La Copa Oro 2015 de la CONCACAF arranca el martes, con el campeón del torneo ganando el derecho a jugar con los Estados Unidos un encuentro de playoff por un lugar en la Copa Confederaciones del 2017.

México sufrió una baja importante el miércoles en el partido amistosos ante Honduras, cuando el delantero del Real Madrid, Javier 'Chiccharito' Hernández se reportó con fractura de la clavícula derecha. Inicialmente los reportes eran que Hernández se perdería la Copa Oro por la lesión.

Lo que México necesita es no preocuparse por: El reemplazo de los goles del 'Chicharito'.

Desde el arranque del 2013, la ofensiva actual de México ha sido mejor sin la presencia de Hernández. En aquel momento, México promediaba un gol por cada 101 minutos cuando Hernández estaba fuera del terreno de juego, comparado con el promedio de un gol por cada 114 minutos con él dentro de la cancha.

Del 2010 al 201, Hernández promediaba un gol por cada 1.5 juegos que disputó con México. Desde 2013, su producción ha caído a un gol por cada 2.6 juegos con la Selección Mexicana.

Afortunadamente para México, otros jugadores han mejorado mientras la producción del 'Chicharito' se derrumba. Cinco delanteros han conseguido anotar una mayor cantidad de goles en un rango de 90 minutos con México que lo que consiguió Hernández desde el arranque del 2013. Entre ellos están Oribe Peralta y Carlos Vela, quienes están en la lista preliminar para la Copa Oro.

Lo que México necesita es preocupare por: Crear más oportunidades sin el 'Chicharito'.

México, tanto en los juegos de calificación como en sus encuentros del Mundial de Brasil 2014 (16 en total) mostró que genera menos oportunidades de anotación cuando Hernández no está en el campo. Los toques de la Selección Mexicana, atacando con un tercer toque de pelota e intentos de pase por cada 90 minutos fueron muchos más altos cuando Hernández estaba en el encuentro.

Craig Wachs y Eduardo Souss colaboraron con este reporte.

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SANTIAGO -- Entre la audacia y la inconciencia. Entre la temeridad y el suicidio. Entre el sadismo y la inocencia. No parecen tiempos para experimentos y aun así se mete a poner sus ideas en probetas frágiles.

Cuando Miguel Herrera veía su ensayo desmoronarse en el primer tiempo, con ese 0-2 a favor de Costa Rica, la histeria era general. Jugaba el Tri sin un eje sustancial que fuera dique y puente. Les exigió esa labor a Carlos Vela y a Gio dos Santos. O no supieron o no pudieron o no quisieron. Y Andrés Guardado y Héctor Herrera, sin poder ser soluciones, fueron cómplices.

Y convencido, apabullado, por la mentecatez de sus experimentos cuando la Copa Oro está a diez días de ponerle cita y exigencias, puso después a cada quien en su sitio, dejó de inventar, de investigar, de improvisar, de ensayar, y el Tri igualó 2-2, y pudo romper el equilibrio cómodamente, pero se rehusó, aunque al final, lo pudieron hacer también los ticos.

Si la osada insensatez de Herrera tiene fundamentos reales en el trabajo de la semana, entonces seguramente está amparado y convencido de que sabe cómo y sabe con quiénes irá al frente en esta Copa Oro.

Atreverse a romper el orden y el equilibrio, fundamentales en sus estrategias, podría significar un ensayo para lo que debe enfrentar ante tres seleccionados nacionales que, en este momento, están muy por debajo de Costa Rica.

Ante Guatemala, Trinidad y Tobago, y Cuba puede entenderse esa desmesura, esa arrogancia de poner a sus tres mejores atacantes, sin equilibrio, aunque el despropósito evidenciado ante los ticos debe hacerlo cavilar.

Hábil, sabedor de las virtudes, los ajustes para el segundo tiempo, con Esquivel y Vázquez, dieron frutos de inmediato. Retomó pelota, control, posición y posesión, y sólo volvió a perderlos, cuando la cascada de cambios rayó, como es lamentablemente natural y obvio, en los juegos amistosos, en una burda pachanga, mientras Costa Rica se lo seguía tomando muy en serio.

¿Volverá a experimentar ante Honduras en Houston o ya le dará sentido final a su verdadero once inicial?

Cierto, ambos partidos, que por reglamento debería haberlos prohibido la Concacaf -sí, la acéfala, desprestigiada, humillada Concacaf-, son estrictamente de preparación. Al final, es la base mundialista, aunque a los aficionados y a algunos analistas los ponga histéricos el no entender las razones claramente de estos experimentos contrarreloj.

