El español Carlos Alcaraz, número tres del ordenamiento ATP, tuvo otro enorme día en la oficina. Precisamente en Indian Wells, donde ahora acumula 14 triunfos consecutivos y es el actual bicampeón. Brilló ante el canadiense Denis Shapovalov (28º), reciente ganador en Dallas, en la cuestionada cancha central del complejo estadounidense, la que muchos pares del circuito criticaron, pero a diferencia de ellos le dio el visto bueno.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero, ganador de 17 trofeos, se había pronunciado días atrás al respecto, sosteniendo que no entendía las razones del cambio de superficie (pasó a ser más rápida y con piques más alto, en palabras de los protagonistas), pero después de pisar el estadio en distintos entrenamientos y luego jugar por los puntos en la segunda y tercera ronda del certamen, cambió de parecer. De modo que contradijo las opiniones de Novak Djokovic, Daniil Medvedev (ironizó que están más lentas que la arcilla) y Jack Draper, entre otros, quienes notaron modificaciones.
"Recuerdo haber hablado de ello en la semana, pero había aún no lo había intentado cuando hablé de ello. Así que ahora mismo, que he practicado un par de veces y he jugado dos partidos, es más o menos lo mismo. Es como la misma cancha, muy lenta y con mucho bote. Es totalmente diferente cuando juegas de noche o de día, pero yo practico. Por ejemplo, esta mañana, que hacía mucho calor, la pelota botaba súper fuerte y la cancha estaba súper lenta. Entonces no sentí ninguna diferencia, lo cual para mí creo que es bueno. Pero sí, dijeron que lo cambiaron, pero si nadie me lo hubiera dicho pensaría que es lo mismo", afirmó sin vueltas el medallista de plata en los Juegos de París 2024, que realizó un cambio sorpresa de raqueta.
En otro tramo de la conferencia de prensa, el murciano, de 21 años y proclamado en cuatro Grand Slam, se refirió a sus fanáticos "hombres abejas", quienes aparecieron en pantalla e hicieron reír a Carlitos con sus ocurrentes disfraces, los cuales hacían referencia a la situación tragicómica del 2024, cuando un enjambre de abejas azotó el estadio californiano y obligó a frenar su encuentro ante Alexander Zverev por 45 minutos.
Con sentido del humor, Alcaraz dijo: "Es gracioso. Me ayudó mucho, porque, ya sabes, durante todo el primer set, los miraba y me reía. Y siempre digo que cuando me río y cuando me divierto en la cancha, muestro un buen tenis. Probablemente gracias a ellos también pude mostrar un buen tenis. No me di cuenta hasta el segundo partido que estaban, cuando la cámara los puso en pantalla. Así que fue divertido. Me hice un selfie con ellos al final, porque creo que se lo merecen".
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