Guerlain Chicherit ganó la décima etapa del Dakar 2024 en autos. Fin del comunicado de lo que ocurrió en la punta del tramo Aula-Aula. Sinceramente, con perdón del francés y su equipo, su trabajo no fue el que importó a dos días del cierre de la 46ª edición de la carrera más difícil del mundo. Es que el duelo Carlos Sainz y Sébastien Loeb por el éxito final se lleva la atención de todos. Y ni cerca estuvieron de discutir el éxito en el parcial, todo lo contrario, lo sufrieron muchísimo.
. El Matador lo dijo más de una vez: “Hay que ir día a día”. La versión española del “paso a paso” de Mostaza Merlo en su Racing campeón de inicios de siglo encontró fuertes argumentos en la décima etapa. El tricampeón del Dakar arrancó el día con 20m33s de ventaja sobre el nonacampeón de WRC, una diferencia tranquilizadora. Sin embargo, las piedras del especial Alula-Alula se convirtieron en una trampa durísima para ambos. “Yendo despacio, pinchas; vas rápido y pinchas igual y al final ya no sabes qué hacer”, confesó Sainz. Y sí, sufrió una primera pinchadura. Con su navegante cambiaron el neumático y siguieron. Poco después, segunda cubierta rota. Otra vez detenidos y a poner el segundo y último repuesto. Y… Sí, llegó una ¡tercera pinchadura! “Imagínate ir sin ruedas de auxilio y sufrir un pinchazo más, hemos estado parados intentando reparar, pero imposible”. Al madrileño lo salvó el trabajo de equipo. Es que Audi, con tres autos en competencia, solo tiene a Sainz con chances de correr. Sus compañeros están a expensas de las necesidades del español. Fue así que Mattias Ekström debió parar y entregar sus cubiertas al español. El sueco, ahí quedó, a la espera de la asistencia para poder llegar al campamento. Sainz fue 25º en el tramo. Claro, con tantos problemas, Loeb estaba ante la gran chance de realizar un gran recorte en la desventaja y preparase para luchar con todo en las dos etapas finales. Pero… ¡El exgimnasta también sufrió! Pinchó dos veces y tuvo problemas con el gato hidráulico, así que cada cambio se convirtió en una odisea. "Fue una pesadilla. Esta mañana, tuve una avería en el enlace y después pinché dos veces la rueda izquierda. Tuvimos que buscar un lugar donde colocarnos en alto para cambiar la rueda trasera. Hemos perdido 15 minutos con esa tontería y son cosas que de por sí no deberían ocurrir. Es frustrante perder el tiempo así. Somos incapaces de hacer 400 km sin pinchar dos veces. Va a ser difícil", sentenció Loeb, 16º en la décima etapa, quien así y todo logró achicar la distancia a 13m22s. Claro, podría haber rebanado mucho más. Con dos tramos por disputarse y 595 kilómetros cronometrados, la diferencia de poco más de 13 minutos parece importante. Pero como dijo Sainz, es “día a día”. Y para el 11º tramo se esperan piedras, el talón de Aquiles de ambos. CHALECO LÓPEZ TAMBIÉN SUFRIÓ En la categoría Challenger, Chaleco López no se quedó atrás con los problemas. El chileno sufrió tres pinchaduras y la rotura de una llanta. Con los inconvenientes, terminó 19º en la décima etapa, a 45m12s de Marcelo Gastaldi, el vencedor. A pesar del tiempo perdido, Chaleco continúa en el tercer lugar de la general, a 1h13m48s de Mitchell Gutrhrie, el líder en el total. “Fue un día complicado. Tuve mucho polvo, rompí tres neumáticos y una llanta. Por suerte pudimos llegar. Fue un día muy duro”, contó Chaleco.