Es obvio, sin embargo, que en ese estado de inconsciencia o de imprudencia o de osadía calculada, Miguel Herrera agita un avispero que ya cascabeleó desde su tuit ecológico, pasando por la eliminación en Copa América, hasta irse al otro extremo y lanzar tuits casi terroristas a través de su cuenta.

Es decir, el horno no está para bollos, pero Miguel Herrera se atreve a la irracional ligereza de meter las manos sin guantes al fuego por sus propias creencias.

Las turbulencias que levantó contra él ese 0-2, se disiparon en brisas cuando Giovani y Javier Hernández pusieron el 2-2, en una tregua que le permitió al 'Piojo' volver a experimentar en lugar de mantener la plantilla y marcar la ventaja.

Así, queda claro que ese 0-2 ni es para apretar botones de histeria y alarma, como tampoco el 2-2 es un certificado de que puede darse esos lujos arrancando la Copa Oro.

Y por otro lado, ese 0-2 es reflejo de la tozudez de un entrenador que peca, tal vez, de una excesiva confianza de que el mejor grupo de jugadores mexicanos de que dispone le alcanza para beberse, a tragos largos, la gloria en el cáliz de la Concacaf.

Pero, también por otro lado, el 2-2 tras el sufrido trámite y voltereta, no parece ser lo más acorde al clima de inestabilidad y de escepticismo que merodea al 'Piojo' en este momento, más por sus deslices extra cancha, en redes sociales para ser exactos, que por el mismísimo fracaso -bautizado así por él-en la Copa América.

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SANTIAGO -- Chile almacena todo el arsenal que incomoda a Uruguay. Uruguay dispone de todo el pertrecho que incomoda a Chile. La pareja más dispareja de los Cuartos de Final de la Copa América.

Y todo eso nutre de fascinación esta confrontación. Un especialista en demolición y un especialista en aislamiento. Pero, en el otro extremo, ni Uruguay es inofensivo ni Chile tiene firmes los cerrojos en su defensa.

Es evidente que ante el poderío integral de Vidal, Medel, Alexis, Valdivia, Vargas, y con una rutina indeclinable de ataque con Jorge Sampaoli, la selección de Chile, con una dominante fase de grupos, aparece como el equipo más poderoso de la competencia, con un respaldo inagotable por parte de su afición que se relame las esperanzas de poder finalmente alzar una Copa América.

Con una generación de alto calibre, Chile puede salir como favorito ante Uruguay, porque además agrega dinámica y vértigo, y es capaz, en una ofensiva bien armada de colocar hasta cinco jugadores en condiciones de remate en el área, en un ataque con hasta siete elementos.

Y sin conocer tregua ni pausa, Chile suele ser envolvente asfixiante, lo que complica incluso la capacidad de respuesta del adversario, a menos que sostenga la capacidad de ese mismo ritmo, especialmente por el desafío de que no ha podido someter a los charrúas desde 1983 (2-0).

Uruguay, mientras tanto, no tiene ni a un caudillo como Forlán, y su mejor jugador sigue en los calabozos de la FIFA, y Luis Suárez muerde el sillón con desesperación, mientras contempla a lo lejos, y arrepentido, perderse la Copa América por hincarle el diente a Chiellini.

Este Uruguay, como la mayoría de sus predecesores, está más apegado a la comodidad propia de peleas en terrenos cortos, directos, frontales, físicos y de choque corporal. Si insiste en ello ante Chile, sufrirá para detenerlo, especialmente porque en el ataque masivo, habrá opciones de distracción y de relevos.

Los charrúas no ocultan sus intenciones. Con la bandera rancia ya de la garra, y con limitaciones de talento, en un equipo que urge al recambio, podrían apostar hoy por irse directamente a penales, con la esperanza, más aventurado que venturosa de resolver la historia en el manchón de los cobros para poder finalmente vencer a Chile de nuevo en el Estadio Nacional, algo que no consiguen desde 1941.

Hay quien compadece a Cavani. El drama personal de su padre, suponen algunos, lo mantendrá aislado, difuso, perdido, confundido. Todo lo contrario. Este miércoles será "el" partido de y para Cavani.

Esa será el arma en la mesa de noche de Óscar Washington Tabárez, consiente del potencial espiritual de su grupo, que sólo ha perdido un encuentro de los últimos nueve en ediciones de Copa América.

En un país, en un balompié, en el que más que una afición, una pasión, es una doctrina, una religión y un proyecto de vida, para Cavani el mejor acto de veneración, el mejor bálsamo para su padre, es precisamente honrarlo en la cancha, y a su lenguaje, en la red.

