Y colorín colorado, este Dakar se ha terminado. Stop. “Esto es día a día”, se cansó de decir Carlos Sainz, el protagonista principal del cuento. Es cierto, quedan 175 kilómetros cronometrados en la etapa final (Yanbu-Yanbu), que se disputará este viernes. Pero el Matador tiene su cuarto Touareg en autos en el bolsillo. Sí, es verdad, hay que llegar al final y cualquier cosa puede ocurrir en la carrera más dura del mundo. Pero la distancia que sacó le permitirá realizar un tranquilo paseo para desembarcar en el podio de coronación.
. La estocada final llegó con el problema de Sébastien Loeb. El francés, quien arrancó el penúltimo día con una desventaja de 13m22s con respecto a Sainz y con el objetivo de tratar de arrimarse todo lo posible para llegar a la última etapa con la esperanza de lograr su primer triunfo en el Dakar. Pero todo se terminó en el kilómetro 132 del especial de 420, cuando sufrió la rotura de la suspensión delantera tras un salto. El daño fue grande y pasó poco más de una hora detenido, hasta que, gracias a la ayuda que recibió del equipo Hunter del team YunXiang China T1+, pudo reparar el problema y seguir en competencia. Pero su sueño de ganar del Dakar 2024 se terminó ahí mismo. El francés deberá esperar un año más para volver a cumplir el objetivo en el raid. Para colmo, sumó cinco pinchaduras en el trayecto, situación que lo retrasó aún más. “Gracias a nuestros compañeros de equipo, mantenemos un inesperado tercer lugar en la general antes de la meta final de mañana”, dijo el alsaciano, quien quedó a 1h36m02s de Sainz tras su 62º lugar en la etapa. "Empezamos rompiendo un triángulo delantero que no teníamos en el coche. A partir de ahí, fue como morir poco a poco... Nos hemos quedado a un lado de la carretera durante una hora pensando que se había acabado, y entonces nuestro compañero de equipo chino, que tenía la pieza, nos pudo echar un cable. Volvimos a salir y, a partir de ahí, pinchazos, pinchazos, pinchazos... Afortunadamente, hemos llegado a la meta, con un coche en un estado lamentable, eso sí”, agregó el nonacampeón de WRC. Cuando Sainz pasó por el sector en el que Loeb estaba detenido, el francés le hizo una seña casi de rendición en la batalla. El Matador lideró durante gran parte del especial, pero finalmente cerró el día en el tercer lugar, pero ya sabiendo el inconveniente del francés. "Tuvimos un pinchazo lento cerca de la meta, pero después de ver a Séb, fuimos muy despacio. Había muchas piedras. Tuvimos suerte, porque, aunque se conduzca con cuidado, a veces se pincha igual. Quedan 170 kilómetros y sé, sobre todo en este rally, que hay que llegar a la meta para poder cantar victoria. Eso es lo que vamos a intentar hacer. Vamos a darle un buen repaso al coche porque la etapa ha sido durísima. Si Sébastien está una hora detrás de mí, no tendré que apresurarme", dijo el madrileño, quien aún no sabía que ya Loeb no era más su escolta. Es que el exgimnasta cayó al tercer lugar y cedió el segundo puesto, que ocupa el belga Guillaume De Mevius, a 1h27m06s. Por su parte, el argentino Juan Cruz Yacopini cerró un gran día con el séptimo lugar en la etapa. NICOLÁS CAVIGLIASSO FESTEJÓ EN CHALLENGER Nicolás Cavigliasso, navegado por su esposa Valentina Pertegarini, fue el ganador de la 11ª etapa en la clase challenger en autos. Fue el segundo tramo que la pareja argentina gana en la edición 2024. "Hemos hecho otra buena etapa. Estaba en una buena posición al principio y Valentina navegó muy bien. Ataqué desde el principio, pero había muchas piedras. Fue entonces cuando me di cuenta de que era mejor bajar un poco el ritmo en esta sección para empujar más fuerte en un terreno más favorable. Estoy muy contento de volver a ganar", dijo el cordobés, noveno en la general. Por su parte, Chaleco López no pudo redondear un buen día y, a una etapa del final, se bajó del podio. El chileno cerró la jornada en el octavo puesto, a 27m50s del argentino y se ubica cuarto en el total, a 3m40s del nuevo tercero, Rokas Baciuska.