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La difícil proeza de la racha de partidos bateando de imparable de Luis Castillo

El dominicano fue seleccionado para el Juego de Estrellas y quedó líder en robos en 2002. ESPN.

A 19 años de haber conectado de imparable en 35 partidos de forma consecutiva la marca se mantiene como una de las más dífíciles de alcanzar por dominicano alguno

El 21 de junio de 2001, el dominicano Luis Castillo y los Florida Marlins recibieron a los Detroit Tigers en ese entonces en el Pro Player Stadium, con la oportunidad de que el intermedista conectara de imparable por trigésimo quinto partido de forma consecutiva.

En su primera oportunidad al bate, enfrentando a Steve Sparks, conectó un rodado al segunda base para ser puesto fuera pero en la parte baja del tercer episodio respondió en conteo de dos bolas sin strikes con un sencillo hacia terreno del campocorto y pudo volver a conectar de hit hacia el el prado izquierdo en el quinto.

El partido terminó 4-1 a favor de los de la Florida y en el segundo partido de la serie de ese fin de semana Castillo falló en las cuatro oportunidades que tuvo. Elevado al izquierdo en el primer episodio, ponche en el tercero, rodado entre las paradas cortas y la segunda base, y con un rodado por la misma zona en el octavo finalizó la racha del dominicano.

En esa racha histórica el intermedista dominicano bateó para .392, con 62 imparables en 168 apariciones en el plato, dos cuadrangulares, 24 anotadas, 14 impulsadas y solo se ponchó en el 10.1% de sus turnos.

Fue una gran temporada para Castillo, participando en la segunda base en el Juego de Estrellas de esa temporada y consiguiendo su segundo liderato en bases robadas de la Liga Nacional con 48.

Desde ese 2002 solo Chase Utley en 2006 (35) y Jimmy Rollins en 2005-06 (38) han podido igualar o superar a Castillo, y entre los dominicanos solo Albert Pujols en 2003, Willy Taveras y Moisés Alou en 2007 han podido llegar a 30 partidos bateando de hit de forma consecutiva.

Luis Castillo se mantiene como el primero y el único dominicana y jugador no nacido en los Estados Unidos en alcanzar 35 partidos bateando de imparable de forma consecutiva, y en ese momento fue la décima racha más larga de la historia.

La proeza de Castillo se mantiene como una de las más grandes y difícil de alcanzar como dominicano alguno y mantuvo a toda la fanaticada atentos a cada uno de sus encuentros.