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'Magic' regresa para limpiar los trapos sucios de los Lakers

El regreso de Earvin 'Magic' Johnson como asesor de Los Angeles Lakers es sin duda el acontecimiento de los últimos seis años en la franquicia. Ni la incorporación de Luke Walton como coach, ni las tres elecciones en tres temporadas de jugadores del top 7 en el draft, ni siquiera el último juego de Kobe Bryant podrán hacer sombra a la llegada de una de las leyendas vivas de la nación púrpura y oro.

El garante del Showtime lagunero rebosa pasión cuando se trata de sus Lakers y la saca a relucir desde la crítica, como demostró en innumerables ocasiones a través de tuits y entrevistas. Su amor por el equipo es de los que duelen, y ahora su influencia podría servir para mitigar el sufrimiento provocado por una gerencia ineficiente y una familia dividida.

Jeanie Buss, o el cerebro de los Lakers como presidenta de la entidad, quiso que Magic estuviera cerca de ella en la toma de decisiones importantes. Y lo consiguió. La presencia del cinco veces campeón de la NBA le da un nuevo aire a la realidad que vive la familia y el puesto de Jim Buss está en peligro como responsable de las decisiones de baloncesto. Desde la muerte del patriarca, Jerry Buss, la inestabilidad ha sido el denominador común del ámbito deportivo y el ejecutivo. La cúspide de la pirámide organizativa lleva tiempo tambaleándose y la base no es lo suficientemente sólida como para soportarla.

Cuando Jerry B. falleció en febrero de 2013, sus seis hijos quedaron al cargo de un trust que cuenta con un 66 por ciento de la propiedad del equipo. Cada hijo cuenta con un voto en las decisiones, aunque en términos organizativos, Jeanie ocupó el cargo de más responsabilidad y Jim el puesto de mayor rango en las decisiones deportivas codo con codo con el gerente general, Mitch Kupchak. Los resultados saltan a la vista.

Los Lakers han sumado los dos peores balances de su historia en las tres últimas temporadas, y decisiones como las de contratar a Mike Brown, Mike D´Antoni y Byron Scott fueron un fiasco acentuado por la oportunidad perdida de hacerse con los servicios de Phil Jackson y agencias libres totalmente insípidas, la estratosférica renovación de Kobe Bryant mientras aún no se había recuperado de su lesión en el Aquiles; sin hablar de los fichajes de Dwight Howard y Steve Nash, que todavía podrían pasar factura a los Lakers si esta campaña no finalizan en el top 3 para elegir en el draft. La grieta entre Jim y Jeanie es cada vez más amplia y se acentúa con unas palabras del varón sobre una reunión de urgencia entre los hermanos celebrada durante el invierno de 2014.

"Les dije que si esto no funcionaba en tres o cuatro años, si no éramos contendientes a la Conferencia Oeste o al campeonato, entonces daría un paso al lado porque eso significaría que habría fracasado. No sé si puedes despedirte a ti mismo de tu propio equipo, pero lo que sí podría decir es que me apartaría y el resto decidiría quién se haría cargo de las operaciones de baloncesto porque obviamente yo no pude hacer el trabajo", señaló en la época. Ni Nostradamus fue tan acertado en sus predicciones deportivas.

Tres años más tarde, los Lakers siguen siendo un equipo desahuciado en la NBA y no hay visos de que la cosa cambie. Cada mala decisión, cada fracaso, cada pequeño punto a criticar tuvo la enorme sombra de Magic pegada sobre la cabeza de Jim. El exjugador, propietario de Los Angeles Dodgers y ahora asesor de los Lakers ha sido una de las voces más duras contra el trabajo del hijo del Dr Buss. Su mayor frustración es el hecho de no haber reconocido ninguno de los errores que ha cometido.

Con su presencia, el panorama en los Lakers podría cambiar sustancialmente, sencillamente porque su voz es escuchada por quien tiene que ser escuchada. Jeanie B. todavía recuerda las palabras de su hermano y en caso de que no abandone por voluntad propia, a Magic no le importaría llevar la iniciativa en ese sentido. En algunos sentidos, el exjugador es como un hermano para la familia Buss, en otros, no.

Además, los rumores sobre la posibilidad de que Kupchak sea destituido de su cargo se propagan cada vez más en el entorno de la franquicia, a pesar de que Magic le ha mostrado su apoyo en varias ocasiones.

La presencia de Magic en el equipo será a tiempo parcial, como un mero asesor cercano a Jeanie que dará su punto de vista siempre que haga falta y hablará con quien tenga que hablar para intentar poner su coherencia en la franquicia. No tomará decisiones, sin embargo, su opinión pesa varios quintales y su actividad en los Lakers podría ser el inicio de un periodo de reestructuración, no la deportiva, que permanece inmutable al paso del tiempo, sino ejecutiva, esa esfera altiva que hasta ahora nunca pagó por la irresponsabilidad de sus actos.