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MotoGP: Marc Márquez se reflejó en Rafael Nadal para volver a ganar

El español, quien ganó las dos primeras fechas del año tras pasar por largo período de lesiones, habló sobre el ejemplo que le dio el tenista. Mientras tanto, desde Ducati le llueven elogios.

El 30 de enero de 2022, Rafael Nadal levantaba el trofeo del Abierto de Australia tras vencer 2-6, 6-7, 6-4, 6-4 y 7-5 en una maratónica final a Daniil Medvedev y volvía a lo más alto del tenis después de perderse la mitad de la temporada 2021 por lesión. El síndrome de Müller-Weiss en el pie izquierdo que lo alejó de las canchas se trataba, nada menos que de la 20ª lesión de su carrera, la novena en dos años. Ese encuentro entre el español y el ruso fue seguido atentamente por Marc Márquez. El hexacampeón de MotoGP apenas había podido disputar 15 de las 33 carreras que el Mundial disputó en 2020 y 2021. Aquella tremenda caída que sufrió en Jerez de la Frontera, durante el GP de España que abrió la agenda del año de la pandemia, le provocó la fractura de húmero derecho y ya había pasado tres veces por el quirófano. Y todavía le quedaría una más. Ese día fue un click para Márquez.

El catalán fue nominado a los Premios Laureus como el Regreso del Año y en una entrevista con el sitio oficial de la academia, habló justamente de aquel partido de Nadal contra Medvedev: “En el deporte tenemos muchas vueltas y grandes inspiraciones, pero para mí Rafael Nadal fue una gran inspiración. Recuerdo exactamente el día que estaba jugando el Abierto de Australia y lo ganó después de muchas lesiones. Yo estaba en el sillón de mi casa con mi brazo completamente enyesado y me dije: ‘Ok, yo lo haré también’. Fueron muchos días y muchos momentos, pero Rafa fue una inspiración”, rememoró.

En ese 2022 que significó el resurgir de Rafa, Marc tuvo que pasar otra vez por el quirófano por su húmero derecho y, como si fuera poco, sufrió diplopía (visión doble), que lo obligó a volver a parar. Cuando todo eso se superó, llegó el calvario con Honda, una moto indócil que se convirtió en impredecible y que lo revolcaba a cada rato. Así arrancó la temporada 2023, con caída en Portugal y fractura del primer metacarpiano de la mano derecha. Retornó en Italia y, a la cita siguiente en Alemania, se fue al piso en los entrenamientos y se fracturó el pulgar de la mano izquierda. Otro parón. Fue suficiente. Para 2024 pegó un volantazo en su carrera, decidió resignar dinero y se fue a correr con la Ducati satélite de Gresini. Dos victorias, otros seis podios en carreras principales y el tercer lugar en el Mundial 2024 lo catapultaron al sillín oficial de la casa de Borgo Panigale.

Mejor no podía ser el arranque de Márquez en 2025: en dos fechas ganó todo lo que se puso en juego. Logró la pole, ganó el sprint y la competencia larga de Tailandia y la Argentina y lidera con puntaje ideal. El andar del español es tan sensacional que Gigi Dall’Igna, CEO de Ducati Corse, no se guardó ningún elogio al hablar de él: “Una muestra de clase, la de Marc, una fotocopia de su éxito en Tailandia en un fin de semana consecutivo, imponiéndose a todo y a todos, consiguiendo la pole, el sprint, la carrera y la vuelta rápida. Su talento es estelar y su conducta magistral, dictada por una autoridad innata, así como por la inteligencia y la sensibilidad en la gestión de sus acciones y recursos, anticipando exactamente cómo debía terminar todo. Un campeón, con una gran confianza en la moto y, además, una tranquilidad inquebrantable: la misma que transmite dentro y fuera de la pista, la misma que transmite al equipo y que éste recupera, la misma que le hace sentir bien y ganar con una confianza inquebrantable”.

A lo Rafa Nadal, Márquez también pudo volver a lo más alto después de pasar un largo calvario de lesiones. Claro, para poder llegar al séptimo título en la máxima categoría del Mundial todavía faltan 20 fechas y 40 carreras. Pero el retorno está confirmado.