Teñido de tristeza fue el domingo de Turismo Carretera en Termas de Río Hondo. Claro, no era para menos. Si se fue el último gran ídolo del automovilismo argentino. Si el sábado, un par de horas después de la clasificación de la quinta fecha llegó la noticia más dura: se fue Juan María Traverso. El que hizo trascender las fronteras del automovilismo. Si hasta las personas que nada saben del deporte motor sí tienen bien claro que hubo alguien al que le decían el Flaco, que corría en autos y que jamás ocultó su forma de ser. En medio de todo eso, la octogenaria categoría cerró su fin de semana con el triunfo de Valentín Aguirre.
Vericuetos del destino. Justo en el fin de semana en el que se fue él, ganó un piloto al que hay que extirparle las palabras. Reservado y callado es Aguirre, la antítesis del siempre locuaz Flaco de Ramallo. La carrera estuvo signada por el recuerdo permanente de Traverso. Antes del arranque, los pilotos actuales y varios ex se unieron en homenaje alrededor de un capó violeta de un auto de Traverso. Convivían todos, muchos centennials que saben del Flaco por lo que le contaron o vieron en YouTube. Otros que de pequeños se quedaban impávidos frente al televisor para ver las proezas de ese héroe que no usaba capa, iba ataviado con un casco y un buzo antiflama. Y también estuvieron los que pelearon en pista con él, como Guillermo Ortelli, el Gurí Martínez y el enorme Pincho Castellano. Todo fue dolor.
Sí, hubo una carrera también. Y la ganó muy bien Aguirre por estar en el momendo adecuado en el lugar justo. Iba segundo, resignado ya a no poder ganar ante la superioridad que mostraba Diego Ciantini en la punta. Pero la rotura del diferencial dejó al Bochita envuelto en llanto en su box al ver cómo se le escurría una victoria por segunda vez consecutiva (ya le había ocurrido en La Pampa por un ingreso del auto de seguridad que lo complicó). El arrecifeño heredó la punta con el Chevrolet del equipo JP, el mismo con el que corre Ciantini, y se quedó con un triunfo aliviador después de un complicado arranque de año.
Y sí, Julián Santero se fue feliz con el segundo lugar y la buena suma de puntos para el campeonato y Gastón Mazzacane completó el podio. Y por ahí andaba José Manuel Urcera, quien con su puesto 13 le alcanzó para desbancar a Mariano Werner de la cima del torneo. El Mustang del campeón terminó guardado antes del final por un problema de transmisión.
Sí, hubo una carrera, con ganadores y perdedores, como pasa cada fin de semana en un autódromo argentino. Pero esta vez fue distinto. Y lo será de acá en más, porque el Flaco ya no podrá aportar su análisis, sus ácidos comentarios y su locuacidad.