INDEPENDENCE — Es un monstruo de cuatro cabezas lo que le espera a LeBron James y sus Cleveland Cavaliers.
Los Warriors meten miedo.
James, sin embargo, no rehúye al reto. Con ocho finales de la NBA en su carrera, el astro de los Cleveland y ha escalado antes esta montaña y está preparado para enfrentar a un rival que ha tildado como “bárbaro”.
Cuando el domingo le pidieron que evaluara el inminente desafío: subyugar al temible cuarteto que conforman Kevin Durant, Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green.
¿Este el máximo reto de su carrera?
“Debe estar al tope de la lista”, dijo. “Pues sí, está bien al tope”.
Y luego, como si quisiera advertirse que tiene una colección de tres anillos de campeones y que también es un jugador que mete miedo, James recordó otro rivales de alto calado que ha enfrentado en la postemporada — San Antonio Spurs y Boston Celtics.
"Me ha tocado jugar contra miembros del Salón de la Fama, contra Manu (Ginóbili), Kawhi (Leonard), Tony (Parker) y Timmy D (Tim Duncan) en el mismo equipo”, dijo James, quien estos días ha estado afiebrado. “Y si añades a Pop (el entrenador regg Popovich), ahí tienes a cinco miembros del Salón de la Fama. Así que será algo bastante complicado. Ellos me van a exigir, ellos van a exigir a nuestro equipo”.
“Este es un equipo cargado al máximo”, añadió.
James también evocó un duelo ante unos Celtics de ensueño.
"Enfrenté a Ray (Allen), KG (Kevin Garnett), Paul (Pierce), (Rajon) Rondo y Doc (Rivers). Se trata de algo que no es solo muy arduo para mí mentalmente, sino para nuestro equipo, para nuestra franquicia”.
La tercera edición de Cleveland-Golden State por el campeonato de la NBA es la batalla que todo el mundo esperaba y anhelaba. Y James está seguro que serie sensacional.
Tanto los Cavs como los Warriors reforzaron sus planteles con respecto a hace un año, cuando se fueron al máximo de siete partidos. Fue una épica serie en la que Cleveland se convirtió en el primer equipo en darle la vuelta a un 3-1 en contra en una final de la NBA. Y la ciudad en el estado de Ohio acabó celebrando su primer campeonato en una de las principales ligas profesionales desde 1964.
Esos Warriors que James amansó en 2016 ganaron 73 partidos en la temporada regular y se les mencionan como uno de los mejores equipos en la historia de la liga.
Cuesta creerlo, pero esta versión —con Durant— quizás sea superior.