Cuesta concluir si la felicidad de Mariano Werner fue más grande que la frustración de Diego Ciantini en el cierre de la cuarta fecha de Turismo Carretera, disputada en Toay, La Pampa. Probablemente haya sido un cerrado empate, porque el triunfo del tricampeón fue tan fuerte, como la chance que se le escapó al Bochita.
Ciantini, piloto con pasado europeo en la Fórmula 4 Italiana y Alemana (fue rival de Mick Schumacher) había dominado con una abrumadora amplitud durante todo el fin de semana pampeano. El Chevrolet del equipo JP había aplastado en clasificación y en su serie. Nada lo frenaba, ni siquiera el formato especial que tuvo la carrera, con la obligación de todos los pilotos a ingresar a boxes a cambiar los dos neumáticos del lado derecho, en un sistema programado de ingresos casi imposible de seguir para la mayoría de los espectadores. Pero así es el TC. El Bochita paró, los mecánicos del equipo trabajaron muy bien y, una vez que todos se detuvieron, retomó la punta y se fue y se fue y se fue.
Ciantini llevaba diez segundos de ventaja, ¡un mundo en una carrera de TC! Estaba todo terminado, el triunfo estaba en el bolso. Pero en la vuelta 23 de 30 el Chevrolet de Gastón Mazzacane se quedó parado a un costado de la pista y los comisarios deportivos decidieron que ingresara el auto de seguridad. Adiós la luz de ventaja y el que se le pegó fue nada menos que Werner, zorro conocedor de estas lides de batallar.
Y llegó el relanzamiento, a tres del cierre, que en el TC es a la par y Werner estiró por afuera y superó a Caintini para conseguir su 25° éxito en la categoría (está 13° en el ranking histórico), el primero del año y el primero con el nuevo modelo Mustang, uno de los autos de nueva generación en el recambio que planteó la ACTC.
“Era un fin de semana ganado, faltaban vueltas, pero llevaba diferencia para ganar bien. Pero entró el auto de seguridad y Mariano me ganó bien, le dejé lugar como dice el reglamento y lo hizo bien. Tengo bronca porque quería ganar, pero bueno”, dijo Ciantini, sin ocultar su bronca por la chance que se le escapó. Vale aclarar lograr un triunfo en el año es requisito para ser campeón en TC.
“Si no aparecía el auto de seguridad no era mía, pero a veces mem toco perder así. El Bochita se comportó increíble, defendió lo suyo. Piqué bien al ladito de él y tenía que estirar el frenaje en la curva 1 para ir por afuera, tenía que llegar con medio auto adelante a la segunda y ahí lo pude superar”, explicó Werner, quien, además, pasó a la punta del campeonato.