Agustín Canapino no logró sellar en carrera todo lo bueno que había hecho en la actividad previa de la segunda cita de IndyCar, en Long Beach. El Titán había cerrado entre los diez los dos entrenamientos y apuntaba a pelear bien arriba en el urbano californiano. Pero en la clasificación todo comenzó a complicarse. Le quitaron su mejor registro, finalizó décimo en su grupo y quedó obligado a partir 20°, muy atrás para una pista que no brinda muchos lugares de sobrepaso. Y la máxima se cumplió.
El argentino finalizó 15°, apenas avanzó cinco puestos con respecto a su posición de partida en la larga competencia de 85 vueltas y los últimos dos peldaños los subió en las últimas cinco vueltas al superar a Graham Rahal y Christian Lundgaard.
El equipo Juncos Hollinger Racing decidió utilizar dos estrategias diferentes con sus pilotos. Canapino partía 20° y su compañero, Romain Grosjean, 16°. El plan con el francés funcionó mejor y cerró el día octavo, mostrando el buen ritmo que mostraron los dos Dallara-Chevrolet del equipo de Ricardo Juncos, porque en ensayos el tetracampeón de TC y el exF1 habían girado en tiempos similares.
Lo positivo es que el auto está en tiempos de punta y con chances de meterse entre los diez, como lo mostró Grosjean. Para Canapino, se tratará de pulir detalles para poder cerrar un fin de semana más provechoso. En una semana tendrá revancha en Barber.
En tanto, Scott Dixon dio una muestra más de todo su talento y su larga experiencia y se quedó con la victoria.