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'Venimos con fuerza': mirada a la evolución de Perú como la siguiente potencia latina de las MMA

Con presencia cada vez mayor en el UFC y un campeón de la PFL, la escena peruana pasa por su mejor momento a nivel internacional en las artes marciales mixtas.


LIMA, Perú -- Latinoamérica emerge como un verdadero semillero de talento para las grandes ligas internacionales y son varios los países que están ganando reconocimiento de la élite de las artes marciales mixtas en el ámbito global.

Perú, que comenzó hace más de dos décadas a organizar eventos locales del deporte entonces conocido como valetodo, hoy emerge en el 2023 con siete peleadores bajo contrato en el UFC (Claudio Puelles, Gastón Bolaños, Daniel Marcos, Rolando Bedoya, Kevin Borjas, Luis Pajuelo y James Llontop), tiene al veterano Enrique Barzola compitiendo en el peso gallo de Bellator, y cuenta con un destacado en Jesús Pinedo, quien acaba de conquistar el título de las 145 libras de PFL en el Campeonato Mundial PFL 2023.

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En las últimas dos temporadas de Dana White’s Contender Series, los peruanos sobresalen entre los otros países de la región con cuatro contratos en cinco oportunidades, solo Sandra Lavado se fue sin ser firmada. Lavado, sin embargo, se mantiene en el intento de alcanzar la promotora, al mudarse a Guadalajara para entrenar en el Lobo Gym junto a peleadoras como la campeona mundial del peso mosca de UFC Alexa Grasso, Irene Aldana y Lupita Godínez. Ese puede ser el único pendiente de las MMA peruanas, ya que todavía son pocas las mujeres en la alta competencia.

En general, UFC tiene representantes de nueve países de Latinoamérica y Perú se colocá en el segundo lugar con sus siete, solo detrás de México, que tiene 19 peleadores bajo contrato.

Aunque Perú llegó a tener su representación internacional desde hace más de 15 años con peleadores como Tony DeSouza, Kenny Florian o Luis Palomino, en ambos casos fueron formados en los Estados Unidos y tuvieron poco arraigo en la escena local. La ex campeona del peso mosca de UFC, Valentina Shevchenko también radicó y representó a Perú e incluso subió con la bandera en peleas de campeonato.

Fueron pioneros nombres como Johnny Iwasaki, David Cubas, los hermanos Iberico y Jackson Mora, que comenzaron a competir en los eventos locales, para luego dar el salto internacional, principalmente en Brasil. Ahora se han convertido en piezas clave como entrenadores o promotores para que el MMA peruano tenga una generación muy destacada de peleadores.

Hoy, Perú avanza a paso más avanzado que países como Venezuela, Argentina y Ecuador, que también han aumentado su representación en años recientes y asimismo recortan distancia con México, que este año tuvo siete peleas de campeonato en el máximo escenario del UFC.

Los peruanos que hoy destacan fuera de su país entrenan principalmente bajo el mando de Iván Iberico (PMAC) y su hermano Héctor (Perros Sarnosos), en el programa de Jackson Mora (FFC) o en Brasil con Diego Lima (Chute Boxe). Además está el caso excepcional de Bolaños, quien pasó la mayoría de su carrera entrenando en el CSA de California con Kirian Fitzgibbons como mentor durante su brillante carrera en kickboxing antes de hacer el paso al MMA.

De la ‘Perrera’ a la máxima vitrina

Una característica de los peleadores peruanos que lograron abrir las puertas del UFC como Barzola, ganador de la segunda temporada de The Ultimate Fighter Latinoamérica, y Puelles, finalista en la tercera, fue su buen juego de piso, en específico una base de ‘luta livre’ que marcó diferencia con otros países.

Al igual que el jiu jitsu brasileño, la ‘luta livre’ - que no debe confundirse con la lucha libre - explotó en la década de los años ochenta en Brasil y siempre rivalizó con el otro estilo de técnicas de sumisión que brilló desde la primera edición del UFC en 1993, cuando Royce Gracie se coronó en el primer torneo.

En esta disciplina se integra el golpeo y se prioriza la posición dominante para buscar castigar y conseguir una victoria.

La ‘luta livre’ encontró un terreno fértil para desarrollarse cuando en 2006 Leozada Nogueira fue a competir en Perú. En aquella cartelera, denominada Grand Champion, participaron David Iberico, el mayor de los hermanos, e Iván, gemelo de Héctor, que consiguió la victoria en pocos segundos ante el brasileño.