Afortunadamente, Chile tiene un psicólogo magnífico en Jorge Sampaoli. Un maestro en el arte de exaltar espíritus y que ha llenado a La Roja y a sus seguidores de esa tenaz voluntad y devoción por ganar esta competencia.

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VALPARAÍSO -- Con la Copa América rebosante de fracaso, Miguel Herrera pretende curarse la resaca llenando la Copa Oro de promesas: "Es una obligación ganarla", dijo en rueda de prensa en Orlando, Florida.

Contenido, agazapado, meticuloso, paciente, 'El Piojo' volvió a la tribuna pública. Al arrancarse la piel herida de la Copa América --"nada que hablar, fue otro grupo (de jugadores)--, eligió la metamorfosis y se concentra en el torneo estelar de la Concacaf.

Sus respuestas, su mímica, ese lenguaje silencioso pero inconfundible de su rostro, rebelan la bronca que acuna dentro. Quisiera desgañitarse. Como jugador siempre fue en busca de la revancha, del desquite. Pero se aplaca, se contiene.

'El Piojo' ha entendido al coronel Pierre Choderlos de Lacios: "La venganza es un plato que se come frío", escribió en su obra Amistades Peligrosas.

La actitud tiene los claroscuros de las pasiones humanas. Con esa arma de dos filos, puede cortar cabezas, o rebanarse la suya. La decapitación dependerá de su habilidad.

    1.- Para la selección mexicana es valioso tener ese motor encendido en su técnico. Miguel Herrera ahora trabajar montando la palestra desde la cual pueda lanzar el discurso vindicativo. Las únicas herramientas para merecer ese foro, se las dan las victorias. Y mientras más sume zaleas de los adversarios, más monumental será el estrado del discurso vindicatorio.

    2.- Y puede ocurrir todo lo contrario. En el afán de convertir en una revolución personal, arrastrar voluntades que deben permanecer permeadas, como las de los jugadores, puede significar un mensaje equivocado. La sangre negra de la revancha puede contaminar el mensaje, y el tono y el entorno del mensaje. Si 'El Piojo', inconscientemente o no, inconsecuentemente o no, provoca una epidemia de objetivos personales, creará confusiones.

De entrada, parece que 'El Piojo' ha demostrado ser un hábil y audaz motivador de grupos. Aísla y se aísla de factores mezquinos.

Al convertir en un desafío personal secundario, oculto, enclaustrado, marginado, en sus sesiones de trabajo y en los días del mismo juego, Miguel Herrera encontrará su escenario perfecto para confrontar las cunetas que le queden pendientes.

Incluso, tal vez, si conseguido el objetivo, le endulza el sabor de esa gloria efímera, entenderá lo inútil y estéril que es el anhelo de revancha. Comprenderá, si gana la Copa Oro, que la misión cumplida rebasa el eventualmente deleznable deseo de vendetta, y de resarcirse puerilmente de cualquier ofensa que sienta recibió.

Con este grupo de jugadores, Miguel Herrera tiene el ejército para levantar el devaluado Cáliz de la Concacaf. Sufrirá, porque enfrente le esperan hordas o legiones bien templadas, es decir adversarios de todo tipo, pero dispuestos a la vida heroica o la heroica muerte.

Peor aún: 'El Piojo' hereda una selección desprestigiada y ya casi desdeñada en su zona. En los recuentos recientes, a México le tundieron en la Copa Oro anterior con aborto en semifinales, y después en las mismas eliminatorias de la zona para Brasil 2014, le perdieron el respeto hasta en el mismísimo Estadio Azteca.

Del Tri sólo queda en el ocio de la memoria aquella semblanza mitómana a veces y mítica otras veces, del petulante Gigante de Concacaf, que queda claro, descubrió que tiene rodillas de barro.

Para Miguel Herrera la tarea no es tan compleja. Enfrenta selecciones de futbol que están en transición. Nuevos técnicos, nuevos procesos, nuevas generaciones, nuevos directivos, y algunas hasta sin dirigentes, pero los futbolistas rivales se toman con extrema seriedad enfrentar al Tri.

"Incluso, Aquiles era tan fuerte como su talón", dice Kevin Spacey protagonizando a Frank Underwood en House of Cards.

Este Tri de la Copa Oro, al final, será tan fuerte como el Talón de Aquiles de 'El Piojo': su vanidad.

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LOS ÁNGELES -- Miguel Herrera busca 46 jugadores. Quiere armar dos selecciones mexicanas competitivas. Necesita una que obligadamente gane la Copa Oro. Necesita otra que rescate en Chile la dignidad humillada, sobajada, en Argentina 2011.

