Adama Traoré es conocido, desde que jugaba en los Wolves de la Premier League, por ser uno de los jugadores más fuertes del mundo
Conocido por su gran constitución física, Adama Traoré fue contratado en la ventana invernal por el Barcelona, que venció al Galatasaray por la vuelta de los octavos de final de Europa League.
Formado en las categorías juveniles del Barcelona, Traoré todavía no estaba tan fuerte cuando ascendió al primer equipo en la temporada 2013-14, teniendo pocas oportunidades en el Camp Nou.
A la edad de 19 años, se mudó a Aston Villa y luego se mudó a Middlesbrough antes de hacerse un nombre con Wolverhampton. En la plantilla inglesa, Traoré formó una amistad con Léo Bonatini, exdelantero del Cruzeiro.
"Es muy rápido, fuerte físicamente y dispara con mucha fuerza. Sobre todo, para mí, como delantero centro, está muy bien que haya un extremo que gane prácticamente todos los duelos de uno contra uno. Muchas veces en un juego se necesita profundizar y da un escape que es muy bueno. Es un jugador muy fuerte en el uno contra uno, con su físico tiene esa ventaja", dijo.
Pero te equivocas en que los músculos de Traoré son el resultado de una estricta dieta y muchas horas de entrenamiento. Leo dice que se sorprendió mucho al descubrir la rutina de su compañero.
"No lo veías muy seguido en el gimnasio y le pregunté si le gustaba. Dijo que no hacía mucho ejercicio porque tenía muy buena genética y que si hacía ejercicio se haría grande muy rápido y perdería movilidad. No hacía ejercicio todo el día para poder crecer. Yo pensaba que hacía ejercicio todo el día, sino todo lo contrario. Hizo el trabajo físico que le dio el club, pero nada exagerado para tener crecimiento muscular. El decía que no le gustaba mucho hacer ejercicio", aseguró.
NO LE GUSTA CONDUCIR
Léo dice que a Traoré no le gusta conducir y ni siquiera tenía licencia cuando jugaban juntos. "Él solo solía dar paseos. Es un tipo sencillo, buena gente. Tuvimos un ambiente muy agradable con él".
En un entrenamiento de los Wolves, cuando Traoré se batió en duelo con el lateral portugués Rúben Vinagre, quien a pesar de estar un poco delgado, fue de los pocos que pudo pelear con el atacante en la velocidad.
"Una vez que chocaron, Adama se cayó al suelo y Vinagre siguió jugando con él. Nadie quería tocar a Traoré en el entrenamiento, era muy rápido y fuerte. Por lo general, los tipos fuertes son lentos. Una vez en el vestuario le pedí que me sostuviera durante cinco segundos en el juego. ¡Fue increíble! Vi lo fuerte que era", recordó.
A pesar del tamaño físico, el jugador sabe qué hacer con el balón, según Léo. A pesar de no ser un referente como goleador, se destaca en la preparación de jugadas para que las terminen sus compañeros.
"Tiene muchas cualidades técnicas. Su evolución cuando llegó al Wolves fue muy grande con [el técnico portugués] Nuno Espírito Santo. Ya era muy bueno, pero evolucionó mucho. Era deseado por muchos clubes grandes y no era para menos".
Tras tres temporadas y media de protagonismo en el Wolverhampton, regresó cedido al Barcelona a mitad de temporada. En ocho partidos sigue sin marcar, pero ya ha dado cuatro asistencias.
Después de su compromiso ante el Galatasaray, el Barcelona se concentrará en el Clásico contra Real Madrid por la jornada 29 de LaLiga. El encuentro está programado para el domingo a las 14:00 horas de la Ciudad de México.