La guerra pasó y los rivales del episodio anterior, Ryder Newman y Tresean Gore hacen migas y dejan atrás el combate.
A pesar de los primeros tres resultados, el ánimo en la casa de de los peleadores no decae. Alexander trata de mantener la motivación al recordarles que la clave para el éxito es disfrutar lo que hacen y trajo una visita para darles consejos.
El ganador de la temporada 15, Michael Chiesa disfrutó la oportunidad de compartir algo de su conocimiento, sobre todo de entrenar junto a Brady Hiestand, su compañero de entrenamiento en Spokane, Washington, que además cumplió años el día de la filmación.
Del otro lado, con el equipo Ortega, la fiesta no para, Tresean tomó la parrilla y cocinó para sus compañeros para celebrar su victoria.
Nos acercamos a la pelea y conocemos un poco más de los contendientes en turno.
Vince Murdock, del Equipo Ortega se nota confiado mientras que Dustin Lampros se abre con su compañero Brady sobre el alcoholismo que afectó a sus familias y la muerte de la madre de Lampros, en medio de una fuerte adicción a los medicamentos para controlar el dolor.
También la inspiración en su hermano menor y el sueño de llegar al UFC para poder ayudarlo.
Minetras Murdock, proveniente del respetado gimnasio Alpha Male, parece listo para subir al octágono, Lampros tiene un duro corte de peso, en el que Volkanovski se comprometió y lo acompañó durante las horas más críticas.
El peso no se logró, la comisión le dio una hora más para bajar la libra que tenía sobre la tolerancia y se notó desconcertado, mientras que Murdock se pesó en 136 libras.
Vince se recuperó de un duro accidente para seguir peleando y mostró esa dureza cuando se cerró la puerta de la jaula.
El primer round transcurrió de pie principalmente, con Lampros aprovechando la distancia para conectar con la derecha, pero empezó a correr riesgos con patadas medias. Murdock lo tomó de la pierna y estuvo cerca de conseguir el primer derribo.
Aunque Lampros salió de esa, no pudo pasar de la mitad del round. Fue la derecha de Vince la que pegó justo en el botón y lo mandó a la lona en un contragolpe.
Siguió empujando contra la lona hasta que conectó un rodillazo en el rostro que obligó al réferi Jason Herzosg a detener la contienda. 4-0 para el equipo Ortega y se acabo el invicto de Lampros.
Al final pudieron cerrar con un abrazo y compartir sus impresiones. Es mejor tener la convivencia en armonía, pues todavía queda un rato de vivir juntos en la casa de los peleadores.
Los que no pudieron mantenerse "amigos" fueron los entrenadores, el mexico-americano sacó de sus casillas al campeón de las 145 libras que abrió fuego: "Tus chicos hicieron bien, tú no hiciste nada. Siempre llegas tarde, pasas 20 minutos afuera tomándote selfies", dijo.
La pelea entre ellos se calienta a medida que la barrida se extiende al tiempo que Ortega escoge el siguiente combate: las dos últimas selecciones Brian Battle para representar a los de Volkanovski y Kemrav Lachinov por los del retador en el peso medio.
Si la racha se extiende a cinco derrotas el golpe anímico puede ser tremendo. Veremos qué trae la siguiente semana en The Ultimate Fighter.