GREG NORMAN
Golfista retirado del PGA Tour
20 veces ganador de títulos en el PGA Tour
Miembro del Salón de la Fama del Golf Mundial
EDAD: 63
ESTATURA: 6-0
PESO: 184 libras (83,5 kg)
Greg Norman, uno de los golfistas más dominantes de las décadas de 1980 y 1990, no frecuenta mucho los 'links' de golf en estos días, pero el lector no debe engañarse y pensar que "The Shark" (El Tiburón) está fuera de forma. Con 63 años de edad, es posible hallarlo haciendo senderismo en Kirguistán, explorando cenotes en Yucatán o planificando un buceo debajo de las planchas de hielo de la Antártida. Norman se detuvo el tiempo suficiente para la edición 'Body' de ESPN como para poder hablar sobre la dieta y acondicionamiento físico que adoptó durante su carrera, su régimen de ejercicios después de su carrera y las montañas que todavía piensa escalar.
Yo realmente creo que fue mi experiencia en el 'surf' la que me permitió adaptarme tan rápidamente [al golf]. Yo tenía 16 años cuando me inicié en este deporte. Mi primer 'handicap' fue 27; mi primera puntuación oficial fue 108. Pero era muy bueno practicando 'surf'. Cuando uno se mete en una ola doble con mucha turbulencia en el agua, tu propiocepción [consciencia sobre la posición corporal] desde tus pies hacia arriba hasta tu propio centro, genera mucha estabilidad. Así que mis músculos internos detrás de mi ombligo y mis abdominales inferiores eran tan fuertes al detectar cualquier cosa, que yo podía hacer esas mínimas correcciones como cuando uno entra en la ola. Cuando uno hace un 'swing' con un 'driver' a 128 millas por hora (206 km/hora), como se supone que me grabaron alguna vez, puedes hacer esos mínimos ajustes con tus músculos en cualquier momento para corregir el ángulo de ataque o corregir el plano de tu swing.
Para lanzar la pelota muy lejos, tienes que aprender a hacer el 'swing' desde el suelo hacia arriba. Es fuerza esencial. Son tus glúteos, tus abdominales, tus músculos de los muslos. Es tu base. Cuando haces el 'swing' desde el suelo, estás almacenando muchísima energía en tus zapatos. Cuando quieres liberar esa energía, debe ser en una secuencia que se concentre correctamente en el impacto. Yo tenía una increíble velocidad en los músculos de contracción rápida. Mis caderas eran realmente rápidas. Esa es la razón por la que podía lanzar la pelota tan lejos cuando el equipo realmente nunca te hubiera permitido lanzar la pelota así.