CIUDAD DE MÉXICO -- La fecha pactada para los nuevos compromisos en México llegó y con ello la oportunidad de desempolvar los jerseys de aquellas épocas de gloria de los equipos que se presentan en duela nacional.
Ya convertido en una tradición en el calendario de la NBA, el recinto en Azcapotzalco desde las 17:30 abrió sus puertas al público en general pero, desde horas antes, los puestos ambulantes brindaban un indicio de cuál sería la quinteta local pese a fungir como el visitante administrativamente, y sobre todo quién era el principal motivo para acudir al compromiso independientemente de los juegos.
Los uniformes rojos con el 23 en la espalda se veían por todas partes, salvo en aquellos que optaron por protegerse del frío de las épocas decembrinas, pero que buscaban aun así mostrar el equipo de su predilección con la gorra alusiva al evento y la insignia “NBA Mexico City Games 2018”.
La ‘Marea roja’ poco a poco se fue haciendo presente en la arena y sólo algún osado portaba el jersey del Orlando Magic, pero también de aquel equipo que tuvo con Shaquille O’Neal uno de sus mejores momentos. Un grupo de animación de la quinteta de Florida buscaba robarse el espectáculo y las miradas del momento pero era claro que hoy la Arena se pinta de rojo.
Al ser un deporte que en los últimos años ha apostado al mercado mexicano, el ‘impacto’ en los menores –que crecen viendo a LeBron James, Stephen Curry, Paul George etc- es evidente pese a la ‘confrontación’ con los padres –que vieron a Karl Malone, Michael Jordan, Reggie Miller o incluso más atrás.
Muestra de este salto generacional es una familia queretana que realizó el viaje a la capital del país para el reencuentro de los padres con los Bulls, equipo de nostalgia por las las leyendas que ellos crecieron viendo pero que, al parecer, han perdido la batalla con los hijos que mejor optaron por mostrar sus colores por las organizaciones que hoy día se roban las miradas y la atención como los Golden State Warriors, los Boston Celtics o Los Angeles Lakers.