Nota del editor: esta historia se publicó originalmente antes de la pelea de Paulo Costa contra Israel Adesanya. Costa perdió esa pelea y hará su primera aparición desde esa pelea contra Marvin Vettori el 23 de octubre.
En febrero de 2012, un corredor de bienes raíces de 20 años de Contagem, Brasil, tuvo un debut profesional modesto en las artes marciales mixtas dentro de un gimnasio humilde en las cercanías de Santa Luzia. Su nombre: Paulo Henrique Costa.
Las habilidades de Costa eran crudas, pero derribó a su oponente y ganó por nocaut técnico en el primer asalto. Apareció una chica de ring y le colocó una medalla alrededor del cuello. Costa la besó en la mejilla. Le pagaron 100 reales brasileños, unos 20 dólares estadounidenses.
Por casualidad, o destino, UFC 147 tuvo que ser trasladado desde Río de Janeiro porque una cumbre de las Naciones Unidas monopolizó las habitaciones del hotel, por lo que el evento del 23 de junio de 2012 se trasladó a Belo Horizonte, Brasil, a 12 millas al este del pueblo natal de Costa. Costa y su hermano mayor, Carlos, le rogaron a su madre que los dejara asistir. No tenían dinero para comprar boletos ellos mismos.
"Yo les dije, '¿Van a gastar dinero para ver peleas?'", recuerda la madre de Costa, María Augusta. “Ellos respondieron: 'Tenemos que ver cómo es y estar cerca de la emoción'. Vi que realmente lo necesitaban y obtuve el dinero de mi mamá”.
"Regresaron y dijeron: 'Esto es lo que queremos hacer con nuestras vidas'".
El sábado, Costa desafiará al campeón de peso mediano Israel Adesanya en UFC 253 en "Fight Island" en Abu Dhabi. Marcará un hito en el viaje de Costa, un ex corredor de bienes raíces y especialista en IT que renunció a su trabajo de diario poco después de esa primera experiencia de UFC en 2012 para enfocarse en MMA.
Augusta cree que el destino de su hijo es llevar un cinturón. Su novia, Tamara Alves, lo llama su sueño. Uno de sus mejores amigos dice que es un "psicópata" en su búsqueda.
La pelea por el título de las 185 libras es uno de los combates más esperados de 2020, ya que tanto Costa (13-0) como Adesanya (19-0) están invictos y realmente no se caen bien. El presidente de UFC, Dana White, ha pronosticado que será la pelea del año.
Pero, ¿quién es Paulo Costa más allá de un peso mediano de primer nivel con un físico cincelado? ESPN habló con quienes mejor lo conocen para obtener la respuesta.
''Un futuro en la pelea''
María Augusta, madre: Siempre tuvo ese estilo. Su hermano tenía que sacarlo de problemas a veces, cosas normales. Sin embargo, una vez puso una pequeña bomba en la tubería que conducía al balcón de mi vecino. La bomba explotó dentro de la tubería. Estaba por ir a trabajar y el vecino me llamó. Fui a casa y lo golpeé con un palo.
Cuando creció, realizó una pasantía como asistente de computadoras y también trabajó en una empresa de telemarketing. Llegaba tarde a casa, como a medianoche. Luego comenzó a trabajar como agente inmobiliario. Estaba ganando buen dinero, pero no tenía tiempo para practicar. Su hermano me dijo: "Mamá, Paulo no tiene tiempo. Tiene futuro en la lucha. Necesitamos apoyarlo". Pero le gusta la mejor ropa y los mejores zapatos deportivos. Dije que lo apoyaría, pero bajo mis condiciones. Trabajé y todo lo que hice fue por ellos. Dejó su trabajo para concentrarse en los deportes.
''¡Lucharemos gratis!''
Carlos Costa, hermano: A mi padre siempre le gustaron los deportes. Recuerdo que hizo una pesa pequeña con una lata de pasta de tomate. Puso cemento allí y un poco de hierro en el medio, para hacer dos dumbbells. Mi hermano se quedaba en casa, en el suelo, y hacía ejercicios de bíceps cuando tenía 9 años. Ya le gustaba hacer ejercicio.
