Una semana de pelea extraña, donde por momentos parecía que no tendríamos evento estelar en el UFC Apex. Al final, Paulo Costa tenía razón, en 205 libras fue un evento estelar espectacular, aunque no terminó a su favor al caer por decisión unánime ante Marvin Vettori.
El italiano Vettori se llevó mucho más que la victoria en UFC Fight Night y el 20 por ciento de la bolsa de su rival, su profesionalismo subió sus bonos y veremos cosas buenas para él en el futuro, recuperándose de una derrota por el título delas 185 en su combate anterior.
El brasileño Costa se salió con la suya esta vez, pero difícilmente lo volverán a perdonar y al menos tendrá que pelear una vez más en el peso semicompleto para que el UFC lo perdone por el embrollo en el que los metió tras llegar el miércoles en 211 libras y decir que no cortaría peso para la pelea que originalmente era en peso mediano (185).
Además, los peleadores de la división de peso mosca masculina tiene una nueva razón para preocuparse: el prospecto colombiano Jeff Molina es real y se llevó una de las mejores finalizaciones de la noche.
Vettori ganó y se llevó el respeto
Desde la primera de sus dos peleas con Israel Adesanya en 2018, Vettori se convirtió en uno de los antagonistas de las 185 libras. A pesar de dar grandes peleas difícilmente podría ser considerado un favorito de los fans, pero todo eso cambió esta semana.
Desde que el italiano supo que Costa no daría el peso, él se dedicó a hacer que la pelea sucediera, sin importar si era en 195 o 205 libras. De hecho, subió al octágono con un rival que pesaba más de 15 libras que él a la hora del combate.
Gran pelea, resistencia y una compostura que le valió elogios de seguidores y peleadores durante toda la semana. Vettori (18-5-1) mantiene el dedo en el renglón para un nuevo intento por el cinturón medio.
Costa tendrá que probar en las 205 libras
Olvídense del golpe a la bolsa de los peleadores. Parece que Costa correrá la misma suerte que Aspen Ladd y lo enviarán a una división arriba de la suya por todo el chiste de esta semana. A pesar de dos derrotas consecutivas en 185 libras, Costa podría pedir a un rival clasificado en el semicompleto, donde el camino al título podría no ser tan largo.
Costa (13-2) dice estar cansado de mantener una dieta rigurosa durante toda su vida, así que esta puede ser la solución. Tiene el poder y mostró una gran condición física peleando intensamente hasta el último de los 25 minutos del evento estelar de este sábado.
Colombiano en ascenso
Jeff Molina se atreve a decir que nunca ha estado en una pelea aburrida, y el sábado lo volvió a mostrar. El peso mosca llegó a 10 victorias como profesional de la mejor manera, con su primera finalización dentro del octágono.
El nocaut de segundo round llegó con una mano derecha digna de bono por desempeño. Molina supo defender los intentos de finalización de Daniel Da Silva, que había tomado su espalda y lo amenazó en más de una ocasión en la lona. Mostró un alto nivel de grappling cuando se le requirió, y al primer error del brasileño, se encontró con su mano derecha y ahí culminó la obra con ground and pound.
A final de cuentas, además de un gran juego de pie, Molina también tiene sumisiones en su lado.
Molina (10-2) tiene muy claro su lugar en la división con apenas dos combates en UFC, aunque las dos han sido presentaciones espectaculares. No tiene prisa en un camino al título donde hoy respeta al actual monarca, el mexicano Brandon Moreno.
El verdadero Jai Herbert
Los campeones de la promotora inglesa Cage Warriors normalmente llegan con una gran expectativa, y el orgullo de Wolverhampton no fue la excepción.
Pero Herbert (11-3) estuvo muy lejos de lo que los fans esperaban tras derrotas de forma consecutiva para abrir en UFC. Con muchos elementos en su contra en los tiempos de la pandemia, UFC le tuvo paciencia y al fin pudo mostrar todo su potencial. Después de ser noqueado por Francisco Trinaldo en su debut y sometido por Renato Moicano, se ganó al menos una oportunidad más con un gran combate ante Khama Worthy.
El británico soltó su gran repertorio de pie para llevarse un sólido nocaut y su primera victoria en el octágono. A los 33 años no tiene tiempo que perder, así que es probable que lo veamos pronto de regreso.