El español aplastó durante todo el fin de semana de la octava fecha del Mundial y en la carrera larga firmó su cuarto éxito del año para estirar su ventaja en la tabla. Álex Márquez completó el 1-2 de los hermanos de Cervera.
Se sabía de antemano: solo un error propio o un fallo de su Ducati podría evitar el triunfo de Marc Márquez en el GP de Aragón, octava fecha del Mundial de MotoGP. Ninguna de esas cosas ocurrió y, como ocurrió durante todo el fin de semana, el dominio del hexacampeón de la categoría mayor aplastó para quedarse con el triunfo y agrandar su brecha en la cima de la tabla, en la búsqueda de su séptimo título y el noveno contando todas las categorías, cifra con la que igualaría a Valentino Rossi.
Absolutamente nadie dudaba del triunfo del expiloto de Honda. De hecho, quedó adelante en todas las salidas a pista: los dos entrenamientos libres, la práctica, la clasificación, el sprint, el warm up y la carrera larga, en la que lideró todas las vueltas con un ritmo imposible de seguir para los rivales. El resto, a un mundo. Marc marcó el récord de vuelta varias veces y lo dejó en un nuevo récord de carrera para MotorLand que pulverizó el que tenía Luca Marini desde 2022 (lo bajó 1s090).
La carrera se hizo lineal y aburrida. Claro, nada de todo esto le importa a Márquez, y está perfecto. Su dominio fue brutal y esa diferencia final de 1s107 con la que ganó no refleja cómo fue el trámite, porque en el giro final el representante de Ducati oficial optó por aflojar y fue 1s6 más lento que Álex Márquez, quien finalmente fue su escolta.
“Fue un fin de semana asombroso, liderando todo el tiempo. Debía estar enfocado siempre, Álex y Pecco se fueron acercando en cada sesión. Tenía buen ritmo en carrera. Hay que seguir así y estoy feliz del festejo con mi hermano”, contó Marc, quien alcanzó así su 66° triunfo en MotoGP en 197 carreras y el cuarto de 2025 en ocho fechas. Además, venció en siete sprint y estiró a 32 (233 a 201) la ventaja en la tabla sobre su hermano menor.
Álex fue, una vez más, el mejor del resto. El hermano de Marc acumuló su cuarto segundo lugar, ganó en el GP de España sigue como puede al mayor de la familia. “Vi en el warm up que seguía rápido. Traté de mantenerme ahí, seguir con mi ritmo. No podía seguir a Marc, fue lo máximo para este fin de semana”, confesó el catalán, quien está, por lejos, en su mejor temporada en la máxima categoría del Mundial.
El que recuperó un poco la alegría fue Pecco Bagnaia. El campeón de 2022 y 2023 y compañero de Marc, acarreaba dos malos fines de semana (Francia y Gran Bretaña) y un muy flojo sprint de Aragón. El segundo día de MotorLand lo mostró casi desahuciado y por eso los ingenieros de Ducati decidieron meter mano en su Desmosedici y hacer un cambio, básicamente para que el italiano pudiera ir más rápido y, fundamentalmente, para empezar a tener algo de toda esa confianza perdida. Y el resultado fue bueno, porque finalizó tercero y dentro del ritmo de Álex. Marc, se sabe, está en otro mundo.
“Recobramos muchas sensaciones que necesitaba. Hicimos un cambio pequeño que me dio más confianza y velocidad. Al final traté de acercarme a Álex. Gracias al equipo por volver al podio”, dijo Pecco, todo un aliciente para llegar con ilusiones renovadas a la carrera de su casa, que será en dos semanas en Mugello.