LOS ÁNGELES -- Oficio. Astucia. Osadía. Estrategia. Hacía falta en Chivas. Ricardo Peláez tiene su propio código de batalla. Y en las últimas horas recetó dos jaques mate. Maquiavelo querría firmarlos.
1.- ALAN PULIDO.
El jugador dijo que ya quería irse. Que había dado todo a Chivas. Que hay una legión de clubes suplicándole que firme con ellos. Que debía ir a conquistar otros horizontes. Bla, bla, bla…
Chivas guardó silencio en el asueto de fin de semana. No respetó los tiempos de la Liguilla, sino que eligió la pausa postmortem de los cuatro primeros de la tabla, para asaltar los encabezados.
Este lunes el Guadalajara le tomó la palabra a Pulido, y lo puso en libertad de contratarse con cualquiera de los muchos y desesperadísimos clubes que quieren en sus filas a la versión futbolera-totonaca-cuarta-transformación del Mandalorian o de John Wick.
Jugada maestra. Ahora el villano no es Chivas por deshacerse de Pulido, sino la víctima, porque Pulido abandona al Rebaño que lo amamantó de riquezas, fama, tolerancia, durante años, aunque él sólo le devolvió cinco torneos sin Liguilla.
¿Alguien pagará a Chivas lo que gastó –no invirtió, gastó--, por Pulido? Una operación que en total, entre indemnizaciones, comisiones, porcentajes, negociaciones, rondó los 20 millones de dólares y no los 16 que se manejan.
Chivas será práctico. Se librará de un salario de 2.5 millones de dólares, aunque pierde los servicios de un condecorado combatiente SWAT –en sus propias fantasías de autosecuestro--, además de un asiduo a encerronas musicales de muy dudoso buen gusto.
Y con lo que le paguen por la carta del Tony Stark hojalatero, Chivas habrá hecho una estupenda negociación, siempre y cuando recupere al menos unos diez millones de dólares en esa operación, una de las más nefastas en el futbol mexicano, sólo comparable con la de Maxi Meza a Monterrey.
Hay que recordar que los asesores financieros de Jorge Vergara le recomendaron en su momento no contratar a Pulido. Mediante un estudio de rendimiento y costos, dedujeron que sería una pésima negociación. Pero #ElPelagatos2.0 (José Luis Higuera, inmortalizado así por Peláez) dibujó un espejismo y convenció al entonces dueño del Rebaño.
Ya hay de hecho un especie de cinismo consumado cuando Pulido decide irse como colíder de goleo del torneo, pero sin Liguilla. Por eso, ahora el sorprendido debe ser el Alushe futbolero, al ver que falló su intento de extorsión al Guadalajara, buscando un sueldo más generoso.
2.- J. J. MACÍAS
En el Grupo Pachuca están enojados. Luego de años de ordeñar a Chivas y aprovechar su pelagata complicidad con #ElPelagatos2.0, ahora se toparon con alguien que sabe negociar y apretar el nudo de la corbata de su contendiente.
Ricardo Peláez habría dicho al Grupo Pachuca que en lugar de aceptar a Víctor Guzmán y a Erick Aguirre a cambio de J.J. Macías, prefiere que le entreguen los 15 millones de dólares contantes y sonantes.
La fecha límite para León hijo y Pachuca padre, es el 30 de diciembre. Ese día deberán entregar los 15 millones de dólares por Macías. De no ser así, el jugador seguirá perteneciendo al Guadalajara.
La familia Macías ha cambiado su percepción respecto al regreso al Rebaño. Más aún sabiendo que ya no estará Pulido, pero, especialmente, negociando con Peláez y no con el infausto Higuera, quien amenazó con enviarlo al Zacatepec.
Según la colaboradora de ESPNDeportes, Elizabeth Patiño, Jesús Martínez padre ha decidido enfocar sus finanzas a la construcción del estadio del León, y reducir gastos en Pachuca. Por eso contrataron a mitad de precio a Paulo Pezzolano, de lo que pedía Memo Vázquez.
Cierto: Pachuca podría pagar en abonitos nada fáciles, esos 15 millones de dólares a Chivas, pero no de contado, pero no hay tal liquidez, porque entre los equipos de la multipropiedad pachuqueña, hay una decena de peces gordos con los que hay que hablar de renovación de contrato.
Cuando reciben el ultimátum chiva, de dinero sí, intercambio no, por J.J. Macías, se le borró la sonrisa. Ya no están los mismos tontos de capirote (o cómplices) con los que trataban antes.
Ese doble Jaque Mate de Ricardo Peláez demuestra que sabe jugar y ganar partidas, o por lo menos sabrá sacar ventaja de ello. ¿Cómo? Por ejemplo, que Pulido recule y que el Grupo Pachuca abarate sus monedas de cambio.
Ahora, la baraja la reparte Chivas, antes le jugaban con ases bajo la manga.