Se juntaron solamente por este torneo. Terminaron derrotando en la final a la dupla número 1 y levantando el título. Así de sorpresiva fue la consagración del argentino Gonzalo Alfonso y el brasileño Julio Julianoti en el APT Saltillo Master tras superar este domingo por 2-6, 6-3 y 6-3 a los líderes del ránking, los argentinos Maximiliano Arce-Franco Dal Bianco.
Alfonso tuvo que salir a buscar compañero a último momento, porque su compatriota Juan Ignacio De Pascual, quien iba serlo -y lo será de acá en adelante- fue convocado por la selección argentina para disputar el Panamericano de Menores Camboriú 2022.
Con una cuota de casualidad y otra de causalidad, el elegido fue el experimentado Julianoti. Casualidad, porque justo estaba libre. Causalidad, porque de solo pensarlo daba la sensación de que entre ellos dos podía haber mucha química dentro de la cancha.
Y fue lo que pasó desde el primer momento en Saltillo. El orden y la tranquilidad del brasileño calzaban perfecto con la potencia ofensiva y la explosividad del cordobés.
Ahora, de ahí a pensar que podían terminar con la corona en la cabeza hay un largo trecho. Porque casi no pudieron entrenar juntos antes del certamen, y eso se suele pagar.
Para ellos fue al revés: jugaron sin presión y fueron creciendo en nivel con el paso de los partidos.
En la final se encontraron con una dupla que tiene un cambio más que casi todo el resto del circuito. Y de movida lo sintieron Alfonso-Julianoti.
Porque en el primer set, ese relojito que son Arce-Dal Bianco funcionó a la perfección. En una cancha rápida, Franco lograba definir con su smash de potencia todo el juego que le armaba su incansable compañero.
Así llegó rápido el quiebre de servicio, en el segundo game del encuentro, que les permitió empezar a encaminar el set. Porque los Nº1 siguieron jugando en un altísimo nivel, a tal punto que no tuvieron un solo break point en contra en todo el parcial y se lo terminaron llevando por 6-2.
La segunda manga ya mostraba diferencias con la primera desde el inicio, porque Dal Bianco cometió dos errores no forzados en el primer juego de servicio de Alfonso-Julianoti, justo cuando la dupla argentino-brasileña empezaba a sentir la presión.
Esa fue la señal que necesitaban el cordobés y el hombre de Porto Alegre. Se dieron cuenta de que podían y se animaron a ir por más.
Alfonso empezó a arriesgar un poco más con el smash y le salió bien. Julianoti afinó la volea de drive con la que suele manejar el ritmo de los partidos, y la final cambió.
Quiebre de servicio para el binomio argentino-brasileño en el séptimo game para llenarse de confianza y de ahí en más no soltar más el dominio del set. Nueva rotura en el noveno juego y 6-3.
Todo se había transformado. El relojito Arce-Dal Bianco ya no estaba fino y la maquinaria de Alfonso-Julianoti lucía muy aceitada.
El tercer set iba a poner a prueba una de las pocas falencias que tienen los Nº1: su poca capacidad de recuperación cuando las cosas se ponen cuesta arriba. Varios de los partidos que perdieron en los últimos tiempos fueron tras ganar el primer parcial y ceder el segundo. Les cuesta volver a conectarse.
Y en Saltillo no pudieron romper esa tendencia. Sufrieron un break en su primer turno de servicio y nunca lograron recuperarse.
Alfonso-Julianoti, plenos de confianza, se dedicaron a mantener su saque y cerraron el parcial y el partido en su segundo set point, en el noveno juego.
Grito de festejo para el argentino y el brasileño, que nunca van a olvidar esta semana de casualidades y causalidades.