Los argentinos finalizaron en zona de puntos en una carrera que se acortó después del largo parón que produjo el dantesco accidente que se dio antes del comienzo.
La carrera de Moto3 del GP de Malasia pasó a un segundo plano después del pavoroso accidente que protagonizaron José Antonio Rueda y Noah Detwiler en la vuelta de salida, cuando viajaban a formarse en la grilla. La atención en la pista, el paso por el centro médico del circuito de Sepang y el traslado de los dos pilotos, sedados, al hospital de Kuala Lumpur utilizando los dos helicópteros sanitarios, obligó a la reprogramación del domingo mundialista. Así, la carrera de la categoría menor se retrasó una hora y 45 minutos y se acortó en cinco giros (pasó de 15 a 10). Finalmente, los argentinos Valentín Perrone y Marco Morelli cerraron en la zona de puntos.
Con la preocupación generalizada por el estado de Rueda y Detwiler, de quienes solo se informó que se habían ido conscientes (la categoría no brindó más información durante la carrera de Moto3), se opacó todo lo que vino después, incluyendo una competencia que hasta llegó a coquetear con una posible cancelación.
En lo deportivo, Perrone largó quinto, tras el reordenamiento de la grilla luego de aplicar sanciones y del accidente de Rueda, pero no tuvo ritmo para estar en el grupo de adelante. Llegó a estar séptimo, pero en la cuarta vuelta dobló muy ancho y se fue a 12º.
En tanto, Morelli protagonizó una buena remontada desde el 20º puesto de partida: con un ritmo sostenido avanzó con la Honda del MLav y finalizó 13º para volver a anotar.
Taiyo Furusato fue el vencedor y se quedó con su primer triunfo en la categoría menor del Mundial. Fue el tercer japonés en ganar el GP de Malasia en la división menor desde que se corre en Sepang (1999), tras los éxitos de Masao Azuma (1999) y Youichi Ui (2001). El podio, que completaron Ángel Piqueras y Adrián Fernández, no tuvo celebración con espumante. Es que todo lo que pasó después del tremendo accidente que se dio en la vuelta de salida de boxes quedó opacado.
