Caótico, desordenado y alborotado son adjetivos que resumen perfectamente el fin de semana caótico que vivió la Fórmula 3 en Spa-Francorchamps. Es cierto, el clima no ayudó mucho. Pero los dimes y diretes de la FIA aumentaron los desatinos. Antes de comenzar la actividad oficial de la novena fecha del torneo, que se vive por Star+, las autoridades debieron recortar las dos competencias por recomendación de Pirelli, proveedor de neumáticos, ya que no daban garantías de fiabilidad en la duración de los compuestos ante la exigencia. Así, la sprint race pasó de 15 a 12 giros y la feature race, de 18 a 15. Hasta ahí, aceptable. Pero el sábado fue un concierto de idas y vueltas.
La sprint race tuvo al auto de seguridad como el gran protagonista. No llegaron a completarse dos giros libres debido a los incidentes protagonizados por la vehemencia de los pilotos. Finalizada la carrera, la FIA anunció que la competencia no daría puntos debido a que el reglamento deportivo de la Fórmula 3 así lo marca para las competencias que no completen dos giros con bandera verde. Pero… ¡Diez horas después! Sí, leyó bien. ¡Diez horas después borró con el codo! Insólito. La Federación Internacional del Automóvil, encargada de analizar, ejecutar y fiscalizar la normativa, trastabilló. Finalmente, como la cita completó el recorrido total, sí otorgó unidades. Así, el argentino Franco Colapinto, inicialmente sexto en pista, sumó los puntos del quinto tras la sanción de Zak O’Sullivan. Y el brasileño Caio Collet se llevó las unidades por su triunfo. Desordenado, como mínimo.
Y llegó el domingo, con la recortada feature race, en la que otra vez hubo caos. Esta vez, por el clima. Porque en algunos sectores del trazado enclavado en el bosque de las Ardenas llovía y la pista estaba mojada. Pero en otros, estaba seca. Un clásico de Spa. La duda era: ¿con qué neumático largar? Especialmente porque ya no caía agua, entonces, para los que apostaban por cubiertas lisas era cuestión de aguantar al principio para aprovechar al final. En ese grupo estaba Colapinto, quien, tras la sanción a Gabriele Mini del sábado, heredó el tercer cajón de partida. Pero poco pudo hacer en cuanto entró en la zona húmeda y aquello que tenían neumáticos de piso mojado empezaron a superarlo claramente.
En el grupo de cubiertas de lluvia estaba el colombiano Sebastián Montoya. El colombiano de la academia Red Bull largó 21º y avanzaba a paso firme. El ingreso del auto de seguridad, en el quinto giro por el golpazo de Oliver Goethe en Eau Rouge, fue el momento en el que varios de los que apostaron al neumático con dibujo fueron a boxes a cambiarlos por los de piso seco. Entre ellos Paul Aron, quien lideraba cómodamente. El movimiento del estonio fue malo y finalizó octavo. Finalmente, Taylor Barnard fue el vencedor.
Para Montoya, la alegría de finalizar sexto luego de partir tan atrás (perdió el quinto puesto con Collet en el cierre). Para el argentino, la frustración de haber perdido una gran chance al partir tercero y ser apenas décimo. Tan revuelto estuvo todo, que, de los diez primeros del campeonato, la mitad se fue sin anotar en todo el fin de semana. Entre ellos, Gabriel Bortoleto, el cómodo líder del campeonato y quien seguramente se consagrará en la última fecha, que se disputar el Monza del 31 de agosto al 2 de septiembre.
Colapinto, integrante del programa de desarrollo de Williams, avanzó un puesto en el torneo y se ubica quinto (sumó siete puntos en Bélgica). El argentino apunta al subcampeonato, porque está a seis de Aron, el segundo (106 a 100). Bortoleto está en otro mundo con sus 144, cuando quedan los 39 que se disputarán en Monza.