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UFC 270: Brandon Moreno, todavía mejor para su primera defensa en la trilogía contra Deiveson Figueiredo

La vida de Brandon Moreno ha sido muy diferente en los últimos seis meses. Viajes, presentaciones y entrevistas se han agregado a su rutina diaria. El primer campeón nacido en México en la historia del UFC tuvo que encontrar el balance para poder mantenerse en forma de cara a su primera defensa, que será este sábado ante Deiveson Figueiredo en UFC 270.

El Honda Center de Anaheim espera a miles de mexicanos que lo volverán a apoyar, como lo hicieron la noche en la que se coronó en Glendale, Arizona, en su segundo combate contra Figueiredo en UFC 263. No obstante, el público no entra a la jaula, y Moreno considera que ganará esta vez por todo lo aprendido en otro medio año de entrenar fuerte.

“Mira, yo creo que lo principal en mi mente siempre fue el que, independientemente de lo que pasara con todas las entrevistas y todo eso, yo tenía que mantenerme en firme entrenando igual, tratar de mantenerme igual. Sabía que las responsabilidades con los medios, entrevistas, los viajes, iban a crecer; así fue, definitivamente en ese aspecto ha cambiado mucho, pero al mismo tiempo sigo manteniéndome muy en forma para lo que se viene y obviamente para mi siguiente pelea”, explicó el ‘Bebé Asesino’ en entrevista con ESPN Deportes.

El monarca peso mosca dice comprender la importancia de su marca, de presentarse ante los medios y aficionados, que le muestran mucho más cariño en las redes sociales que hace un año, antes de la primera pelea con su rival brasileño en UFC 256.

Desde aquella gran pelea, que terminó en empate mayoritario, seis de sus compañeros del Entram Gym en Tijuana, firmaron contrato con el UFC. Marcelo Rojo, Michael Morales, Genaro Valdez, Silvana Gómez Juárez, Christian Quiñonez y Manuel Torres siguen sus pasos, lo apoyan en su campamento, y también se llevan parte del conocimiento que comparte.

Moreno considera que su mayor virtud es la capacidad de aprendizaje, más allá de sus años de trabajo con Raúl Arvizu en México, ha tenido compañeros como John Dodson, Henry Cejudo, Joseph Benavidez o TJ Dillashaw que lo adoptaron inmediatamente como pareja de entrenamiento en diferentes facetas de su carrera.

Ahora, viviendo en Las Vegas, la baraja es aún más amplia. Campeones como Valentina Shevchenko o Aljamain Sterling se han convertido en sus habituales y no tienen nada más que elogios para la ética de trabajo del tijuanense.

“Yo sé qué en un mes, si me lo propongo y me muestran algo nuevo, yo puedo sacar jugo de algo y aprenderlo muy bien, pero sé lo difícil que es eso porque lo veo con compañeros a mi alrededor. Por ejemplo, que vamos y nos presentan algo nuevo para aprender, yo lo aprendo súper rápido y a mis compañeros en general les cuesta muchísimo. O sea, es que es difícil, para una persona normal es bien complicado, para una persona promedio”, considera.

La diferencia con Deiveson

Brandon ya compartió casi 40 minutos con su oponente en la jaula: dos peleas, una cerrada que terminó en empate y fue calificada por el presidente del UFC Dana White como “la mejor en la historia del peso mosca” y la segunda, una exhibición dominante del mexicano.

Hoy piensa que tendrá de nuevo la ventaja, ya que en medio año demostró evolución y duda mucho que Figueiredo puede hacer lo mismo; ni siquiera con el cambio de campamento en Arizona, junto a Cejudo.

“Siempre lo he dicho, no es una persona muy inteligente, no es un peleador con un IQ de pelea increíble, solamente es una persona fuerte, agresiva, muy, muy intimidante, que trata de poner presión, que te trata de sofocar con los golpes; pega fuerte con la mano derecha, eso sí lo súper reconozco, pero fuera de ahí, no es un peleador muy inteligente. Entonces, vamos a ver qué hicieron con él, vamos a ver qué hicieron en su preparación, vamos a ver si quiere luchar conmigo, vamos a ver si tiene el alcance cardiovascular para luchar conmigo por 25 minutos si es necesario, pero yo estoy preparado para el mejor Deiveson Figueiredo”, respondió.

Después de someter al ex campeón, y tras dos combates seguidos, esperaba un rival diferente en su primera defensa y también una fecha antes de que terminara el año. Sin embargo, las condiciones de los posibles rivales fueron cambiando y acepta lo que la promoción ofreció.

“Yo siempre fui bien sincero con eso, o sea, ‘hey, te hice pedazos, literal te hice pedazos y te estoy dando chance de que no te den la pelea directamente para que aprendas algo y ya luego vengas renovado’; no va a pasar así, vamos a pelear inmediatamente. No sé qué habrá aprendido en tan sólo seis meses el pobre, pero vamos a darle de nuevo. Se barajeó [Askar] Askarov, se barajeó [Alexandre] Pantoja. Creo que Pantoja era el más claro y que sí estuvo muy posible de hacerse ese combate, nada más que él, después de la pelea con [Brandon] Royval… Bueno, realmente no sé, pero el caso es que tenía una lesión en la rodilla, entonces, quedó descartado porque va a estar fuera como por cinco o seis meses”, confiesa el peleador de 28 años.

La ventaja de casa

Tras un mes de gira entre junio y julio, Brandon comenzó a pedir una pelea al UFC, buscando entrar al octágono al menos dos veces en el 2021. Aunque no se dio así, resulto satisfecho ya que miles de aficionados le han mostrado que estarán con él en Anaheim, a solo dos horas en auto de la frontera de Tijuana.

“Entonces, fue diciembre y luego dos cosas pasaron: Me imagino que la cartelera estaba llena de muy buenas peleas y se estaba quedando la de Anaheim sola, aparte Anaheim es un mercado increíble para nosotros los mexicanos porque hay muchísima gente mexicana, muchísima gente latina en Anaheim y crea un mercado en el cual yo cabía muy bien. Entonces, por un lado mi parte competitiva me decía, ‘maldita sea, yo quiero pelear ya en diciembre, antes de que se acabe el año’, pero mi parte de amor por mis raíces decía que Anaheim puede ser muy buen lugar para pelear”.

De ganar, el paso más lógico es buscar una defensa en la ciudad de México, donde el UFC no se ha presentado desde el 2019 y no ha tenido una pelea de campeonato desde junio de 2015, cuando Fabricio Werdum sometió a Caín Velásquez en UFC 188.

“La verdad hay como una cierta espinita clavada porque no me ha ido bien en México y eso como que me hace enojar un poco internamente, pero es parte del proceso, es parte del camino. Me tocó perder y me tocó empatar y está bien. Quiero ayudar a que la UFC vuelva a México, tengo que ganar este combate, no sé qué tanto implique… O sea, si depende un cien por ciento de que yo tenga el cinturón o no, pero el caso es que quiero tener el cinturón. Quiero tener el cinturón para que UFC vaya cómodamente a Ciudad de México y vuelva a traer las artes marciales mixtas con un buen evento, un evento numerado inclusive puede ser en el futuro”, puntualizó el campeón.

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