¿Cuántos países en el Mundo pueden contar con dos selecciones nacionales para estar en pie de guerra prácticamente de manera simultánea?

No hablamos de 11 y sus suplentes. Sino de 22 y sus 24 suplentes, que bajo el vicioso e hipócrita discurso de los técnicos, "todos -en este caso los 46- son titulares".

¿Cuántos países pueden darse ese lujo? ¿Brasil? ¿Argentina? ¿Alemania? ¿Holanda? Seguramente. Ni España, en una ruda transición, después del ridículo en Brasil 2014 puede presumir de ello.

El de México es un futbol privilegiado. Puede competir en dos confederaciones distintas, en torneos oficiales de FIFA. En uno, participa por acta de nacimiento: pertenece a Concacaf. En el otro, es invitado por la Conmebol.

Ojo: lo sostengo desde hace años. Invitan a México en Conmebol no por la admiración pasmada y plasmada a su artístico futbol, sino, estrictamente, porque para televisoras y turismo es una mina de oro. Cerca de 12 mil turistas acudieron a Venezuela y Argentina. Una nación gitana y cautiva del sufrimiento masoquista de la esperanza. Su derrama fue estimada en 40 millones de dólares.

En este momento, puede conciliarse o coincidirse en el armado de dos oncenas respetables del futbol mexicano, en condiciones, bajo el cuerpo técnico actual, de ser competitivas.

Pero si las segundas mejores opciones de una selección mexicana son enviadas como el equipo titular a la Copa América, ¿serán plena garantía los suplentes asignados a la Copa Oro? ¿y de qué nivel son los suplentes asignados a la Copa América?

Es evidente que el mejor equipo suplente del seleccionado que irá a Copa Oro estará en la Copa América. Y es evidente que entre los suplentes de la Copa América habrá más buenas intenciones y buena voluntad que garantía de la calidad que exige el evento más antiguo del mundo a nivel de selecciones nacionales, más allá del bochorno de Argentina 2011, en el que de los cuatro semifinalistas, tres no fueron al Mundial de Brasil (Paraguay, Venezuela y Perú), y el cuarto se metió por su ruta habitual, la del repechaje (Uruguay).

Recordemos que en torneos exprés como estos, no hay tiempo para recuperarse de lesiones ni para esperar a que expulsados paguen sus fechas de castigo. Son competencias al vapor, con poco margen de error y, menos aún, un margen de error peculiar como debilitar al equipo de la Copa Oro y enviar sin soporte suficiente otro a la Copa América.

¿Se equivoca Miguel Herrera al imponerse para dirigir a ambas selecciones? Hay dos antecedentes a los que ya hemos hecho referencia.

1. Chepo de la Torre se encargó de dirigir al Tri en un tour nefasto y terrorífico en la Copa Confederaciones. Enseguida se incorporó a la Copa Oro solo para prolongar los fracasos de su gestión.

2. Hugo Sánchez pierde la Final de la Copa Oro con Estados Unidos y le alcanza para vencer a Uruguay en la pelea por el tercer lugar en Venezuela 2007. Después, pretende cubrirse de gloria y usurpa, despoja, del Preolímpico para Beijing a Chucho Ramírez, pero fracasa y le cuesta el puesto. Como siempre, mitómano, Hugo dijo primero que era su obligación llevar al Tri a los Olímpicos y luego dijo que era culpa de Justino Compeán que lo había obligado a tomar ese reto.

Sin duda, México, hoy, Miguel Herrera puede conformar con sus mejores hombres una sola selección que pueda ganar la Copa Oro, aprovechando las transiciones de Costa Rica, Honduras, Panamá y que EEUU cada vez parece más extraviado en el proyecto Klinsmann.

Pero creer que llevar 11 titulares de excelente nivel a la Concacaf, pero con suplentes de los suplentes como banca, parece una apuesta arriesgada.

Y creer que con los suplentes lógicos de la Copa Oro, con suplentes impensados e impensables, pueda ser protagonista de la Copa América, parece demencial.

Cierto, Miguel Herrera ha demostrado trabajo, discurso, grupo, voluntad, auxiliares, para poder sorprender, pero hoy en una Liga MX invadida por naturalizados, por extranjeros, es cada vez más complicado encontrar materia prima para poder poner en pie de guerra a 46 para dos torneos oficiales inmediatos.

¿Usted cree que sí? Mande sus 46 y los publicamos.

