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Sin nada que envidiarle al pasado

Los gigantescos deportistas con los que convivimos hoy, nos permiten dejar atrás la melancolía por lo que ya fue para en cambio, sacar pecho por todo lo que estamos atestiguando

Qué difícil imaginar que el momento deportivo que vivimos hoy se pueda superar mañana. Aunque seguro así pensaron también los que coincidieron con Di Stéfano, Pelé o Maradona. O los que siguieron la carrera de Nicklaus o Palmer y vieron a Connors y más tarde a Sampras. Lo mismo para quienes entendían imposible que naciera un mejor nadador que Spitz, un mejor atleta que Lewis o un piloto más ganador que Fangio y más tarde que Schumacher. Vaya, hasta intocables de la talla de Montana o Jordan tienen hoy competidores que les hacen sombra.

Hoy somos contemporáneos de Messi y de Cristiano que, en el deporte más popular del planeta, han sido capaces de mantener un nivel y una diferencia respecto al resto, casi insuperable para lo que venga después.

Hemos seguido también los 20 títulos de Grand Slam que ya presumen tanto Federer como Nadal gracias, entre otras cosas, a exhibiciones como la que fue capaz de dar Rafa estas últimas semanas en Roland Garros. Y junto a ellos podemos gozar de otro talento único como Djokovic.

Lewis Hamilton ha perseguido a velocidad endemoniada cada marca de Schumacher y acabará su carrera, al menos en registros, como el mejor en la historia de la F11.

Tom Brady necesitó de los dedos de la otra mano para poderse seguir colocando anillos de campeón en la NFL. Michael Phelps se tiró al agua para devorarse todos los récords y colgarse 23 medallas de oro. Si él solo compitiera contra el resto de países en el mundo, ocuparía el puesto 32 en el medallero histórico de los Juegos Olímpicos.

Pudimos ver a Tiger Woods revolucionar un deporte como el golf, aunque aún con el pendiente de alcanzar al Oso Dorado (casi seguro que no lo hará) en el número de Mayors ganados.

Y LeBron James pegó un salto desde la preparatoria para desafiar a su majestad Michael Jordan y por lo menos abrir un debate sobre las condiciones de cada uno relanzado este domingo tras el 4º título de James.

Por las Grandes Ligas han desfilado también en los últimos años peloteros de enorme calidad aunque los nombres de Babe Ruth, Joe DiMaggio o Mickey Mantle entre muchos más parecen seguir dominando.

Como sea, los gigantescos deportistas con los que convivimos hoy, capaces de regalarnos fines de semana como el más reciente, nos permiten dejar atrás la melancolía por lo que ya fue o por lo que no vimos para en cambio sacar pecho por todo lo que estamos atestiguando y poder decir que hoy, no tenemos nada que envidiarle al pasado.