En el mismo año que Barack Obama se convirtió en el primer presidente negro de Estados Unidos, falleció el rey del pop Michael Jackson y Facebook sobrepasó los 350 millones de inscritos, Usain Bolt consolidó lo que ya en ese entonces era una realidad, ser el humano más veloz de la historia.
Esa consagración absoluta llegó el 16 de agosto durante la final de los 100 metros planos en el Campeonato Mundial de Berlín. Allí devoró la distancia en 9.58 segundos, y lo hizo dejando cierta sensación de displicencia. Como si hubiera podido esforzarse más. Aun así, rebajó en ¡11 centésimas! su propio récord mundial de 9.69, algo inaudito en la historia de la prueba.
Se acercan los Juegos Olímpicos de Tokio -si finalmente se celebran dado el peligro que genera la pandemia de coronavirus que azota al planeta, y la pregunta que muchos pudieran estar haciéndose es: ¿quién será su sucesor?
Para ser sincero, quién le sigue en sucesión a mí no me quita el sueño.
Eventualmente alguien asumirá ese reinado; ya está en línea para ejercer ese derecho el estadounidense Christian Coleman, dueño de las tres mejores marcas mundiales en cada uno de los años previo a Tokio 2020 y que dominó en el Mundial de Doha (entre el 28 de septiembre al 6 de octubre de 2019) con 9.76 segundos.
Lo que verdaderamente me intriga es saber hasta cuándo ese 9.58 sobrevivirá como marca mundial. Ya van diez años... y ahora mismo, nadie parece capaz de lograrlo.
En la era de la Federación Internacional de Atletismo (1912-presente), la máxima duración de un récord mundial en la prueba de 100 metros para hombres fue de 20 años. El 10.2 de Jesse Owens en 1936, fue varias veces igualado, pero conservó su vigencia hasta el 10.1 de Willie Williams conseguido en 1956.
Del récord de 9.95 (en 1968) del estadounidense Jim Haines al 9.93 (1983) de su compatriota Calvin Smith pasaron 15 años. De ahí en adelante ningún atleta había podido ostentar por más de cinco años el tope de la velocidad en el hectómetro, bueno... hasta que apareció Bolt.
El 9.58 segundos del retirado (en 2017) prodigio jamaicano luce con potencial para sobrepasar las dos décadas. Ningún corredor, salvo él mismo en la final olímpica de Londres con un 9.63 s, ha estado siquiera cerca de ese crono.
El jamaicano Yohan Blake (30 años) y el norteamericano Tyson Gay (38) son los corredores que menos lejos han estado. Ellos registraron cada uno 9.69 en una ocasión, pero nunca más bajaron del 9.70.
Tampoco los mejores tiempos de los últimos cuatro años: 9.80, 9.82, 9.79 y 9.76, a 18 centésimas o más del 9.58, auguran que habrá un cambio inminente en el status quo, razón por la cual Usain Bolt dormirá tranquilo y con su récord vigente por mucho tiempo más.