A mi padre le gustaba mucho el fútbol y nos animaba a jugar. Paulo comenzó en el fútbol cuando tenía 8 años, y también comenzó en Muay Thai a esa edad. Poco después, comenzó a practicar jiu-jitsu, pero luego se detuvo después de un tiempo y se centró mucho en el fisiculturismo. Le pedí que volviera a entrenar jiu-jitsu cuando tenía 16 años, y fue entonces cuando empezó a competir.
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Hubo un tiempo en el que solo éramos yo, mi madre y mi hermano. Nuestro padre ya no estaba con nosotros. Trabajé con computadoras y también enseñé jiu-jitsu. La situación era un poco difícil y mi madre le dijo a Paulo que iba a tener que ayudar. Trabajaba para un servicio de telemarketing, pero le tomaba mucho tiempo y ya no podía capacitarse adecuadamente. Fue entonces cuando hablé con mi madre y le dije que él tenía un gran potencial en el negocio de las peleas. Le dije que él quería ser un luchador profesional de MMA y que teníamos que apoyarlo porque yo creía en su potencial y ella dijo: 'Oh, Junior, si crees eso, entonces está bien'.
Cuando me dijo que quería hacer MMA, le dije: "Está bien, hagamos la transición". Organizamos una pelea en Santa Luzia. La bolsa para el evento fue de 200 reales. Paulo ganó en el primer asalto y luego de la pelea, el dueño dijo que no tenía 200 reales, solo tenía 100. Dijo que nos daría los 100 extra más tarde pero nunca sucedió. Al principio es difícil porque no luchas por el dinero, luchas por la experiencia. Esa es la verdad.
Para entrar en The Ultimate Fighter: Brasil en 2014, necesitaba tener tres peleas y solo tenía dos. Hubo un evento en Belo Horizonte y fui a la casa promotora. Me dijo que ya estaba reservado, que ya tenía las 13 o 14 peleas que necesitaba. Dije: '¡Necesitamos una pelea! ¡Lucharemos gratis!' El aceptó. Ganó la pelea y logró meterse en TUF: Brasil.
"No creo que se convierta en campeón, lo sé"
Tamara Alves, novia de mucho tiempo: Conocí a Paulo en 2013. El marido de mi prima entrenaba con él en el gimnasio. Él dijo: 'Wow, Tata, hay un chico muy guapo en el gimnasio. Creo que te gustará. El gimnasio estaba organizando un campeonato de jiu-jitsu y me dijo que pasara por allí. Paulo estaba compitiendo allí. Nos saludamos, pero no hablamos. Estaba realmente concentrado.
Todos hablaban de lo bueno que era, y recuerdo que pensé: '¿Es tan bueno o simplemente no conocen a otras personas? Paulo podría ser el único buen luchador en el gimnasio'. Pero ese día me impresionó. Veías en su rostro que era tan cool, y no los veías en nadie más. Esa noche, hubo una fiesta para el personal del gimnasio y nos reunimos allí. Le pidió a mi amigo mi número, ni siquiera me preguntó a mí.
Paulo no va al 50 por ciento ni al 80 por ciento. Cuando su madre y yo vamos a verlo entrenar, nos dan ganas de llorar porque lo deja todo ahí. Eso es algo que la gente no ve. No creo que se convierta en campeón, lo sé. Nunca he visto a nadie perseguir sus sueños como él. No veo que su vida termine sin esto [un campeonato].