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Históricamente, la Copa Oro ha sido un torneo de dos equipos: México y Estados Unidos, así lo muestran las estadísticas y los momentos más importantes y memorables del evento, pero Costa Rica logró una impresionante campaña en el Mundial de Brasil 2014 que terminó dándole un sentido, una mirada y un respeto distinto hacia el área futbolística. La aparición de un tercer protagonista puede darle una dirección diferente al balón durante el verano de las canchas estadounidenses, pero el negocio es el negocio y la Concacaf lo cuida celosamente.

LOS ANGELES, CA. -- En números naturales, enteros, racionales, reales y complejos, en cualquier numerología, excepto en la de la Concacaf, ser número 32 y 21 supone una peor posición que ser el número 13. La Concacaf intenta mantener vivo un negocio llamado Copa Oro, cuyo único oro solía estar destinado al partido final. Esta vez, sin embargo, podría existir cierto riesgo a partir de las semifinales del torneo.

Hay, como siempre, tres cabezas de serie. El anfitrión, Estados Unidos, el otro anfitrión que es México y Costa Rica, cuyas credenciales hoy alcanzan para presumir una participación en los cuartos de final del último campeonato mundial y una histórica posición en la clasificaciones mensuales de la FIFA. Costa Rica recibe el premio de ser designado como "cabeza de serie", con una gran diferencia que radica en que mientras México y Estados Unidos, de ganar sus sectores, jugarán los cuartos de final ante los mejores terceros lugares, Costa Rica, en cambio, ganando su grupo, tendrá que afrontar al segundo lugar del grupo A que podría ser Panamá.

Históricamente, la Copa Oro ha sido un torneo de dos equipos: México y Estados Unidos, así lo muestran las estadísticas y los momentos más importantes y memorables del evento, pero Costa Rica logro una impresionante campaña en el Mundial de Brasil 2014 que terminó dándole un sentido, una mirada y un respeto distinto al área de la Concacaf.

La llave o el camino del torneo sigue siendo un tanto confusa. En caso de que México, Estados Unidos y Costa Rica avancen con solvencia en sus rondas, Costa Rica chocaría con Estados Unidos en las semifinales, lo cual demuestra que el principal producto económico de la Concacaf sigue siendo la selección de Miguel Herrera.

México sabe que el premio principal es el medio boleto para la Copa de las Confederaciones del 2017 en Rusia. México sabe también que la última vez que se enfrentó a países de su propia área futbolística en un torneo oficial le fue tan mal que terminó viajando más 6 mil kilómetros para obtener el boleto mundialista que estaba en juego. Y México sabe que el torneo, la Copa Oro, tiene notables diferencias de un partido a otro y que ganarle a Estados Unidos o a Costa Rica no será una tarea sencilla.

Lo más dramático del escenario es que por este torneo, que es el que le pertenece a su área, México terminará desperdiciando el de la Copa América en Chile, una competición que presentará a selecciones como la subcampeona mundial, Argentina, el cinco veces campeón del mundo, Brasil, además de equipos como Uruguay, Chile y Colombia y jugadores como Messi, Neymar, Alexis, Suárez y James Rodríguez.

La Copa Oro, que cuida su propio "oro" hasta el final.

@Faitelson_ESPN

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LOS ÁNGELES -- Seamos benevolentes. Seamos samaritanos con las virtudes o defectos ajenos. Creamos que sí hubo sorteo. Creamos que los tahúres voraces de Concacaf no metieron las manos. Creamos que fue el azar. Creamos que fue la fatalidad. Creamos que las manos de Concacaf están puras.

Y, ya en el clímax, en el sumun de la ingenuidad pasmada y absurda de la credulidad, creamos que a la misma Concacaf le incentiva más el desarrollo de futbol que el dinero. Creamos, como un ejercicio de buena fe.

Y creamos, también, que a la Concacaf no le interesa, prioritariamente, recaudar cerca de cinco millones de dólares en un solo juego, ese de repesca, en el que EEUU y otro más (para este organismo, deseablemente México) disputen en el Estadio de los Vaqueros el boleto a la Confederaciones 2017.

Creámoslo así. Porque al final Nietzche nos abre los ojos: "Tener fe significa no querer saber la verdad".

Cierto, no es la primera vez que la telaraña calendarizada de juegos de la Copa Oro es una emboscada tejida para atrapar a EEUU y a México en la Final del torneo.

Recordemos que en 2013, a pesar de cómo se inflaron los números en venta de boletos y ratings, ese desenlace entre EEUU y Panamá, en realidad se desplomó la expectación a la mitad de los previsto en la región, llamada por Joseph Blatter, presidente de FIFA, el tercer mundo del futbol.