Nogueira iba acompañado de su hermano Alexandre Pequeno, quien ya era una leyenda en la promotora Shooto de Japón, que incluso comenzó a organizar peleas con reglas similares a las del MMA años antes de que la historia del UFC iniciara.

Desde el barrio popular de breña, donde crecieron peleando en la calle y entrenando la lucha olímpica, los hermanos Iberico comenzaron su camino.

“Es un gimnasio familiar, siempre nos gustó la pelea, por el entorno en el que vivimos en el barrio. En la televisión vimos que existía el valetodo y nos llamó la atención”, explica Héctor Iberico desde lo que el describe como la “mítica perrera de Breña, el gimnasio más antiguo del MMA peruano”, hoy sede de su equipo los Perros Sarnosos.

Héctor tiene entre sus alumnos más destacados a ‘Soncora’ Marcos, que ha impactado rápidamente en el peso gallo del UFC desde que fue contratado en 2022 por Dana White. Marcos, de 30 años, describe su contacto con las MMA como “amor a primera vista”. Comenzó a entrenar con Daniel ‘Dinamita’ Vásquez, que más tarde lo llevó con Héctor y lo dejó bajó su tutela, ya que vieron gran futuro en él.

“Siempre que voy a Perú practico la luta livre, fue el primer arte marcial para el que entrené. Yo creo mucho en los procesos y en el tiempo, y sé que el esfuerzo de atletas como Barzola, quien hizo un gran trabajo, fue clave para que UFC estuviera pendiente a ver como van los peruanos. Es el principio de algo que se viene muy grande para Perú”, detalla Marcos.

Como en muchos otros países el ‘valetodo’ entró a mediados de los noventa a Perú y comenzó a llamar la atención de atletas como Iván ‘Pitbull’ Iberico, quien practicaba lucha, pero buscaba algo más.

“Sentía que el jiu jitsu no era lo mío, aunque ya era muy popular. Venían los brasileños y se llenaban las academias. Fue entonces que conocí al maestro Alexandre Pequeno, me metí a su estilo y vi que eso era lo que me hacía falta, depurar las finalizaciones. Viajé a Brasil y así comenzó todo”, compartió el coach del equipo PMAC de Sucre, también en la ciudad de Lima.

Iván tuvo marca de 15-2 como profesional, pero se retiró en el 2012 a los 33 años en un momento en el UFC no miraba a otros países de Sudamérica. Se dedicó de lleno a entrenar y mantener activo su propio evento llamado Inka FC, que celebrará su edición 39 en diciembre en una de las sedes donde el MMA peruano ha tenido más arraigo, el Coliseo El Rosedal, una pequeña arena donde tradicionalmente se celebran peleas de gallos.

De alguna forma, Iván Iberico logró su objetivo cuando en 2015 su pupilo Barzola entró a la segunda temporada de The Ultimate Fighter y se coronó en la final ante Horacio Gutiérrez.

Barzola consiguió el contrato y tuvo 10 peleas en la promotora antes de ser liberado durante la pandemia y firmar como agente libre con Bellator.

Un año más tarde, Iván Iberico pudo ir como entrenador para la tercera temporada, en la que su peleador Puelles llegó a la final, y aunque cayó ante Martín Bravo, se mantiene actualmente en el UFC con marca de 5-2.

Con su experiencia en campeonatos sudamericanos y panamericanos, Iván Iberico decidió replicar los campamentos de lucha que vio en países como Cuba, donde se concentraba todo lo que el atleta necesitaba dentro del mismo centro. Así desarrolló un campamento integral de MMA, por el cual pasaron peleadores de UFC como Barzola, Puelles, Carlos Huachín, Pinedo y el más reciente, el ‘Gallo Negro’ Borjas.

“En la visión que tenemos nosotros no solo se trata de llegar, queremos ser campeones mundiales de la liga a la que lleguemos. Sabemos que no será fácil, pero es el objetivo, los muchachos que vienen ahora desde los 12-14 años ya los trabajamos así, físicamente, técnicamente y en lo mental”, explicó.

Los gemelos Iberico coinciden con que la difusión reciente en medios locales y el hecho de que las promociones abren las puertas que antes solo eran para atletas de otros países, han marcado la diferencia para este gran momento.

Al final, el pionero de las ligas grandes fue ‘El Fuerte’ Barzola, quien a los 34 años encontró una nueva casa en Bellator y celebra que sus compañeros tengan una ruta más directa, evitando obstáculos en el proceso.

