<
>

¿Asfalto o arena?

Animarse a correr en arena puede traer muchos beneficio, pero hay que estar atentos a algunos aspectos. Getty Images

¿Quieres pasar unas vacaciones en la playa sin abandonar tus entrenamientos? ¿Crees que es mejor seguir corriendo en el asfalto? ¿O será una buena oportunidad para hacerlo por la arena? Para responder esta pregunta, debes tener en cuenta algunos factores que te ayudarán a evitar lesiones.

Lo positivo de correr en la arena es que, debido a la deformación del piso en el momento de cada pisada, se reduce notablemente el impacto al correr, y de esta manera las articulaciones se ven beneficiadas. Otro de los beneficios es el fortalecimiento de la región fascia plantar del pie, así como de otros músculos estabilizadores y propulsores, debido a la fuerza extra que debemos hacer por esta deformación del piso, algo que hace que correr en la arena sea "más pesado".

Como cara negativa de correr en la arena, podemos mencionar una pérdida del rendimiento, debido a que en la propulsión no se transfiere la energía como cuando corremos en el asfalto. Esto también generará una sobrecarga muscular y articular, por lo que es recomendable variar entre sesiones en arena y en terrenos más duros. Tampoco es bueno realizar trabajos de mucha duración en la arena, sin un previo período de adaptación. Las sesiones deben ser progresivas, comenzando con tramos menores e incrementando los kilometrajes de forma muy lenta.

¿Te animas a correr en la arena?