Los Denver Nuggets recibirán este jueves en el Ball Arena a Miami Heat en el Juego 1 de las Finales de NBA. La serie completa, que se verá por la pantalla de ESPN y Star+, tiene al equipo de Nikola Jokic y compañía como favorito a quedarse con todo.
Sin embargo, enfrente tendrá a un rival poderoso que ya se acostumbró a ser un mata-gigantes tras dejar en el camino a Milwaukee Bucks -principal candidato al título antes de los playoffs-, a New York Knicks y recientemente a Boston Celtics, en un séptimo partido que ganaron al trote pese a la presión que significa un juego de esas características fuera de casa.
MÁS: Finales Conferencia | Segunda Ronda | Primera Ronda
Para ser campeones, los Nuggets deberán resolver una serie de cuestiones clave. Presentamos, entonces, los diez puntos a considerar de cara a la serie más importante de su historia.
Vencer a su propia inexperiencia: la importancia del Juego 1
Los Nuggets jugaron 46 temporadas y tuvieron 94 apariciones en playoffs antes de llegar a su primera definición de campeonato. Es la primera vez que finalizaron líderes en su Conferencia y la primera vez que barrieron una serie (ante Lakers 4-0). No solo eso: la última definición que jugaron fue ante los New York Nets en la última temporada de la ABA y la perdieron. Son demasiadas primeras veces para Denver: nunca es fácil romper el hielo en una situación así, por lo que deben estar mentalmente muy preparados para no sufrir los nervios de ver el objetivo tan cerca. Sobre todo en el juego inaugural de la eliminatoria.
Aprovechar la ventaja del descanso
Nueve días de descanso contra dos de Miami Heat. Ese fue el tiempo que tuvo Denver desde que finalizó su serie de Finales de Conferencia y lo que será el inicio de Finales. Solo dos equipos en la historia tuvieron un descanso similar: los Lakers de 1982 (11 días, fueron campeones) y los Nets de 2003 (diez días, perdieron la final ante Spurs).
Consolidar a Nikola Jokic, talento generacional en alza
El interno serbio es todo: forma y contenido. Divertido para ver y efectivo al extremo. Tan es así que es el tercer jugador en promediar un triple-doble entrando a unas Finales NBA. Solo lograron algo así Magic Johnson en 1982 y Wilt Chamberlain en 1967, y ambos fueron campeones esos años. El Heat, además, apunta a controlar su concepto panóptico del básquetbol: ver y controlar todo desde las alturas. Jugar, pero sobre todo hacer jugar. Un Aleph para la estructura de Mike Malone.
Exprimir el combo Murray-Jokic para generar ventajas en el resto
Denver no llegó antes a unas Finales porque Jamal Murray se lesionó. Tan simple como eso. Murray y Jokic crearon 24.5 puntos de jugadas juntos en estos playoffs, tanto de pases mano en mano como en bloqueos al portabalón. Es la mayor cantidad de cualquier dúo en una sola postemporada en los últimos cinco años según el seguimiento de Second Spectrum. Y más allá de lo que generan ellos, es la preocupación que despiertan en la defensa: el solo hecho de intentar controlarlos abre camino para los tiros cómodos de Michael Porter Jr., Aaron Gordon, Bruce Brown Jr. y Kentavious Caldwell-Pope.
Quebrar la zona del Heat
Denver no tiene demasiada experiencia para atacarla y Miami viene de complicarle la vida a Boston con esta defensa. Esta temporada, tuvieron 183 posesiones contra la zona y figuran 23° en toda la NBA. Pero hay algo favorable: tienen a Jokic en el poste alto para subir y jugar alto-bajo. Boston no tuvo un Jokic y lo pagó. De hecho, pese a jugarla poco, los Nuggets rankean sextos en % efectivo de tiros de campo (56.5%) y séptimos en tiros de campo tradicionales (46.5%) contra zona en serie regular.
Controlar a Jimmy Butler, el corazón de Miami
La esperanza, el motor, el corazón del Heat: Jimmy Buckets. Serán sus segundas Finales NBA tras las que perdieron ante Lakers en la burbuja de 2020. Promedia 28.5 puntos y 2.1 robos por aparición y es el 5° en las últimas 35 postemporadas en conseguir algo así. Los otros: LeBron James (2017), Dwyane Wade (2006), Allen Iverson (2001) y Michael Jordan (3x). Pero no es solo números, sino que también es el momento en el que hace las cosas. Butler aparece cuando el equipo lo necesita. Los Celtics lograron controlarlo en el Juego 6 y ese partido puede servir de hoja de ruta para Denver. Pero en el desenlace se quitó las cadenas y vimos lo peligroso que puede ser. El desafío para Denver ya está en marcha.
Buenas rotaciones para evitar el contagio ofensivo del Heat
La ventaja de la localía y un descanso más prolongado son algunas de las razones por las que Denver luce como claro favorito para ganar el Trofeo Larry O'Brien.
Nos quedamos con esa historia simpática de los cuatro 'undrafted' de Miami. Pero más allá de nombres, el Heat cobra valor cuando gana fluidez, sin importar los ejecutantes. Pase, corte, movimiento. La estaticidad es la peor cómplice de cualquier equipo y a eso tiene que apuntar Denver: a sumergir a Butler a un embudo para que no genere desde el dribbling para el resto. Tratar de que los tiradores no ganen confianza. En definitiva, colocar un cerrojo de piernas rápidas que desdibuje la identidad de los equipos de Erik Spoelstra.
Mantener su estadio como una fortaleza
Hablábamos de la defensa de Denver: permite 10 puntos menos de local que de visitante. Es más: los Nuggets no han perdido un juego en esta postemporada en condición de local (8-0) y están 4-3 en la ruta. Más allá del lugar, es el ritmo: en casa, los Nuggets promedian, en playoffs, 19.3 puntos en transición, el máximo de cualquier equipo desde los Milwaukee Bucks de 2019.
El duelo de entrenadores: Mike Malone vs. Erik Spoelstra
Spoelstra arribará a sus sextas Finales de NBA con Miami Heat, mientras que para Malone serán sus primeras. Esta experiencia en el banco de suplentes, este ajustar sobre la marcha para encontrar ventajas, lo tiene al discípulo de Pat Riley, a priori, un escalón por encima de su colega de Denver. Para los Nuggets es un punto fundamental a equiparar si quieren consagrarse campeones.
Estar listos para el clutch: el hábitat predilecto de Butler y el Heat
Los Nuggets tienen un desafío mayúsculo: controlar a Miami en el momento que más disfruta los partidos. En el clutch, o la chiquita: cuando quedan cinco minutos en el reloj y la diferencia es de +/- cinco puntos entre equipos. El Heat jugó 63 partidos que tuvieron clutch esta temporada, incluyendo serie regular y playoffs. Es el 2° máximo de un equipo en los últimos 25 años, el primero fue Dallas Mavericks en 2010-11. De esos partidos, ganaron 27. Denver toma nota de esto pero no se achica: jugaron diez partidos con clutch en estos playoffs y ganaron siete.