Falta poco más de una hora para entrar a la jaula. En la bocina suena “Niño de Oro” de Hadrián. Jessie ‘Tachidito’ Rosas y Raúl Rosas Jr. calientan en el tercer piso del Entram Gym de Tijuana para la tercera pelea de Jessie como profesional.
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A pesar de ser mayor que su hermano, Jessie ahora sigue sus pasos. Las circunstancias permitieron que ‘El Niño Problema’ amasara un récord de 5-0 en menos de un año en la promotora UWC de Tijuana para obtener la oportunidad en el Dana White’s Contender Series, donde demostró que a los 17 años estaba listo para las ligas grandes del MMA e hizo historia al firmar con el UFC.
Jessie entrena todos los días con Raúl, pero es completamente diferente como peleador. Su guardia zurda es natural, es rápido y técnico, a diferencia de su hermano menor, que es una fuerza incontenible que busca someter al rival en el mejor tiempo posible.
La mexicana Yazmín Jáuregui, prospecto destacada de las 115 libras femeniles del UFC con dos victorias desde su debut el pasado mes de agosto, se acerca a Raúl y le dice, “me da mucho gusto que estés aquí [en la promotora], vi tu pelea [en UFC 282], qué bueno que cada vez somos más mexicanos, que chingón”.
El escenario ya es conocido, de nuevo los acompaña el coach Héctor Vásquez en el jiu-jitsu y Dimitri Ushkanov en el combate, pero los hermanos principalmente intercambian el rol en la esquina cuando el otro está peleando.
“Él a veces está en mi esquina, ahora a él le tocaron los nervios, ahí nos vamos alternando”, explica Jessie tras el combate del pasado viernes, su tercera victoria como profesional y parte de la meta para llegar a Contender Series en esta temporada.
Otra finalización temprana
A las 6:11 de la tarde de Tijuana, suena el ‘Mariachi Loco’ de Pedro Fernández, y Jessie camina hacia la jaula como lo hizo Raúl en UFC 282; no son los 20 mil asistentes del T-Mobile Arena de Las Vegas, sino un escenario privado, pero tiene el sombrero de mariachi, la bandera de México y la seguridad de que puede seguir sus pasos. Es fácil motivarse después de ver lo que logró Raúl en Las Vegas del 10 de diciembre cuando debutó.
La pelea fue breve, no tanto como la última cuando consiguió un nocaut a los 12 segundos del primer round. Esta vez duró suficiente para que mostrara su paciencia, compostura y los recursos para meter al rival en su juego.
“Jessie es más paciente, tranquilo, es muy técnico, escucha un poco más. Está listo, entrena con los mejores del mundo en el gimnasio, un par de peleas más y puede estar en Contender Series”, considera Vásquez.
En los últimos años Héctor ha trabajado con peleadores del calibre de Claudia Gadelha, Valentina Shevchenko y Brandon Moreno, pero en el caso de los hermanos Rosas, se ha acoplado con su padre para abrir el espacio en Las Vegas en su gimnasio.
Paciencia, cerrar el candado al cuerpo con las piernas y romper la defensa de César Bañuelos, que resistió el intento de mataleón de Jessie, pero terminó cayendo en la trampa de Kimura para una barra de brazo que acabó con el compromiso por sumisión.
“Quiero tres peleas más y luego al Contender Series, para estar pronto con mi hermano en el UFC”, dijo Jessie para la transmisión de televisión.
La presión
El éxito prematuro de Raúl ha levantado una gran expectativa, pero también un inmenso grupo de críticos que esperan que sea algo pasajero, un episodio más como el de Sage Northcutt, Paige VanSant o Mickey Gall.
Pero más allá de complicar las cosas, en los últimos meses, el pequeño equipo que han conformado en Las Vegas se ha comparado y avanza rápidamente. Jessie tuvo complicaciones en su aparición anterior en UWC, y ganó por descalificación del oponente. Sin embargo, en esta ocasión no pudo ser más dominante.
“Lo ví mejor que nunca, hoy se enseñó todo el trabajo duro. Como decimos, estamos preparados en el striking y ya cuando vio el derribo lo tomó, cuando vio la sumisión la tomó. Pero primero tuvo paciencia, lo controló, tomó el candado al cuerpo y a dar codos para abrir espacios. Verlo pelear me recordó cuando yo pelee aquí, ahora que esta 3-0 me hace sentirme orgulloso porque pronto va a llegar al UFC, y vamos a ser dos hermanos pelando en la compañía más grande del mundo”, dijo Raúl tras la victoria.
No hay tiempo que perder
“El Mariachi Loco” volvió a sonar tas la finalización, Jessie cumplió con el pronostico y dio un paso más. Pide una pelea en marzo. Este dúo ha encontrado un camino, sin parar de entrenar, sin cortes de peso agresivos, con puro talento y confianza, tomando por asalto una división tan complicada como las 135 libras,
“Es bonito ver a los hermanos que se ayudan uno al otro, yo estoy aquí porque Raúl (padre) no pudo venir, pero él los creo, les enseñó lo que están demostrando y nosotros estamos solo poniendo los detalles”, concluye Vásquez.
Las aspiraciones son tan altas como un título mundial a los 20 años, espacio para Jessie y su hermano mayor Kevin en la categoría. Quedan muchas peleas por ganar y muy poco tiempo que perder. Nos vemos en Tijuana, en el UFC Apex o Miami para el próximo paso.