“Cuando avancé y me dieron el contrato en la final, llegaron muchos peleadores inspirados que se dieron cuenta que si yo puedo, ellos también pueden. Hay mucho talento, ya hemos visto a varios. Realmente me siento sorprendido y feliz por verlos sobresalir”, comentó el veterano peleador.

Barzola está seguro de que “veremos campeones peruanos” en poco tiempo y sigue el ejemplo de México, que ya tuvo en la cima a Grasso, Brandon Moreno y Yair Rodríguez.

Aunque alterna con sus campamentos en el AKA de San José, California, Barzola es el veterano a seguir en el PMAC e inspira a compañeros como Borjas.

“La gente comenzó a ver más MMA, a seguir entrenando, peleando, tenemos la disciplina y se dio la oportunidad. Vamos a tener un campeón mundial muy pronto. UFC va a conocer más a los peruanos, venimos con fuerza y no tengo duda de que pronto harán un evento aquí”, consideró el peleador de 25 años que debutó en el UFC en Nueva York como parte de UFC 295.

FFC y el plan internacional

Jackson Mora también comenzó su carrera como peleador en Perú y tuvo un largo recorrido que lo llevó a combatir en Brasil, México, Ecuador, Serbia, Argentina, Rusia y España. A la par desarrolló su equipo y promotora FFC que hoy busca llevar a más peleadores a las promotoras grandes.

La fórmula es incrementar el número de eventos, visitar nuevos mercados y aumentar la proyección en televisión.

En los últimos años, Mora ha cerrado tratos con televisioras locales en Perú, a nivel Latinoamérica, y UFC Fight Pass, que además de transmitir vía streaming a todo el mundo, acerca el talento a oportunidades en el UFC.

El paso a Fight Pass ayudó en su momento a promotoras mexicanas como UWC y Lux Fight League a mantenerse constantes en la exportación de sus mejores prospectos.

“Hace 12 años yo lo hice porque no había muchos eventos donde competir. Fue difícil, ya que en el primer evento yo era la pelea estelar, estaba calentando en los camerinos y salía vendado para ver si llegaba gente porque tenía que tenía que pagar a la cartelera. No tenía patrocinadores, por ahí uno. Fue una etapa difícil, pero bonita y de eso hemos aprendido muchísimo”, explicó Mora durante FFC 67, la segunda presentación de su compañía en México.

La percepción de Mora coincide con la de otros peleadores y entrenadores: la apertura en los medios de difusión para esta disciplina en Perú ha sido la clave.

“Ahora es otra cosa, tenemos apoyo de las empresas privadas, ya nos transmiten en tres canales famosos. Ahora que está en televisión el peleador tiene más exposición, eso ha ayudado para que más peleadores salgan a pelear en Estados Unidos, Contender Series o UFC. Ha ayudado a tener mejores bolsas para que se dediquen de tiempo complete [a las MMA]”, agregó el promotor, quien también tiene un equipo con peleadores de todo el país, además de algunos internacionales. En el pasado mes de septiembre dos integrantes del grupo, ‘Corazón de León’ Pajuelo y Llontop convencieron a Dana White de quedarse en el UFC, y debutarán en la promotora en los siguientes meses.

“El peleador peruano hoy es mejor que hace 10 años, pero siempre fuimos buenos, solo que no teníamos la exposición. Ahora la tenemos”, concluye Mora, quien recientemente se asoció con la agencia Iridium, que maneja alrededor del 20 por ciento de los peladores de la plantilla del UFC.

Pajuelo, quien comenzó peleando en FFC antes de unirse al equipo, asegura que la “nueva camada” combina la base de lucha con un buen combate de pie y eso ayudó a que se abran las puertas.

“Yo tengo 8-1, siete nocauts, siempre que salgo a pelear busco un nocaut, dar una pelea interesante. Desde antes de la llamada para Contender yo sabía que tenía esa esencia”, confesó Pajuelo, quien obtuvo su contrato el 22 de agosto tras noquear a Robbie Ring.

Semanas más tarde, Llontop obtuvo su propio contrato, y con una racha de 12 victorias a los 24 años, confía en que su generación llegará lejos.

“Primero que nada tenemos hambre y somos jóvenes. La exposición nos llegó en buen momento y tenemos muchos años de carrera”, comentó Llontop, quien venció a Malik Lewis por decisión unánime en DWCS para convencer a White y entrar al plantel de UFC.

“Creo que esta generación tiene la edad para seguir creciendo, tenemos la estructura y los gimnasios, y estamos enfocados en lo que queremos”, concluyó Llontop.