''Parece un levantador de pesas''
Chael Sonnen, entrenador de The Ultimate Fighter: Brasil: Conocí a Paulo en el set de TUF, y la forma en que funciona es Wanderlei Silva y yo estábamos entrenando, y los luchadores tienen que luchar para entrar a la casa. Entonces Paulo entra por las puertas, y tengo una pila de papeles frente a mí con los currículums de todos los luchadores, y la mayoría de estos tipos habían peleado en Jungle Fights [promoción de lucha brasileña] o son cinturón negro en jiu-jitsu, o tienen algunos combates de boxeo, y Paulo simplemente dice: levantador de pesas. Y yo dije: "Está bien, bueno, sí, pareces un levantador de pesas". Pero no se destacó. No recuerdo cuándo lo eligieron, solo era uno de los muchachos, es lo que estoy diciendo.
Perdió su primera pelea, y tienes un par de opciones cuando pierdes en el programa. Puedes estar deprimido, que es lo más común y lógico. Es devastador tener que vivir en la casa y estar cerca de los tipos que todavía persiguen el sueño una vez que te han eliminado. O puedes tratarlo por lo que es, el mejor campo de entrenamiento que puedes obtener, con los mejores entrenadores en las mejores instalaciones. Y eso es lo que hizo. Trabajó muy duro.
Tenía mucha curiosidad. Vendría a mi equipo, a pesar de que estaba con Wanderlei. Le pedía permiso a Wanderlei y lo conseguía, lo que me sorprendió porque Wanderlei odiaba todo sobre mí. Venía y decía: '¿Me puedes mostrar esto? ¿Puedes explicarme eso?’ Hizo eso con todos, y nadie estaba demasiado ansioso por ayudarlo porque simplemente parecía este tipo que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado de su vida. Estaba en un deporte que era tan complejo y sofisticado en términos de tratar de desarrollar, y es como si fuera un niño de 9 años. Simplemente sentía que no iba a funcionar para él. Pero ciertamente tuvo el esfuerzo. Habría tantos días que mi equipo tendría que retrasar el entrenamiento, porque el equipo de Wanderlei estaba en el gimnasio antes que nosotros y Paulo llegaría tarde, golpeando algo, trabajando en algo, preguntando algo a alguien. Era el último en irse todos los días.
Todavía es un toro en una tienda de porcelana hoy en día, pero es un toro que entiende el poder y ha perfeccionado las defensas para mantener una pelea en pie si es ahí donde él quiere que sea. Valoro esos recuerdos de él entrando en el deporte y siendo curioso. No creo que estuviera pensando en un campeonato mundial en ese momento, simplemente le gustaron las técnicas y las diferentes configuraciones. Recuerdo ese momento de mi carrera y se va. Lo que te gusta hacer se convierte en lo que tienes que hacer. Pero incluso hablando con sus entrenadores ahora, Paulo no ha perdido eso.
''El muchacho es especial”
Eric Albarracin, entrenador: Cuando nos conocimos, lo estaba entrenando en lucha libre. Él estaba mirando y dijo: "Oye, quiero aprender ese movimiento". Entonces, le enseñé el movimiento, pero dije: "Oye, volvamos a lo básico. Esto es más un movimiento de cinturón negro, y esta es solo tu primera semana''. Y él dijo: “Está bien, tienes razón, tienes razón”.
Pero luego lo vi haciendo sparring, y él hizo el movimiento que le dije que no debería estar haciendo, y me miró como, "Oh, hombre". Me dije a mí mismo, "Este muchacho es especial".
Sin embargo, una cosa que te diré sobre Paulo, cada vez que voy a algún lugar con él, la energía cambia dentro de la habitación. Todos los ojos están puestos en él, y no es porque sea un luchador. Es su apariencia.
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Te daré un ejemplo. Ahora, había tomado un poco de medicamento ese día, unos 420, ¿de acuerdo? Fuimos a Costco, y llevamos allí unas dos horas cuando dije: "Espera un minuto", porque pensé que íbamos a WalMart. Entonces, hemos estado en Costco durante dos horas y digo: “¿Cuándo comenzó WalMart a vender todo al por mayor? Oh Dios, estamos en Costco. No tenemos membresía aquí. No nos dejarán comprar esto''. Le dije: 'Esto es lo que vamos a hacer. Paulo, usa tu acento y di que no sabías”. Él dice: “Está bien”. Va y por supuesto elige una cajera que tiene como 70 años. Y esta señora de 70 años le deja pagar y escribe su número en el recibo, con las palabras "Vuelve cuando quieras". Regresó y dijo: "Tenemos su número. Ahora podemos regresar".
