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Dakar 2024: ¡el desierto se comió a Nasser Al-Attiyah!

El gigantesco desierto Empty Quarter se convirtió en el Waterloo de Nasser Al-Attiyah en la edición 2024 del Dakar. El qatarí, ganador de cinco Touareg en autos (los dos últimos de manera consecutiva) era uno de los principales candidatos en la 46ª edición del raid más difícil del mundo. Es cierto que llegaba con un cambio: dejó a un lado al equipo Toyota (con el que venció en 2022 y 2023) para sumarse a las huestes del Overdrive. La modificación de equipo, un dato no menor, no achicó en nada el mote de contendiente al éxito. Pero toda su esperanza se esfumó en la sexta etapa, la de 48 horas.

Cuando apenas le faltaban 50 de los 549 kilómetros cronometrados en dos días, Nasser sufrió un problema mecánico en su auto y debió parar. Con Mathuier Baumel, su navegante, trataron de reparar el inconveniente en el tren delantero, pero era imposible. Debían esperar el camión de asistencia, que llevara las herramientas necesarias para el arreglo. Después de perder poco más de dos horas, finalmente pudo reanudar la marcha para cerrar el especial en el puesto 51, a 2h45m23s de Sébastien Loeb, el vencedor del día.

"No fue un buen día. Hemos roto un cojinete de la dirección a falta de 50 km para la meta y hemos tenido que esperar a nuestra asistencia para repararlo. Es una lástima porque habíamos firmado un buen especial pese a salir adelante ayer. En cualquier caso, vamos a continuar y ver qué podemos hacer. La idea es ayudar a Séb a ganar el Dakar. Haré todo lo que pueda para que así sea", dijo Nasser, ya fuera de combate en la pelea por el éxito, pero con la humildad de tratar de ayudar a Loeb (su compañero en Overdrive) a conseguir su primer Touareg. Al-Attiyah quedó 17° en el total, a 2h40m54s del líder, el español Carlos Sainz.

Loeb, nonacampeón de WRC, sueña con lograr su primer éxito en la carrera más exigente del mundo. "No está tan mal, seguimos en la pugna. En definitiva, hemos perdido tiempo dos veces entre una bieleta y un triple pinchazo. Aparte de eso, estamos teniendo una buena semana, pero se sigue corriendo muy rápido. Todo el mundo ha acelerado al máximo y el nivel es muy alto. A este ritmo, es normal que se rompan cosas y pasen cosas. Por ahora todo va bien para nosotros. Solo tenemos que seguir así y encontrar una solución a los pinchazos para las últimas etapas con piedras", analizó el exgimnasta francés, tercero en la general a 29m31s de Sainz.

El español redondeó dos días casi perfectos. Su estrategia de aminorar la marcha en la quinta etapa (directamente frenó antes del final) para tener un orden de salida más retrasado en el Empty Quarter funcionó a la perfección. El madrileño de Audi se encontró con las huellas que dejaron sus rivales que abrieron camino y evitó perderse en la inmensidad del desierto. Apenas cedió 2m01s con Loeb en el tramo y manda con una buena luz de 20m21s sobre Mattias Ekström, uno de sus compañeros en la casa de Ingolstadt.

“Fue una etapa tremendamente difícil, pero nos ha ido relativamente bien. Hoy me he quedado atascado en unas dunas y he perdido unos minutos. Este par de días en las dunas fue positivo. Queda una semana por delante y la carrera sigue abierta”, dijo el tricampeón del Dakar.

El inhóspito Empty Quarter (650.000 kilómetros cuadrados de arena) fue el alíado perfecto de Sainz porque se comió a varios candidatos. Además de Al-Attiyah, el local Yazeed Al-Rajhi, quien llegó el desierto como líder de la general, volcó con su Toyota en el primer día de los dos de la etapa y todo se terminó. El francés Stéphane Peterhansel (Audi) sufrió un pinchazo el jueves y no podía cambiar el neumático por la rotura del gato hidráulico, inconveniente que también lo dejó sin dirección asistida. El drama siguió este viernes, en la reanudación del especial: “Esta etapa de 48 horas terminó siendo catastrófica para nosotros. Ayer nos quedamos por un pinchazo y al tratar de cambiar la rueda hemos roto un gato hidráulico. A partir de ahí no conseguíamos cambiar la rueda y nos vimos obligados a desmontar toda la carrocería para sacar el gato. Y después de sacarlo resulta que ya no teníamos aceite en el sistema hidráulico. Nos ha llevado dos horas repararlo y llegar al vivac. Y esta mañana, nos saltó una alarma roja en el coche, que indica un peligro grave, de manera han tenido que intervenir los ingenieros para arreglar el problema. Llegado este punto nuestro único objetivo es apoyar al equipo”, dijo Monsieur Dakar, quien cerró el tramo en el puesto 61, a 3h04m46s de Loeb. En el total, Peterhansel se ubica 22°, a 3h23m04s de Sainz. El español tendrá en el francés a un aliado clave.

Por su parte, Juan Cruz Yacopini también la pasó muy mal en el Empty Quarter. El argentino tuvo un problema mecánico el jueves y los inconvenientes siguieron el viernes. Fue 99° en la etapa, a 6h18m34s de Loeb (con 15 minutos de penalización incluidos) y en el total se ubica 52°, a 8h05m29s de Sainz.

Este sábado será el día de descanso en Riad, la capital de Arabia Saudita, y el domingo se disputará la séptima etapa, que tendrá 483 kilómetros cronometrados.

CHALECO LÓPEZ, CUARTO EN CHALLENGER

Chaleco López pudo terminar muy bien su paso por el Empty Quarter, con el cuarto puesto en la etapa, a 22m20s del polaco Eryk Goczal, quien manda en la general. “Se terminó esta sexta etapa, dividida en dos, con mucha duna. Ayer eran muy grandes, difícil de pasar. Avancé un puesto en la general y estamos cerca del podio. Llevo 13 versiones del Dakar y lo de esta sexta etapa fue increíble. Vamos a atacar en la segunda semana”, dijo el chileno, cuarto en el total, a 1h26m52s del líder y a tan solo 18 segundos del podio.

En tanto, el argentino Nicolás Cavigliasso fue octavo en el especial de 48 horas, mismo lugar que ocupa en la general.