Los Diablos vivieron un caos

Minutos antes de las 13 dispararon toda su ira porque inesperada y rápidamente se agotaron las populares visitantes, luego de que no se respetara la prioridad para los socios del club de Avellaneda

BUENOS AIRES -- Pese a que soportaron más de un día a la intemperie y que la venta se inició con más de una hora de demora, centenares de hinchas de Independiente exclamaron esta mañana estar "muy felices" luego de haber comprado las primeras entradas populares para presenciar el clásico del próximo domingo ante San Lorenzo de Almagro.

Así se manifestaron a las 11.10, pero minutos antes de las 13 dispararon toda su ira porque inesperada y rápidamente se agotaron las populares visitantes, luego de que no se respetara la prioridad para los socios del club de Avellaneda.

Entonces, se registraron airadas protestas, insultos contra la flamante directiva de Independiente y los policías apostados en el lugar, que debieron actuar preventivamente ante unas cinco cuadras de cola con hinchas insatisfechos. Incluso, para conseguir un boleto, un hincha amenazo con cortarse las venas al grito de "Tengo sida, tengo sida", por lo cual fue reducido y detenido por los uniformados.

"Ya somos campeones, porque Boca se recibió de gallina el domingo pasado", gritaron exultantes y pletóricos de optimismo los aficionados del "Rojo" en el estadio del club de Avellaneda, mientras blandían el ticket de la popular, como si se tratara de un trofeo.

Con torsos desnudos o enfundados en la casaca colorada del "Diablo", aseguraron que sólo habían adquirido "una (entrada) general mostrando el carnet, con la cuota al día", condición que con el transcurso de sólo una hora quedó sin efecto.

El frenético y violento expendio de las populares para el trascendente encuentro del domingo a las 17.10 en el Estadio Nuevo Gasómetro, donde el que con sólo igualar puede coronarse el equipo dirigido por Américo Gallego, comenzó a las 11.10, con una hora y diez minutos de atraso a la hora estipulada por los dirigentes de la entidad de Avellaneda.

Centenares de hinchas locales se agolparon desde hace más de un día frente a las ventanillas del estadio de Alsina y Cordero, donde anoche la hilera se prolongaba más allá de dos cuadras, para comprar las 12 mil generales visitantes, cotizadas a diez pesos cada una.

Los asociados de Independiente tuvieron prioridad este primer día de venta, mientras los que no lo son podrán hacerse del remanente a partir de mañana. La falta de organización también se registró ayer durante la comercialización de plateas.

Fue cuando los adictos al Rojo mostraron indignación por el precio de las 11.300 plateas puestas a su disposición: 8.400 del Sector Sur a 80 pesos, y las restantes del codo adyacente a 60. En el caso de los menores, hasta 11 años, habrá una rebaja del 50 por ciento, pues se venderán a 40 y 30, respectivamente.

El clásico por la última fecha del torneo Apertura, para el que se prevé un operativo de seguridad que demandará más de 800 policías, puede definir la competencia en favor de Independiente, ya que el equipo de Avellaneda llega con una ventaja de tres puntos sobre el escolta Boca Juniors, que recibirá en esta última fecha a Rosario Central y se jugará lo que le queda de chance para igualar la línea del líder.

Independiente será campeón si gana o empata, pero si pierde también podrá dar la vuelta olímpica si Boca no gana su encuentro ante el conjunto rosarino. Si el puntero pierde y Boca gana deberán jugar un cotejo de desempate.

-DYN


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