La delantera de Las Leonas Julieta Jankunas habló con Mechi Margalot para ESPN.COM, y contó cómo está pasando estos días con su familia, cómo reaccionó a la postergación de los Juegos Olímpicos, y cuánto le afectó irse de Córdoba a Buenos Aires a los 18 años. Además, explicó que a pesar de mostrarse siempre alegre, tiene momentos de angustia y soledad.
Su simpatía es una marca registrada, pero muchas veces el mostrarse con una sonrisa en cualquier momento, le ha jugado un mala pasada. Ante el recuerdo que le trajo Margalot por su actitud en una nota posterior al empate ante Sudáfrica en el Mundial 2018, en el que el equipo argentino no tuvo un buen rendimiento contestó: “Me han retado por salir de un partido riéndome. Tenemos una mala actuación y yo salgo feliz, y es 'flaca, pará'. Es encontrar el punto medio. Me puedo despegar rápido de lo que me pasa en la cancha, y entonces eso me hace estar alegre”, contó la jugadora de Ciudad.
Esta condición de estar siempre “bien arriba”, como lo define ella, hace que se note mucho cuando algo le sucede. “Con esto del encierro estoy en una montaña rusa de sensaciones y emociones. Hay días en los que se me junta todo, la incertidumbre sobre cuándo salgo de acá y que quiero estar con mis amigas. Esos días prefiero que no me hablen, no me toquen y no estén cerca”, sentenció Jankunas que volvió a Córdoba a pasar la cuarentena con su familia.
Aunque la convivencia sea buena, el estar todo el día juntos puede traer algunos pequeños roces, sin embargo Juli disfruta mucho de haber vuelto a su casa y pasar tiempo con sus padres y hermano. Hace tres años la delantera decidió irse a vivir sola a Buenos Aires para cumplir su sueño de ser una Leona a tiempo completo y dejar de viajar tanto entre las provincias. “Estaba de lunes a viernes en Buenos Aires, y el sábado ya estaba en Córdoba para jugar con mi club. El domingo, otra vez en un avión. Mi ropero era una valija, me la pasaba en un hotel. No terminaba de estar en ningún lugar. No sé cómo hice para aguantar eso”. Ante esta situación, Jankunas tomó la determinación de alojarse finalmente en un departamento cerca del CeNARD y dejar la ciudad natal.
Para Julieta, lo más difícil de esta situación fue alejarse de su familia. La distancia le significó un sacrificio enorme pero también un aprendizaje. “Llego a mi casa después de jugar con Ciudad (de Buenos Aires) y estoy sola. Y eso es muy duro. Piensan que como sos Leona y en redes sociales estás feliz, no podés llorar, y no es así, somos seres humanos, sentimos y somos iguales a los que están de otro lado. Todos tenemos una lucha interior. Yo me levanto todos los días y extraño a mi familia. Por eso ahora valoro estar con ellos”, contó la nominada a mejor jugadora sub 23 en 2019.
Sobre cómo reaccionó a la noticia de la postergación de Tokio 2020, dijo: “Es duro que se caiga un sueño así. Cualquier deportista quiere estar en un Mundial o en unos Juegos Olímpicos, pero lo bueno es que hay una fecha y no es que se cancelaron”.
Mientras está en su casa, Juli aprovecha el tiempo para hacer ejercicios y entretenerse con las redes sociales e interactuar con sus seguidores, pero también sabe que esta circunstancia puede servir para aprender algo nuevo. Por esta razón se puso a estudiar inglés. “Sé que me va a servir no sólo para hockey, sino para todo. Hago clases de forma online con otras dos personas”, contó la jugadora que piensa en un futuro tener una experiencia en el exterior.