BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.
Pasan los meses, los torneos, los títulos de Rafael Nadal y la pregunta resurge:
¿Dónde está Robin Soderling? El sueco, único ser humano capaz de vencer al español en Roland Garros, sigue fuera de las canchas, producto de su extendida mononucleosis, y la inactividad del doble finalista del Abierto de Francia cuenta ya más de dos años.
Pero, mientras sigue luchando para estar al 100% desde lo físico, el sueco ya tiene para entretenerse: creó una nueva marca de pelotas, "RS", que incluso ya cuentan con el aval de la ITF. "No lo hago para hacerme rico, sino para devolverle algo al deporte", le contó el jugador al diario SvD, de su país. El plan, por el momento, no es abrir el producto a un mercado internacional, sino que se difunda a nivel local, como vía para promover el juego en Suecia.
¿Qué ofrece de nuevo el modelo impulsado Soderling? "Si bien hay buenas pelotas en el circuito, nunca encontré una que estuviera diseñada como debe ser. Hay bolas pesadas que dan más control, pero pueden causar más lesiones, y otras livianas que vuelan en cualquier dirección. Mi meta era crear una que combinara el control con el hecho de que no fueran incómodas para el cuerpo".
Venus y el medidor de velocidad
Hace poco más de un mes, Ryan Harrison vivió una situación particular con su servicio en Cincinnati; ahora fue el turno de Venus Williams, la mujer con el saque más veloz de la historia. La estadounidense tuvo una semana estupenda, con victorias ante Azarenka, Halep y Bouchard, entre otras. Justamente en su duelo ante la canadiense, en cuartos de final, se dio el hecho que la acerca a las Historias mínimas de la semana. Un servicio suyo clavó al medidor de velocidad en 130 millas por hora (209 km/h). ¿Récord?
Nada de eso. Venus, que tiene la mejor marca en 129 mph (207,6 km/h), tuvo que desechar esta nueva marca realizada en Tokio. ¿Por qué? Sucede que la WTA sólo reconoce mediciones con IDS, el aparato de estadística oficial, y el certamen japonés no cuenta con sus prestaciones.
Sumando otra página de color al tema, el sitio web tennis.com agrega que la alemana Sabine Lisicki habría sacado a 210 kilómetros por hora en Bali, pero su marca, que habría sido la mejor de la historia, tampoco fue reconocida por no estar IDS en el lugar.
La mancha olímpica
Los Juegos Olímpicos intentan inculcar valores, tan trillados como reales a la vez, en un contexto deportivo cada vez más profesional. Así, se formaron los Juegos Olímpicos de la Juventud seguidos, desde este año, por los Juegos Sudamericanos de la Juventud, cuya primera edición se realizó en Lima con un tenis a nivel Sub 17 y apuntado a Nanjing 2014.
Allí, el tenis tuvo tres modalidades: single masculino, single femenino y doble mixto, con la particularidad en esta última de que eran todas parejas internacionales. La mancha en el torneo fue que las definiciones entre las duplas no se disputaron por lo que el podio se definió antes de tiempo.
El colombiano Luis Valero, lesionado, hizo que no pueda jugar con la argentina Julieta Estable por el bronce. Pero más se notó la ausencia de Murkel Dellien, quien, mientras se hacía la ceremonia de premiación, estaba jugando (y ganaba) en el Future de Cochabamba, ya por los puntos ATP y dólares en premios. Su compañera, la brasileña Carolina Meligeni, debió conformarse con la medalla plateada. Una lástima.
Momento de crecer
Títulos en Australia y el US Open. Semifinales en Wimbledon y Roland Garros. N°1 del mundo, con años y físico de ventaja. Ana Konjuh es la chica detrás de las estadísticas, aunque pronto todo aquello quedará detrás. La croata, que en diciembre cumplirá 16, tiene decidido dejar el circuito juvenil y, aun atravesando una edad de plena formación, solo tiene en mente abrirse paso en el circuito mayor.
"Es tiempo de dar un paso adelante. Tenía muchas ganas de terminar mi carrera junior ganando el US Open. Esa era mi meta y pude lograrla", remarcó Konjuh en diálogo con Tennis Europe. "Recuerdo estar luchando en primera ronda [en un duelo que comenzó set abajo] y pensar qué podía pasar si perdía allí; pero pude salir adelante y mejorar partido a partido", agregó.
Ana ya acumula un puñado de participaciones en competencias ITF, destacándose, este año, un título en un torneo de 25 mil dólares y dos semifinales en eventos de 50. Su meta es terminar la temporada jugando ese tipo de certámenes y meterse Top 200 (actualmente es 283ª).
El año que viene, la historia será otra: arrancará en Australia, con wild card para la clasificación. Y tendrá por delante una temporada con desafíos múltiples, atravesados por la reglamentación de la WTA que limita a 12 el número de torneos de los que puede participar alguien de su edad: "Habrá que analizar cuidadosamente el calendario y ver cuántos torneos voy jugando. Es difícil, porque cuando te sientes jugando bien quieres mantenerte activa". Con o sin ese margen, será decididamente un nombre para seguir con atención en 2014.
Las historias detrás de la Historia
Los titulares de la prensa malasia eran contundentes: "Ashaari hace historia en Kuala Lumpur". Ashaari es Zainal, un tenista local de 24 años que en la primera rueda de la clasificación ganó 6-0 y 6-2 un partido cuya trascendencia fue más allá del avance en el cuadro. Se trató, en efecto, de la primera victoria de un jugador de Malasia sobre un extranjero en los cinco años de vida que presenta el nuevo ATP de ese país, sin presencia en el calendario mundial entre 1995 y 2009.
Y el contexto, de entrada, amparaba la exaltación: Zainal llegaba sin ranking ATP, al igual que otros cuatro de los seis malasios que soñaban con un lugar en el main draw (las invitaciones, allí, siguieron un curso curioso: el coreano Hyeon Chung -finalista de Wimbledon Jr-, el estadounidense Ryan Harrison y el español Pablo Carreño Busta, quien aceptó jugar en dobles con el local Mohd Assri Merzuki). Más aún, porque se trataba recién de su tercer partido como profesional y el primero en cuatro años. Los dos anteriores habían tenido lugar en Futures de su país y en total solo había podido arañar nueve games.
Por eso, la victoria y la contundencia fueron motivo mayúsculo de celebración para los locales. "No esperaba ganar tan fácilmente. Mi rival era un jugador con mucha experiencia", apuntó Zainal luego, según publica el diario The Star. Pero claro, aquí aparece la otra cara de la historia: su vencido fue nada menos que Enrico Becuzzi, el italiano de 40 años que sigue aprovechando su ranking de dobles (705°) para competir en Challengers y torneos del circuito, valiéndose de bajas y escasa convocatoria. Así, disputó su tercera qualy ATP en el año, sin tener un solo punto en su ranking. Y llevó su récord histórico de triunfos y derrotas a 2-46. Un personaje único.
Para Zainal la historia siguió con caída en segunda ronda a manos del italiano Matteo Viola, por 6-0 y 6-1. El análisis posterior, esta vez, fue crudamente distinto: "Fue demasiado bueno para mí. Hubo una diferencia enorme entre uno y otro. Apenas si pude hacer algo en el partido. Estuve forzado a correr de un lado a otro y devolver como podía".