Claro, aquella vez, los caprichos de Chepo de la Torre, su frustración de la Copa Confederaciones, desahogada con el grupo de jugadores convocado y con su propio cuerpo técnico, terminó por arruinar la participación del Tri, sentenciada, dos veces, por Panamá.

Ahora, nuevamente, le organizan el Grupo y el Calendario para que el mapa competitivo presente sólo algunas colinas, pero en general sólo valles hacia semifinales al menos. Ya la Final, el acceso y ganarla, dependerá del propio Tri.

Guatemala, con esa lamentable crisis extendida de directivos que difícilmente pueden explicar qué hacen con los millones que otorga el Proyecto Gol desde hace años. ¿Trinidad y Tobago? Hasta Jack Warner la boicotea. ¿Cuba? El programa para futbol está apenas en un proceso que requiere doce años.

Claro: México ni quiere ni puede ni debe quejarse. Posibles rivales en segunda fase: Panamá y Honduras. Aunque, claro, hasta EEUU.

Ojo, por esa extraña miopía mezclada con estrabismo, el futbol de Concacaf se pelea con sus propios intereses, lamentablemente. Costa Rica rompió con Jorge Luis Pinto, pese al extraordinario Mundial. El talento ya estaba, el secreto era convencerlos.

¿Honduras? Pinto tiene una meta fija: la eliminatoria. Ojo: el biotipo hondureño favorecerá su proyecto, aunque puede chocar de frente con la disciplina de los catrachos. ¿Panamá? Malagradecidos y centaveros, rompen su proyecto. El Bolillo Gómez necesitará de tiempo y paciencia, porque tiene una nueva generación.

Y en el caso de Canadá, tal vez su aparición más sólida, necesita de un par de años, y tal vez más, ante el volumen de prospectos en Sub 20 y especialmente Sub 17. ¿El Salvador y Guatemala? El mejor de sus peores enemigos despacha en la putrefacción de sus propios escritorios.

Claro: los partidos hay que jugarlos. México tuvo una brillante Copa Oro 2011. Incluso en la Final perdía 2-0 y se impuso 4-2 en el Rose Bowl de Pasadena.

Pero en 2013, fue un bochorno, y pese a apoyo arbitral pierde en semifinales ante Panamá, que enfrenta en la Final a EEUU, que había eliminado con ciertas pifias arbitrales a Honduras.

Pero, insisto, la mesa está servida, habrá que esperar qué tan buen comensal es México. Con Miguel Herrera, el Tri tiene garantías: compromiso, testosterona, variantes, juego colectivo y trabajo en todos los niveles.

La única preocupación es saber si Miguel Herrera no ve piojoso el torneo del área y decida obsesionarse con hacer historia en la Copa América.

Nos confiaba uno de los allegados a la selección. "Miguel sabe que si hace una hazaña en la Copa América, hasta le pueden perdonar no ganar la Copa Oro. Pero si no, sabe que debe ganar en la Concacaf".

Y es cierto. Una comparecencia notable en Chile, llevando un grupo sólido, porque además tendrá más tiempo de preparación que el resto de participantes en la Copa América, le puede significar el indulto a El Piojo.

Pero la realidad práctica, lógica, de acuerdo con los intereses de las propias televisoras mexicanas, lo preponderante es ganar la Copa Oro, una eventual repesca con EEUU, para llegar a la Confederaciones.

Y tan de acuerdo están todos en esa meta, que la misma Concacaf le ha servido la mesa, con el menú a su medida. Por eso, al final, el organismo capataz de la región, termina rindiéndole tributo a México, pretendiendo, suponiendo que le entrega el botón en charola de plata.

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Aquellos que tuvimos la fortuna de conocer otra faceta de "Chucho" Benitez sabíamos quién y cómo era en realidad. Más allá de los goles, de sus tardes de gloria en la cancha, "Chucho" era un hombre de familia, buen esposo, padre amoroso y siempre dispuesto a esbozar una sonrisa en casa. Era ahí donde se convertía en mejor hombre de lo que era en la cancha.

LOS ANGELES, CA.- Veo una y otra vez las imágenes de la televisión: sus goles, sus regates, su carreras, su inspiración, sus celebraciones, su alegría y su magia y sigo sin poder creerlo.

Un fuerte dolor estomacal, una asistencia medica tardía en el hospital qatarí, el intento de resucitación y se acabó. ¡No hay más! Y yo preguntaría: ¿No hay más?

El "todopoderoso" de las canchas, el jugador que sacaba ventaja sobre los rivales, que jugaba y pensaba un segundo antes que los demás, el de la camiseta amarilla con el número "11" en la espalda, de musculatura imponente, de gran físico, apenas 27 años, en forma y con una vida por delante, simplemente, dejó de respirar.

