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Helmut Marko: su cariño por Max Verstappen y los millones que se lleva de Red Bull

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Norris terminó tercero y es campeón del mundo (8:05)

El británico aprovechó la diferencia de puntos y con ayuda de su compañero y del equipo se alzó con el título. Verstappen ganó pero no fue suficiente, Piastri quedó segundo. Colapinto cruzó la línea de meta último. (8:05)

El austríaco dejará su cargo de asesor deportivo del equipo de las bebidas energizantes después de 20 años y habló sobre su relación con el tetracampeón. Su salida llegará con un buen cheque.

No va más. Como si se tratara del juego de la ruleta, el paso de Helmut Marko por Red Bull se terminó luego del GP de Abu Dhabi que cerró la agenda 2025 de Fórmula 1. El expiloto ocupó el cargo de asesor deportivo de la escudería de las bebidas energizantes desde la primera salida a pista en 2005 y encabezaba el programa de desarrollo de pilotos desde 2001, cuatro años antes del nacimiento del equipo. Durante su estadía, 18 pilotos jóvenes que pasaron por su batuta llegaron al Mundial, entre ellos Sebastian Vettel y Max Verstappen, los dos campeones que se coronaron con el team de Milton Keynes.

El caso del neerlandés fue especial. Allá por 2014 un impetuoso y jovencito Max de apenas 16 años sorprendía a todos con su andar en el campeonato europeo de Fórmula 3, categoría en la que debutó en el automovilismo. El hijo de Jos ganó diez de las 33 carreras de la temporada (fue el más vencedor del año) y quedó tercero en el torneo ganado por Esteban Ocon. Toto Wolff, director de Mercedes, se acercó al núcleo de ese niño prodigio y le ofreció entrar al programa de Mercedes y correr en 2015 en GP (hoy Fórmula 2). Pero llegó Helmut con una propuesta más seductora: una butaca en Toro Rosso para 2015. Directo, ya en su segundo año en el automovilismo, una posición como titular en la máxima categoría. El resto es historia conocida.

Marko y Verstappen forjaron un vínculo muy cercano. Hoy, diez años después, el octogenario austríaco se va de Red Bull y en declaraciones al medio ORF de Austria habló sobre su relación con el tetracampeón: “La conexión fue sin duda muy intensa, o la más íntima, no puedo decirlo. Pero fue la conexión más estrecha que he tenido con un piloto”, dijo el ganador de las 24 Horas de Le Mans de 1971.

Su admiración por Max quedó en evidencia en cada frase: “Lo fascinante fue que, con cada año que pasaba, Max Verstappen se volvía más rápido, más maduro, mejor. Y hasta el día de hoy, no veo el fin de este desarrollo, a pesar de que ya es el mejor piloto. Eso fue lo fascinante. Casi nunca tuvimos diferencias de opinión. Hubo algunas tonterías, sobre todo al principio. Pero cuanto más éxito tenía, más sencillo se volvía su enfoque. Ahora está mucho más tranquilo”, explicó.

Esa maduración, se entiende, llegó con los años y la experiencia. El ímpetu que tenía de adolescente le jugó malas pasadas varias veces a Verstappen en sus primeros compases en F1. Hoy, claro, todo eso cambió. “Casi nunca tiene lapsus ni arrebatos, que por supuesto estaban presentes en las primeras etapas. Y ha desarrollado una personalidad increíblemente perfecta o increíble para su edad”.

Verstappen se enteró de la salida de Marko por un llamado que le hizo el mismo austríaco, ya que el subcampeón de 2025 no puedo estar en la reunión en la que se anunció. “Max también debería haber estado allí, pero hubo algunos problemas con su vuelo. Lo llamé al día siguiente. No era una conversación normal. Había cierta melancolía en el ambiente. Dijo que nunca se imaginó que alcanzaría tal éxito”.

Marko dejará de pasearse por el paddock de F1. Podrá estar más cerca de su familia y de sus cuatro hoteles de lujo en Graz, su ciudad natal. Además, no ser irá con las manos vacías de Red Bull: cobrará una indemnización de diez millones de euros. Desde la escudería señalan que es una forma de agradecer las conquistas de Helmut.