A partir de este mismo fin de semana, en el GP de Países Bajos, Checo Pérez deberá redoblar esfuerzos.
La segunda parte de la temporada de la Fórmula 1 promete aun más emociones de las que tuvimos en la primera.
El parón veraniego trajo pausa y calma a la muy tensa competencia entre Mercedes y Red Bull que tocó sus máximos históricos con el incidente entre Hamilton y Verstappen, seguido del caos que ocasionó Bottas arruinando la carrera tanto de Max como de Sergio Pérez. Entre otros.
Pero es justamente Checo quien debe llegar no solo con las baterías recargadas, sino con el firme objetivo de buscar una revancha personal y de paso para con su equipo.
Checo Pérez cometió un error en Bélgica, que para su fortuna, llegó días después de haberse anunciado su continuidad con la escudería austríaca. No digo que este incidente hubiese condicionado la misma, sino que hubiese generado aun más presión en el mexicano que ha rendido con el equipo pero su techo sigue siendo muy alto.
Checo tiene una deuda con sus mecánicos por el gran esfuerzo que hicieron con su auto en Spa. Con Verstappen, para ayudarle en la pelea por el campeonato mundial de pilotos que sostiene el holandés con Lewis Hamilton. Con la escudería, que confía en los puntos que pueda sumar el mexicano para luchar por el campeonato mundial de constructores. Pero pero sobre todo, Sergio tiene una revancha con él mismo.
El piloto tapatío sabe que tiene todavía mucho que entregar y ofrecerle a Red Bull como piloto no solo en esta temporada, en donde ambos campeonato están a la vista, sino en el desarrollo del auto de la próxima temporada. La experiencia de Pérez en la máxima categoría es sumamente valiosa para la escudería pensando en el auto de 2022.
A partir de este mismo fin de semana, en el GP de Países Bajos, Checo Pérez deberá redoblar esfuerzos y buscar entregar resultados a como de lugar para sumar buenos puntos para el equipo, y de paso buscar pelearle el tercer puesto de la clasificación general a Lando Norris. Una tarea en la que Pérez, no puede fallar.