Es un ''psicópata'' cuando se trata de competir
Allan Hugo, amigo: Él es un tipo muy sencillo. Hasta el día de hoy, vive en la misma casa en la que nació y se crió, aunque podría estar viviendo una vida más cómoda.
Hace apenas un tiempo, no teníamos una vida tan buena, financieramente. El dinero escaseaba. Paulo incluso ha pagado para yo poder competir. Me pagó para competir en el Campeonato Estatal de Jiu-Jitsu de Minas Gerais, que era un sueño mío. No dijo nada al respecto. Simplemente fue allí y lo pagó de forma anónima.
Ayuda a la gente y no se lo dice a nadie. Trabajo en el municipio y me enteré una vez que estaba ayudando a una persona sin hogar. Primero estudió al tipo, para ver si estaba metido con algo equivocado. Después de darse cuenta de que el chico quería cambiar su vida, Paulo comenzó a ayudarlo. No regala cosas, da oportunidades para cambiar. Lo ayudó a obtener una identificación e incluso le dio un techo para dormir. Paulo le alquiló una casa y pagó por adelantado. El hombre incluso comenzó a trabajar en el gimnasio. Eso no duró mucho, pero Paulo le consiguió un trabajo en un restaurante, ese es el tipo de persona que es.
La estrella del fútbol brasileño Romario dijo: "El padre celestial me señaló y dijo que este va a ser el tipo". En MMA, podemos decir que hizo eso por Paulo. Desde joven se ha destacado. Ha ganado todos los campeonatos. Nunca lo he visto perder. Y es un psicópata. No acepta "bueno". Nos dice que 'bueno' está muy cerca de 'malo'. Quiere ser el mejor.
Yo ya lo considero el campeón. Es un fenómeno. Asombra a los médicos. Su genética es completamente diferente. Hasta UFC tenía algunas dudas. Le hicieron pruebas de drogas dos veces en un día. Todo el mundo habla de su golpe, pero nadie lo ha visto en el suelo. Hemos tenido grandes campeones brasileños, Anderson Silva, Vitor Belfort, pero es el más completo de todos.
''Nunca he visto a alguien trabajar como Paulo''
Henry Cejudo, amigo y mentor: Conocí a Paulo justo antes de que peleara contra Johny Hendricks [noviembre de 2017]. Lo conocí a través de mi entrenador, el capitán Eric Albarracin. Paulo sabía que faltaba una pieza en su arsenal, así que decidió ir con el mejor tipo para la lucha libre en MMA, que es Eric. Vino a Arizona y pasó un par de meses aquí, si no me equivoco, y nos hicimos amigos. Sabía que él estaba luchando por ser campeón mundial incluso entonces, y vendría y se quedaba en mi casa. Comer, dormir, entrenar, grabamos promos en la casa, nos hicimos amigos de inmediato.
Paulo realmente es un espécimen. La gente piensa que Yoel Romero es un espécimen, pero realmente no hay comparación con Paulo. Es un peleador de jiu-jitsu que se enamoró de las MMA y se ha convertido en uno de los artistas de nocaut más viciosos que tiene UFC en este momento. La mayoría de la gente probablemente no lo sepa, pero sus dos padres solían ser pastores. Su madre y su padre, que falleció cuando él era más joven lamentablemente, ambos eran pastores en la iglesia cristiana y hay mucho propósito con Paulo. Entra en peleas sabiendo lo que hay detrás de 'The Eraser', los principios que tiene, el fallecimiento de su padre y querer honrar a su hermano mayor.
Trabaja tan duro. Nunca he visto a alguien trabajar como Paulo, y eso dice mucho, he visto todo lo que hay bajo el sol, desde el mundo de la lucha libre hasta las MMA.