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Grillo entendió cómo cerrar un campeonato

Ser campeón del Abierto Argentino es un título que no muchos tienen, y menos a los 22 años Getty Images

BUENOS AIRES -- Muchos de ustedes recordarán que a principios de año escribí que Emiliano Grillo ganaría su primer título durante esta temporada. Es cierto que no lo hizo donde yo pensé que lo haría, pero ser Campeón del Abierto Argentino es algo que no muchos tienen en su carrera, mucho menos a los 22 años.

Grillo tuvo sus chances al comenzar el año, fundamentalmente cuando salió como líder en el Africa Open. Allí en el primer capítulo de la ronda final anotó un quíntuple bogey que lo dejó sin chances de ganar.

En Shanghai también estuvo cerca y se le escapó en los hoyos finales, es por eso que este triunfo tiene un sabor especial.

Grillo tenía que ganar este campeonato porque los seis golpes que llevaba de ventaja así lo decían, pero además tenía que hacerlo en forma contundente, sin dejar dudas. Muy distinto hubiera sido ganar por uno o dos golpes jugando una mediocre vuelta final y sufriendo hasta el último hoyo, porque a pesar de ganar, eso le hubiera generado algunas dudas.

Seguramente ustedes me dirán que un triunfo es un triunfo y no importa por cuantos golpes se gane. Tienen razón, pero es muy diferente para la confianza de un jugador ganar con la autoridad con la que Grillo lo hizo en Martindale.

Jugar los últimos 18 hoyos de lo que va a ser tu primer triunfo como profesional, y hacerlo sin anotar un solo bogey en la tarjeta, habla de un jugador que aprendió de sus errores del pasado y que entendió cómo debe cerrarse un campeonato. Esto no quiere decir que no pueda perder nunca más cuando vaya al frente, pero sí quiere decir que el jugador sabe cómo ganar. Esto, para la próxima vez que esté en esta misma posición, será de gran ayuda.

Estando ya afianzado en el European Tour --terminó 44º en la Race To Dubai--, el siguiente paso para Grillo será ganar en Europa. Todos sabemos que la tarea no es fácil, pero el chico cuenta con todas las herramientas para poder hacerlo. Su swing tiene pocas fallas, su ritmo para jugar es envidiable, la tira lejos a la pelota sin hacer mucho esfuerzo, algo que habla de su calidad técnica, parece no meterse nunca en grandes problemas y sin bien la procesión va por dentro, su cara de poker para jugar hace que jamás el contrario sepa lo que pasa por su interior.

De muy chico se fue a vivir a Estados Unidos para perfeccionar su juego en las academias de IMG y aquí están los frutos de ese trabajo. No es fácil tomar la decisión a los 14 años de hacer la valija, dejar todo y empezar un camino como el que Grillo empezó. Esto también habla a las claras de lo convencido que estaba en aquel momento y de una personalidad capaz de aguantar mucho más que el resto de los mortales.

Ser Campeón Abierto Argentino no es para muchos. Grillo lo logró a los 22 años y es un título que guardará para siempre en su memoria. Por ser el primero, pero mucho más, porque fue el que le hizo saber que no sería el último.