Las primeras noticias del lunes hablaban de un accidente de tráfico. "La vida es así", decíamos. "A cualquiera le puede pasar". Algunos minutos más tarde, el tema era una peritonitis mal atendida. "Mi hija me llamó desde el hospital", cuenta Kleber Chala, ex futbolista y suegro de Christian Benitez. "Le dolía el estómago. Le dieron unas pastillas, pero no había un doctor de guardia y tuvo que esperar. Después, lo metieron a un cuarto y ella dice que a través de una cortina veía como le inyectaban y le daban masajes y golpes en el pecho y me decía llorando: '¿Por qué le están haciendo eso a mí Chucho?'". Una desgarradora escena, crónica, de una mujer sola en un hospital de Qatar mientras su marido, un atleta profesional en plenitud, limpio en todos los sentidos, que horas ante había firmado un contrato que le garantizaba 10 millones de dólares, perdía la vida.

Aquellos que tuvimos la fortuna de conocer otra faceta de "Chucho" Benitez sabíamos quién y cómo era en realidad. Más allá de los goles, de sus tardes de gloria en la cancha, "Chucho" era un hombre de familia, buen esposo, padre amoroso y siempre dispuesto a esbozar una sonrisa en casa. Era ahí donde se convertía en mejor hombre de lo que era en la cancha.

"La vida sin 'Chucho'" era el titulo perfecto de los nuevos tiempos que acompañarán a un equipo como el América cuando este miércoles comience el campeonato mexicano. "La vida sin 'Chucho'" será, indudablemente, difícil para el campeón, para el futbol mexicano y para todos los aficionados que gustan del juego atractivo y espectacular.

Si "la vida sin 'Chucho'" será difícil para el futbol, imagine usted cómo lo será para Lishet, la mujer, la esposa que vivió esa dramática escena en el hospital de Qatar y para los tres pequeños, para Emili, para Cristiano y para la bebe de meses que eran los amores de su vida. "La vida sin 'Chucho'" será difícil para todos.

@Faitelson_ESPN

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El "Comité de Desarrollo Deportivo de la Asamblea de Dueños" se reunirá en las próximas horas con la postura del más influyente (Televisa) de sostener a Jose Manuel "El Chepo" de la Torre hasta el final de la eliminatoria mundialista. Hay otras opiniones, otros candidatos, otras ideas, pero el futbol mexicano a nivel directriz, es decir, el que toma decisiones, está, desde hace tiempo, tan perdido como se encuentra hoy en la cancha. No sabe qué quiere ni cómo lograrlo.

LOS ANGELES, CA.- "Candidatos", como casi siempre, le sobran al futbol mexicano. El problema no son los nombres. El problema es el tiempo, la presión, la postura y la capacidad de lograr resultados. El problema es, irónicamente, el mismo que hay en la cancha: saber qué se quiere.

¿Qué se busca ahora? Un plan emergente, un revulsivo que transforme las cosas en tan solo unos días y que sirva para lograr el boleto mundialista o un nuevo plan a largo plazo, con la visión de que el futbol necesita mejorar para finalmente trascender en el terreno que siempre le ha interesado al aficionado mexicano: La Copa del Mundo.

Los rumores, porque todos son rumores alrededor de la situación, indican que en las próximas horas se reunirán los miembros del "Comité de Desarrollo Deportivo" de la Asamblea de Dueños del futbol mexicano. Algunos de los representantes de los dueños de equipos, esos mismos a los que Jose Manuel "El Chepo" de la Torre se refería el miércoles por la noche en Dallas como los que tienen, en apariencia, el poder y la decisión en sus manos. Ellos deberán tomar una determinación: la continuidad del entrenador o un nuevo personaje que intente recuperar la capacidad de triunfo de la selección nacional.

Ojalá todo fuera tan transparente y democrático como pareciera, pero tratándose del futbol mexicano, eso es más que imposible.

El "Comité de Desarrollo Deportivo" está conformado por directivos de los clubes América, Morelia, Monterrey, Santos y Pachuca. Es decir, las televisoras, que son las que mayor influencia tienen en el tema de selecciones -y en muchos otros- van al frente de la decisión. Televisa, que ha manejado por más de 50 años al futbol mexicano, se decantaría por la continuidad del "Chepo" al menos hasta la fase eliminatoria.

Esa bandera la ondean Justino Compeán, Decio de Maria y el propio Héctor Gonzalez Iñárritu. Morelia, al cual representa TV Azteca, exige un cambio de timón y propone el nombre de Tomás Boy como una posibilidad. Los otros tres equipos, es decir, Monterey, Santos y Pachuca, tiene en mente un plan que pueda garantizarle el futuro mismo al futbol mexicano y es plan se llama Marcelo Bielsa.

