. En lo que respecta al primero, a pesar de todas las mejoras mostradas por el programa masculino estadounidense al mando de Berhalter, aún le falta hacer una gran declaración mediante una victoria emblemática. Ganar la Liga de Naciones se acercaría a la descripción anterior, especialmente si se produce al imponerse sobre una selección de México con todo su plantel presente.
Es probable que la Copa Oro tenga menos prestigio, considerando que Estados Unidos no contará con toda la fortaleza de su nómina; sin embargo, ganar dicho torneo le daría a Berhalter al menos un logro más tangible que las victorias en partidos amistosos a la hora del balance de la trayectoria del combinado estadounidense.
Los partidos más importantes se disputarán en septiembre; específicamente, las tres primeras fechas de eliminatorias mundialistas. Éstas incluyen un compromiso como visitante ante Honduras y otros dos cotejos contra oponentes aún por definir. Se hará énfasis en evitar el discreto inicio de campaña que acosó al combinado estadounidense durante el ciclo previo a Rusia 2018, aparte de esperar la total disponibilidad de las primeras opciones de Berhalter para conformar su once titular.
Responder a la incógnita de si existe suficiente talento para dar la pelea en todos los frentes dependerá de algunas partes en movimiento. Indudablemente, Berhalter cuenta con mayor margen de maniobra, considerando que los Juegos Olímpicos quedaron fuera de la ecuación. Ya no habrá más interrogantes relativas a jugadores con edades excesivas, o si los clubes dejarán libres a ciertas y determinadas fichas.
Ahora, los jugadores que hacen vida en Europa se concentrarán en la Liga de Naciones. Dado el creciente nivel de talento con el que cuenta Estados Unidos, dicho grupo es más que capaz de ganar esa competición. Posteriormente, (tal como lo señaló Berhalter esta semana), tendrán suficiente tiempo libre para desconectar y relajarse, antes de volver con sus clubes para jugar la pretemporada, manteniendo la mirada puesta en las ya mencionadas eliminatorias mundialistas. Esto significa que un equipo B, compuesto en su mayoría por jugadores de la MLS, competirán en la Copa Oro vistiendo la camiseta de Estados Unidos.
¿Seguirán otros equipos, incluido México, el ejemplo estadounidense? Esa pregunta siempre es pertinente a la hora de analizar la Copa Oro. Estados Unidos se impuso en 2017 con una selección fuertemente conformada por jugadores de la MLS; gracias, en parte, a la decisión de México, que dio prioridad a la ahora desaparecida Copa Confederaciones. Hace dos años, ambos combinados presentaron sus equipos A y México salió victoriosa. En esta ocasión, el técnico del combinado azteca Gerardo 'Tata' Martino ha expresado que los Juegos Olímpicos tendrán prioridad a la hora de definir su convocatoria. A pesar de ello, Estados Unidos tiene muchas probabilidades de llegar a la final, tras haberlo hecho en siete de las últimas ocho ediciones del torneo. -- Jeff Carlisle.