Mucha gente que no ha seguido a los Azulejos de Toronto con detenimiento desconoce la calidad de Marcus Stroman y prefiere enfocarse en otras fortalezas del equipo. Independientemente de sus recientes actuaciones en momentos críticos, al derecho con sangre boricua se le sigue tratando como un actor de reparto en los que no se debe enfocar la trama. Es como cuando uno veía un capítulo de El Chavo y se molestaba al descubrir que la historia no giraba en torno a los personajes principales sino, por ejemplo, en Ñoño.
Reales de Kansas City llegó a Toronto a robar al menos un jueguito como visitante y para el primero de la serie colocaron en la lomita a Johnny Cueto o el hombre de las mil maneras de lanzar. Un coach de los Azulejos me dijo que lo impresionante del dominicano no es solo el dominio del arte del engaño para dejar fuera de paso y alterar el ritmo de los bateadores sino que además la recta le llega a 95 millas. "Uno ve ese tipo de lanzadores contorsionistas, sobre todo en el Caribe, pero lo hacen para tapar un poco la falta de fuerza en el brazo, pero ese no es el caso de Johnny", me confesó sin ánimo que lo identificaran.
La grama artificial en el Rogers Centre es una especie de espíritu chocarrero, tal como los llamaba la Bruja del 71, ya que en cualquier momento le quita velocidad a una pelota o hace que el roletazo salte más de lo debido. Ese es un factor particular que favorece al equipo sede además del ambiente creado por los 49,751 fanáticos intensos que pagaron sus entradas y nunca pararon de gritar y alentar a sus jugadores.
Kansas City abrió el marcador en la misma primera entrada. Alcides Escobar conectó un triple, una línea que José Bautista trató de atrapar sin suerte y terminó desviándose a terrenos de nadie, para posteriormente anotar con roletazo a segunda de Ben Zobrist. En ese mismo inning Kevin Pillar, o Superman como también se le conoce, realizó otra jugada fantástica a la defensiva con un batazo descomunal de Lorenzo Cain.
En el cierre del segundo ocurrió una de esas cosas que llaman buen karma. Ryan Goins perdió inexplicablemente un elevado de Ben Zobrist en el juego anterior para romper una seguidilla de 18 retirados seguidos de David Price y permitir la emboscada de los Reales que le dio la victoria. El segunda base ha sido uno de los jugadores más solidos a la defensiva en las mayores en esta temporada y se sintió muy mal luego de lo ocurrido. Hoy en su primer turno consiguió hombres en segunda y tercera y dos outs y luego de batallar por un buen rato trajo ambos corredores con imparable al jardín izquierdo. Al menos una manera de reivindicarse. Luego Donaldson lo impulsó con hit para poner el marcador 3-1.
Los Reales cobraron una más en el principio de tercero gracias a doble de Zobrist y un batazo de Eric Hosmer que un primera base con más instintos defensivos hubiera podido realizar una doble matanza y cerrar el inning. Pero un instante de duda de Chris Colabello fue lo que necesitó Hosmer para llegar quieto a primera. Hasta ese momento los zurdos del lineup le estaban conectando seco a Stroman.
En el cierre del tercero, Troy Tulowitzki conectó monstruoso cuadrangular por el jardín central para tres anotaciones. Pillar remolcó con doble a Russell Martin quien se había embazado por boleto y así despedir a un Johnny Cueto descontrolado, dubitativo e inefectivo. Donaldson le conectó un bambinazo al relevista Kris Medlen y poner el marcador 9-2.
En la apertura del quinto los Reales descontaron dos con el kansasball, una versión de moneyball que consiste en dar líneas por todos lados en períodos cortos de tiempo.
Goins siguió su cruzada con jonrón por el jardín derecho. Karma es karma.
Para celebrar su cumpleaños, Bautista trajo una más en el octavo con hit al jardín izquierdo y poner la cuenta 11-4.
Los Reales amenazaron en el noveno con kansasball y un cuadrangular de Kendrys Morales que le puso un nudo en la garganta a más de uno pero Roberto Osuna sacó los últimos outs.
Los Azulejos no habían podido conectar cuadrangulares ni batear bien con hombres en posición anotadora en la serie de campeonato hasta el día de hoy. La ofensiva muchas veces es contagiosa y este grupo se ha caracterizado por su explosividad durante todo el año. Ya veremos que nos depara el resto de los juegos.
En algún momento hablaremos de Stroman como uno de los mejores brazos en la Liga Americana. Lo que vimos fue solo una muestra de ese talento ya que estuvo muy lejos de su mejor versión. Pero al final los canadienses y su gerencia cantaron "Que bonita vecindad, es la vecindad de Stroman (eso eso eso) solo gana sueldo mínimo pero es pitcher de verdad".