Las condiciones del "juego" -por así llamarle- pueden cambiar en cualquier momento. Por ahora, "El Chepo" tiene la "bendición" del más influyente, una posición que puede cambiar de acuerdo con otros puntos de vista en el Comité y en atención al termómetro público que ha llegado a temperaturas insostenibles.

Para mí, la principal pregunta es: ¿Qué quiere realmente el futbol mexicano? ¿Quiere calificar al Mundial? ¿Quiere un revulsivo inmediato? ¿Quiere un plan a largo plazo para jugar mejor al futbol? Me parece que esa pregunta no lo sabe responder el futbol mexicano. En la cancha, como en la mesa donde se toman decisiones, hace tiempo que el futbol mexicano no sabe qué es lo que realmente quiere.

@Faitelson_ESPN

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Con el reinicio de la eliminatoria a la vuelta de la esquina parece muy arriesgado tomar una decisión para poner fin al proceso del entrenador. No hay alguien con la "varita mágica", pero por otra parte, el futbol mexicano parece necesitar de un revulsivo en una crisis tan profunda como esta.

LOS ANGELES, CA.- Tan cerca de la valentía, de la dignidad como de la cobardía, Jose Manuel "El Chepo" de la Torre seguía siendo esta mañana "el blanco" favorito de las críticas de los aficionados mexicanos.

Pero les tengo buenas o malas noticias: no hay tiempo para hacer nada. Así que abróchense los cinturones, endurezcan la mirada, si son creyentes, recen y aférrense a lo único que puede y debe darle el pasaje mundialista a este futbol mexicano: la mediocridad de su área futbolística.

Un cambio de entrenador, el clamor popular, no es posible ahora. Quedan cinco partidos por delante, uno de ellos amistoso ahora en agosto en Nueva York y cuatro de eliminatoria mundialista. La fecha del seis de septiembre, en el Azteca, ante Honduras., es clave. A menos de que sea Luis Fernando Tena, miembro del cuerpo técnico del "Chepo", no veo otro candidato viable para acceder al puesto. Dicen que Tena llego de la mano del "Chepo" y que jamás lo "traicionaría", por llamarle de alguna manera a la situación.

Yo no estaría tan seguro de esa posición. Tena conoce a los futbolistas, tiene buen manejo de grupo y es un hombre que tiene buena imagen ante los dirigentes. Es una posibilidad, para mí, la única que existe. Está claro que en este momento no hay un entrenador que tome a la Selección Mexicana y que garantice resultados inmediatos. Es decir, es mejor quedarse con lo que hay que buscar un remedio para la enfermedad.

Que "El Chepo" de la Torre ha cometido errores, sí, puede ser. Que los jugadores tienen gran parte de la responsabilidad, también es una realidad. Que lo que vivimos hoy es el acumulado de muchos años y años de malos trabajos y de preferenciar el negocio por encima de los intereses deportivos, también tiene parte de verdad.

La palabra crisis está perfectamente enmarcada en lo que le sucede al futbol mexicano hoy.

Dos selecciones diferentes en dos torneos consecutivos han fracasado con las mismas carencias en la cancha. La de la Copa Confederaciones, que contaba con las principales estrellas (muy entre comillas lo de estrellas del futbol mexicano) y la de la Copa Oro que era una selección alternativa. El denominador en común, en ambos grupos, es "El Chepo" de la Torre. Si usted me pregunta si ha perdido el control de la situación, me parece que sí. Si usted me pregunta si puede lograr aun el boleto al Mundial, la respuesta también es que sí.

Un verano malogrado por un futbol malogrado. La Copa Confederaciones fue un desperdicio. La Copa de Oro, una vergüenza. Esta selección no ha hecho más que evidenciar las carencias de todo un futbol. ¿Dónde están, pregunto, los resultados con la selecciones menores? ¿Dónde está la medalla de oro de los Juegos Olímpicos? ¿Dónde estaban el miércoles por la noche en Dallas, dónde estuvieron esas palpitaciones el mes pasado en Rio de Janeiro?

Un futbol que hace más o menos un año le gritaba desde Wembley que estaba listo "para convertirse en potencia mundial". Un futbol lleno de dinero, de bondades, de facilidades, un futbol que es un negocio, que es una pasión, un futbol que es capaz de derramar las lágrimas del aficionado, un futbol que para el mexicano es orgullo, tradición, esperanza. Un futbol que hoy no existe.

@Faitelson_ESPN

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