Franco Colapinto debutará en Fórmula 2 en la última cita del ejercicio 2023, que se disputará en Abu Dhabi. El piloto que pertenece al programa de desarrollo de pilotos del equipo Williams de Fórmula 1 es el argentino más cercano a la Fórmula 1 desde que Facundo Regalia se moviera en ese hace una década. Allá en 2013, el bonaerense fue subcampeón del ruso Daniil Kvyat en GP3 (actualmente Fórmula 3), se sumó a las filas del equipo Force India de F1 (hoy, Aston Martin) y pegó el salto en 2015 a la GP2, hoy F2. Así, Regalia será hasta que Colapinto salga a pista en Yas Marina, el último argentino que corrió en la telonera de la máxima categoría.
La falta de presupuesto comenzó a torcer el destino de Regalia justo en el momento que debía pegar el gran salto. Tras cuatro fechas de GP2, debió bajarse de la categoría. Tras batallar fuertemente para tratar de reencausar su carrera deportiva, en 2018 fundó la empresa Road To Success, compañía que se dedica al coaching y gestión deportiva de pilotos. Actualmente cuenta con 12 corredores (de turismo, fórmula y karting), entre ellos Mari Boya, español que fue compañero de equipo de Colapinto en la Fórmula 3 de este año. En charla exclusiva con ESPN.com, el argentino radicado en España, contó cómo fue su llegada a la segunda divisional del Mundial y trazó una comparación con el arribo de Franco.
“Son circunstancias muy distintas las que se me dieron a mí en aquel momento y las que se le están dando a Franco en este. Me alegra mucho por Franco, a quien conozco muy bien desde 2019, cuando coincidí con él porque yo era coach del equipo Drivex cuando Colapinto gana la Fórmula 4 Española. Y este año lo seguí toda la temporada porque compartió el equipo de F3 con Mari Boya, piloto de nuestra empresa”, cuenta Regalia desde su oficina en Madrid.
Luego, arranca su relato sobre aquel fallido intento de GP2. “Lo que me sucedió a mí, después del subcampeonato de GP3 y salté a GP2, la idea era seguir con ART y continuar con el proyecto con Frédéric Vasseur, que hoy es el capo de Ferrari en F1. La alineación para 2014 era Stoffel Vandoorne y yo, pero arrancaron los problemas de presupuesto. Contaba con 200.000 euros del premio de Pirelli por GP3 para firmar el contrato. Yo ya tenía la vinculación con el equipo Force India de F1 y necesitaba un presupuesto que no era una locura, porque Vasseur hizo una gran oferta por mi muy buen año de GP3. Necesitaba 1,6 millones de euros, cuando lo normal para ese tipo de equipos era de 2,2 millones. Pero bueno, yo no tenía nada de apoyo desde la Argentina, mi familia ya había dado todo para GP3 y no podía participar para GP2. A lo de Pirelli había que sumarle 50.000 euros de un empresario argentino. Y después, YPF, de forma privada, puso poquito más de 100.000. Era un monto, por supuesto, pero para lo que yo necesitaba no era ni el 10% del presupuesto. Entonces, cuando una empresa como YPF no pudo bancarme de la forma que esperábamos, que era el 50% para tener margen de buscar el resto y ahí sí firmar con ART, todo cambió. No me quedó otra que firmar con el único equipo que sabía que contaba con ese dinero y que estaba linkeado con Force India, que era Hilmer. Tuvimos una muy buena pretemporada, hay que decirlo, porque Daniel Abt, mi compañero, y yo estuvimos siempre entre los seis primeros. Pero cuando llegamos a la primera carrera en Bahrein fue todo muy mal. Era un problema detrás de otro, inconvenientes de balance. Solo en Mónaco tuvimos buen balance, pero un problema electrónico me complicó el sábado y largué último el domingo, hice la vuelta rápida el domingo, que no servía, pero mostraba el potencial”, fue el martirio de Regalia.
Después de cuatro citas muy complicadas, llegó el cierre de la relación con Hilmer: “Llegó Red Bull Ring, la cuarta fecha, que fue mi última carrera. Decidí bajarme, a pesar de que el equipo quería que siguiera, pero me iba a seguir endeudando. Y deportivamente no me servía, porque estaba matando el status que llevaba desde GP3. En junio de ese mismo año volví a la Argentina para tratar rearmar la campaña, toqué todo tipo de puertas y contactos para ver si podía volver a reconstruir el presupuesto y retornar a GP2 en 2015 en un buen equipo, porque tenía ofertas. Pero lamentablemente no se me dio, ni bajo el mandato de Cristina Fernández, en pleno boom de mi carrera, ni con el gobierno de Mauricio Macri. Era mi última oportunidad para tratar de llegar a la Fórmula 1 en 2016, que era el objetivo. Tuve un último intento en 2018 con el ofrecimiento del equipo MP bajo un presupuesto irrisorio de 800.000 euros, pero ni así fui capaz de cerrar esa oportunidad”.
Para Regalia, la situación de Colapinto dista completamente de la que le tocó vivir a él. “A Franco se le presentan las cosas de la manera que me hubiera gustado a mí. Termina con MP un buen segundo año en F3 y continúa con la misma estructura, que es muy fuerte en Fórmula 2, que arrasó con Felipe Drugovich en el torneo 2022. Esta continuidad le da mucha confianza porque lleva tiempo en el equipo, corrió en la Regional, en F3 y tiene una relación muy estrecha, se siente muy arropado y eso es esencial. Y va a tener un grandísimo piloto como compañero, Dennis Hauger, quien trabajó conmigo hace tres años, y eso le dará una muy buena referencia interna. Además, Williams lo está apoyando con un porcentaje importante del presupuesto para Fórmula 2, algo que no ocurrió en mi caso. Con Force India yo tenía una prueba por contrato en el rookie test de Silverstone o Abu Dhabi, más el simulador con Checo Pérez y Nico Hülkenberg y muchas cuestiones deportivas importantes, pero no con presupuesto. Y Franco, además de Williams, logró generar presupuesto desde la Argentina. Y tiene el ángel que le cayó del cielo que es Bizarrap. Mi ángel en aquel entonces era nada más ni nada menos que Diego Armando Maradona, yo consideraba que era el padrino que se me presentó por Paolini y porque estuvo conmigo en la definición de GP3 en Abu Dhabi. Me prometió un montón de cosas, por su fanatismo con el automovilismo y por la relación con la presidenta Cristina Fernández… Muchas promesas en el medio, que de haber cumplido una, ¡con una! yo hubiera tenido chances reales de llegar a la Fórmula 1 y habría dependido de mí, no del presupuesto. Me alegro por Franco por todo lo que le está pasando, a él se le alinearon los planetas y yo estuve lejos de que pasara”, cerró.
-¿Hoy aportás todo tu experiencia en gestión de pilotos?
-No puede cumplir yo con el objetivo de llegar, ahora mi objetivo es llegar con un piloto nuestro a la Fórmula 1.