<
>

De Puerto Rico al mundo, Adriana Díaz es la estrella precoz del Tenis de Mesa

El tenis de mesa es motivo de celebración, camaradería y competición para el clan Díaz. El deporte es todo un asunto de familia para ellos.

Adriana Díaz, entonces con cuatro años, tomó la raqueta por primera vez sobre una mesa armada por su padre Bladimir (entrenador de tenis de mesa a tiempo completo) en su hogar. Seguía los pasos de su padre y madre (Marangely, quien es abogada). Ambos habían jugado de forma competitiva. Las tres hermanas de Adriana (Melanie, Gabriela y Fabiola) también practican la disciplina.

Adriana se destacó de inmediato, dominando partido tras partido, año tras año. Para 2016, cuando Adriana tenía 16 años, se había convertido en la primera tenista de mesa puertorriqueña en clasificar a unos Juegos Olímpicos. En Río de Janeiro, venció a la nigeriana Olufunke Oshonaike 4-2 en la ronda preliminar antes de perder ante la francesa Li Xue 0-4 en la segunda ronda.

“Intenté jugar con muñecas, pero… siempre fui una chica deportista”, expresó Adriana en una entrevista vía telefónica. “Sabía que el tenis de mesa era lo mío. Era algo divertido y era muy buena practicándolo”.

Con su raqueta Zhang Jike Super ZLC en mano, Adriana, que ahora tiene 18 años, ascendió al puesto 33 en los rankings mundiales femeninos de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITFF, por sus siglas en inglés). Es la estrella en ascenso de este deporte y representa la consecución del sueño que, en su momento, perseguían sus padres.

Adriana atribuye su éxito a su familia. “Mi hermana Melanie (dueña actual del puesto 136 de la ITFF) fue siempre mejor jugadora”, dice Díaz. “Ansiaba tanto ser como ella. Me enseñó como moverme y a tener fortaleza mental. Y mi papá, al igual que el resto de mi familia, siempre me dijo que tenía calidad y me alentaron para que siguiera jugando”.

"En la mayoría de las ocasiones, siento que (mis oponentes) tienen más miedo que yo." Adriana Díaz

Adriana creció en Utuado (ubicada en la región central montañosa de la isla), donde el tenis de mesa es percibido más como pasatiempo que como deporte. Ella aspira cambiar esa idea: “La gente en Puerto Rico está empezando a ver este deporte. Pienso que mis hermanas y yo, entre otros jugadores, están despertando el interés de la gente”.

Cuando Adriana se pone frente a la malla, con la raqueta por delante, son solo ella y su rival. Su familia la ayudó a llegar allí pero no pueden guiar sus manos. A la hora de recordar su primer partido internacional, disputado en la República Dominicana a los 6 años, en la categoría sub-11, dice: “Estaba nerviosa”. Sin embargo, hoy en día, compite contra mujeres que le superan en edad por más de una década.

Durante el Campeonato Panamericano 2018 de la disciplina, disputado en noviembre pasado en Santiago de Chile, Adriana se enfrentó a Zhang Mo, jugadora oriunda de China y representante de Canadá, de 29 años. Zhang ha llegado a ocupar el puesto 21 en el ranking mundial. A pesar de ello, Adriana no permitió que la clasificación, experiencia y edad de Zhang (o la de cualquier otra rival) la intimidase.

“En la mayoría de las ocasiones, siento que (mis oponentes) tienen más miedo que yo. Eran grandes y yo pequeña… aunque, quizás tenían miedo”, afirma Adriana. “Aprovecho esa situación y pongo mi mayor esfuerzo. Creo que ellas… piensan: ‘¡Oh, esta niña!’”.

Su padre denominó a la actuación de Adriana en el Campeonato Panamericano como “espectacular” en una entrevista con el diario boricua El Nuevo Día: “Le ganó a jugadoras del mejor nivel del continente. Y no solo del continente, sino que son jugadoras que tienen resultados a nivel mundial”, expresó Bladimir. Adriana retuvo su título en sencillos femenino, reservándose el puesto más alto del podio.

Alcanzar ese nivel de grandeza a una edad tan joven requiere de compromiso. Adriana practica seis días a la semana, dos veces al día. Además, complementa sus prácticas con entrenamientos de musculación, yoga y carreras.

“El yoga me ayuda a mantenerme calmada y concentrada. Después, entreno con mancuernas y corro para hacer cardio, mi entrenador me ayuda”, dice Adriana. Su vida se encuentra perfectamente reglamentada porque ella tiene objetivos a largo plazo con su juego.

“Si practico y entreno fuertemente, quizás podré llegar a alcanzar el Top 5 a nivel mundial”.

El tenis de mesa no es exactamente un deporte prominente, especialmente en Puerto Rico. Al menos, no por ahora. Mientras ella maneja su trabajo escolar y las prácticas, Adriana ha debido lidiar con la búsqueda de patrocinios. Afortunadamente, el cantante y rapero Daddy Yankee ha hecho su aporte en ocasiones anteriores.

Según el rotativo Metro PR, la estrella del reggaeton costeó los pasajes aéreos de Adriana y su hermana Melanie (junto a su entrenador) a fin de competir en el Abierto de Tenis de Mesa, disputado en Suecia y Austria el año pasado. Típicamente, el Comité Olímpico de Puerto Rico asume los gastos de los atletas que compiten en torneos de envergadura, pero considerando la crisis de deuda externa que ha devastado la isla, especialmente tras el paso del Huracán María, la organización no estaba en capacidad de hacer semejante inversión.

“Puerto Rico no tiene mucho dinero”, afirma Adriana. “Daddy Yankee salió al frente y nos ayudó. Fue un gran honor”.

Adriana se muestra ensombrecida cuando piensa respecto al daño hecho por María a las costas de Puerto Rico. Ahora, eso también forma parte de su historia. Estaba compitiendo en Cartagena, Colombia, cuando la tormenta Categoría 4 tocó tierra en septiembre de 2017. La electricidad falló y las líneas telefónicas quedaron fuera de servicio. Era dificil poder comunicarse con su familia.

“Utuado (donde mi familia aún reside) fue muy afectada”, expresa Adriana. “Dos meses después, cuando llegué a casa, la gente necesitaba ayuda. Ropa y enseres. Hice una donación y pedí que otras personas hicieran lo mismo”.

La responsabilidad de ser una de las estrellas en ascenso más brillantes del mundo del tenis de mesa, mientras se equilibran las prácticas, tareas escolares, obligaciones familiares con los problemas típicos de la adolescencia, pesa sobre los hombros de Adriana. Aunque ella intenta mantener una existencia “normal”.

Se entretiene con los juegos de video: Super Smash Bros. es uno de sus favoritos. Adriana aparta tiempo para sus amigos, entre los entrenamientos y las competencias. Además, considera una carrera en ingeniería aérea, espacial o mecánica para el futuro.

Tiene varias metas y hacerse con el oro en el mayor escenario mundial es una de ellas. “Al igual que cada atleta, quiero una medalla olímpica. Si me mantengo enfocada… lo conseguiré”.

Ericka N. Goodman-Hughey es editora senior de espnW. Su cuenta de Twitter es @ericka_editor