Fabricio Formiliano tuvo su debut en Necaxa tras su salida de Peñarol y habló en el programa “Último al arco” de radio Sport 890 sobre sus primeras experiencias en el fútbol de México. El defensa dijo que “sentía la necesidad de cambiar de aire” y probarse a otro nivel de exigencia.
“Sentía que ya había llegado a mi tope en Peñarol y no tenía mucho más para dar. Hace unos días que estoy acá, me siento muy feliz aprovechando y disfrutando estos momentos”, comentó.
El zaguero debutó como titular en el partido contra América en que su equipo cayó 2 a 1, a muy poco de sumarse al plantel de Necaxa. Su primera impresión del fútbol mexicano es que “es más exigente, se hace más de ida y vuelta, se da mucho el ataque contra defensa y relativamente hay poca posesión”, y que también le dan mucha importancia a la segunda pelota y, por ende, al juego aéreo. Sobre su debut, dijo que para ser el primer partido se sintió muy bien a pesar de la derrota, y tomando en cuenta que fue en la altura de Ciudad de México.
Formiliano también dijo que estaba muy contento por su presente, y reconoció que tuvo un bajón en su rendimiento en Peñarol antes de los clásicos contra Nacional por la Copa CONMEBOL Sudamericana. Mencionó que, de todas formas, su salida del Carbonero fue como hubiera deseado, al otro día de eliminar al máximo rival en esa competencia. “Si me das a elegir, la manera de salir fue redonda, la frutilla de la torta”, comentó. El futbolista había visto cómo se frustraba en marzo una posible salida a préstamo a Colo Colo, y el pase a Necaxa también se había caído en junio cuando el presidente del Manya, Ignacio Ruglio, dijo que no iba a haber bajas en el plantel hasta después de los clásicos. Esto afectó a Formiliano, porque entendía que era una linda oportunidad para él, aunque dijo que también entendía las prioridades del presidente de mantener al plantel para los importantes duelos coperos. “Si no fuera un clásico, la situación hubiese sido otra. Después se reflotó cerca del 30 de junio y renací, como quien dice”, comentó.
El salteño firmó contrato por tres años con opción a uno más con Necaxa, donde comparte plantel con los uruguayos Agustín Oliveros, su compañero de zaga, y el delantero Rodrigo Aguirre. “Al tener a los uruguayos acá se te hace más fácil, te integran más rápido al grupo, y también me dieron una mano para instalarme”, señaló. Dijo que conocía a Aguirre porque coincidieron en la selección sub-20 y también de enfrentarlos a ambos, y que este conocimiento previo también le sirvió para comunicarse mejor con Oliveros a la hora de juntarse en la cancha.
Necaxa enfrenta un nuevo desafío luego de hacer una mala campaña durante el último campeonato y cuenta con Formiliano para ayudarlos a dar un paso hacia adelante. “El campeonato pasado fue muy malo. Ahora arrancamos con dos derrotas, pero contra equipos que terminaron el último torneo definiendo, y el próximo es contra el campeón, Cruz Azul. El fixture de arranque es mortal, pero hay mucha competitividad acá. Tenés que acostumbrarte, hay presión por ganar y lograr resultados, pero el campeonato es largo, se fueron muchos jugadores y vinieron otros, el equipo se está formando”, expresó el uruguayo.