Para Alfredo Hueto las pasiones del deporte se encuentran entre la magnesia y el pasto. Nacido en Cataluña, amante del Barcelona de Messi y avecindado en México desde 2010, se ha convertido en el escultor de Alexa Moreno, a quien sacó del retiro para llevarla al podio mundial en 2018, la final de salto la próxima semana y clasificarla con nueve meses de anticipación a los Olímpicos de Tokio 2020, a donde llegará con el reto que lo llevó a Tijuana aquel 15 de marzo: llegar al podio olímpico.
Hueto llegó para convertir en medallista olímpico a Daniel Corral, contratado por el Instituto del Deporte de Baja California gracias a las medallas ganadas para su país con Gervasio Deferr, era el cocinero que iba a convertir en gourmet a la mayor promesa de la gimnasia mexicana de aquel momento. Por razones que sólo pasan en México, Alfredo terminó embarcándose a una aventura que no estaba en la ruta olímpica: Entrenar mujeres.
Nueve años después, ya naturalizado “y con mi credencial del INE”, este hombre que acaba los entrenamientos sabatinos en Baja California y busca en el televisor el partido del Barcelona a 10 mil kilómetros de distancia, es el responsable de trazar el camino a Tokio 2020 de Alexa Moreno, la mejor saltadora de caballo nacida en suelo mexicano y una mujer que ilusiona con el podio olímpico.
“Después de tres medallas olímpicas (con España) hay que intentar buscar nuevos retos. Cuando mi amiga Andrea Gómez (presidenta de la Asociación de Gimnasia de Baja California) me propuso venir a trabajar con Daniel Corral, pensé que era un buen reto venir a hacer otra medalla olímpica con otro gimnasta, luego pasamos a la femenil, mi reto fue hacer una medalla mundial u olímpica con una mujer”, relata en conversación telefónica.
Hueto entiende que llegar al máximo nivel en la gimnasia mundial es una cuestión de sacrificio y esfuerzo, lo supo desde que fue deportista y luego mentor formado en la escuela soviética. Conoció a Alexa y depositó su confianza cuando ni ella misma lo hacía. El dueto entrena siete horas diarias a doble sesión de lunes a sábado, y esa constancia les llevó a ganar el año pasado en el Mundial de Gimnasia en Doha la medalla de bronce en salto de caballo. Fue ella la primera mujer mexicana en obtener una medalla mundial en gimnasia, antes sólo lo había logrado Corral en varones, y lo hizo al lado de la máxima ganadora de preseas en la historia de este deporte: la estadounidense Simon Biles.
“Para mi también fue una sorpresa trabajar con mujeres. Llevaba 30 años de entrenador y nunca había trabajado con mujeres. Es otra cosa, no se cómo definirlo, siendo el mismo deporte hay cosas muy distintas”, explica. “Cada mujer es un mundo, Alexa tiene un nivel de sacrificio altísimo que no había encontrado en muchos varones. Hay cuestiones que afectan a la mujer como la fisiología, la fuerza que en un hombre se va ganando y en la mujer es más complicado, además influyen sus ciclos menstruales, la mujer tienen más tendencia a ganar peso, esa fisiología se nota en el entrenamiento”, relata.
Alexa Moreno participó en los Juegos de Río 2016, no calificó a finales y en redes sociales fue atacada por su físico, más fuerte y robusto que las clásicas representantes de la europa oriental. Luego de esa aventura, Alexa volteó a la Universidad, se concentró en su formación académica y pasó dos años sin entrenar. La cosquilla de volver a competir la regresó a los gimnasios, y Hueto entró en acción.
“Fue con paciencia, como casi todo en la vida. Pasaron unos cuantos meses antes de entrar en forma, de recuperar el peso óptimo, la fuerza. Fue con paciencia, ilusión y mucha confianza sabiendo que tenía la capacidad de estar donde está ahora, sabiendo que puede estar más arriba”, cuenta Alfredo. “El sistema de preparación física femenil también ha evolucionado hacia el camino de los hombres, podemos ver que muchos entrenadores que antes trabajábamos con hombres ahora lo hacemos con mujeres, aplicamos métodos de entrenamiento a los que usábamos con varones, la utilización de cargas más fuertes se hace más notoria, por eso esos cuerpos más atléticos”, explica, antes de soltar el objetivo de la medalla en Tokio 2020: “Vamos a ver si es posible en Juegos Olímpicos. Hay que trabajar por retos, sino pues estás muerto”, concluye.