Desde Israel, la entrenadora Blajaith Aguilar compartió con ESPN cómo viven las deportistas mexicanas la espera del avión que las regrese a su país
Tel Aviv bajo fuego. A kilómetros de ahí, se encuentra concentrada la Selección Mexicana de Gimnasia, que continúa entrenando en Israel, al ritmo de la canción ‘La llorona’, de la película Coco, para “despejar la mente” y sofocar “un poco” el ruido de la guerra.
“Justo a lado del pabellón de entrenamiento hay un búnker, hemos podido estar en las instalaciones, no tan libremente, pero sí seguimos entrenando”, comenta Blajaith Aguilar, entrenadora de la Selección Mexicana de Gimnasia Rítmica, desde Israel, a ESPN.
“Nos sirve mucho, las chicas necesitan despejarse en algo, ayer (domingo) sí estuvimos aquí completamente encerradas, porque sí estábamos nerviosas. Tuvimos día libre y nos quedamos aquí, fue contraproducente, el estar encerrado no es bueno ni para ellas ni para mí, si nos dieron la facilidad de tener el búnker a lado, pues salimos a hacer algo, despejar la mente, que era lo que necesitábamos”, explica Blajaith.
Suena “ay, de mí Llorona, Llorona de azul celeste…”, cerca del lugar en el que el conflicto entre Israel y Hamás se acerca a su punto más álgido. El eco de las detonaciones ya se escucha en la zona en la que están las gimnastas mexicanas, que se atreven a entrenar porque hay un búnker antimisiles al lado del complejo en el que trabajan.
“No se alcanza a escuchar mucho, apenas hoy tuvieron más acercamiento este grupo de Hamás, que empezaron a atacar Tel Aviv, que lo tenemos cerca, pero la realidad es que estamos alejadas, cada vez se va a acercando más el peligro, sería tonto quedarnos aquí y no regresar a nuestro país”, reconoce la entrenadora de la Selección Mexicana de Gimnasia Rítmica, que pidió auxilio por redes sociales.
Las deportistas mexicanas estaban en Israel para entrenar a lado de equipo Campeón del Mundo en la disciplina de gimnasia artística, pero han dejado de hablar de sus proyecciones de medalla para los Juegos Panamericanos o el sueño olímpico, en las entrevistas ahora les preguntan por misiles, disparos, aviones, guerra, narran que tienen 20 segundos para evacuar en caso de escuchar la alerta de bombardeo.
“No lo voy a comparar, porque no tiene nada que ver, en México estamos súper acostumbrados a la alerta sísmica, que escuchas. Algo que ya tenemos bien arraigado es este switch de supervivencia”, encuentra humor en medio del caos Blajaith Aguilar.
“Nos explicaron que si empezamos a escuchar la alarma, tenemos 20 segundos para llegar al búnker, llevarnos lo esencial, después de llegar al búnker, tienes que esperar unos 10 minutos más o menos. Si sigues escuchando la alerta te tienes que quedar adentro, porque quiere decir que siguen cayendo misiles o bombas, esperar hasta que termine y esperar lo mejor”.
En el tiempo que esperan el avión que las regrese a territorio mexicano, las integrantes de la Selección Mexicana de Gimnasia Artística han visto cómo sus colegas israelíes despiden a sus padres y hermanos, que se alistan para la guerra.
“Con esta situación vez la cara desconcertada de las personas que son originarias del país, triste. Sé que algunas de las gimnastas de Israel tuvieron que despedir a sus hermanos o padres, porque los mandaron llamar a la guerra, como familia, hermana o hija, eso te puede devastar”, narra Aguilar.
“No dejaré de quererte”, es la última estrofa de la canción de la Llorona de Coco, la que finaliza la rutina mixta que pretenden presentar el equipo nacional mexicano de gimnasia artística en los Juegos Panamericanos de Chile 2023, mientras cuentan las horas que tardará en llegar un avión de la Secretaría de Defensa Nacional para rescatarlas a ellas y otras 300 personas, que esperan salir de Israel para volver a México.
“Les decía a las chicas que este año ha sido difícil, porque hemos tenido bastantes situaciones, la verdad como equipo las chicas han sorteado bastante bien todo, y ahora podríamos decir que sobrevivimos a una guerra, lo decimos medio de broma medio preocupadas, esperemos que quede como una buena anécdota. Ni modo, nos tocó vivir esto y seguir adelante”.