Bayern Munich recibió a Mainz en la fecha 14 de la Bundesliga. Empató 2-2, sufriendo y lejos de su mejor versión, ratificándose una verdad que no solo se explica desde los números: Luis Díaz es irremplazable por banda izquierda.
Los bávaros de Kompany jugaron dos partidos al hilo sin Díaz. El primero, ante Sporting, no contó con Lucho por la suspensión de UEFA que sigue cumpliendo el extremo, que ya podrá volver en la fecha 7 de Champions.
Su segunda ausencia fue este sábado ante Mainz, en esta ocasión por acumulación de tarjetas amarillas. Su reemplazo en la nómina titular fue Serge Gnabry, un jugador cuyas características distan mucho de las de Díaz y que hizo sentir de lleno la falta del desequilibrio colombiano.
El juego ante Sporting ya había dado señales de esto. A Bayern le costó superar a los portugueses y, de hecho, comenzaron perdiendo. Lo dieron vuelta en cuestión de minutos, gracias a su jerarquía, pero sin mostrar esas señales de equipo sólido que sí habían sacado a la luz en el inicio de la temporada.
Ante Mainz, el último de la tabla de la Bundesliga, Bayern llegaba confiado. No había motivos para pensar en un resultado diferente al triunfo, más teniendo en cuenta que Kompany contaba con casi todos sus titulares disponibles, salvo Lucho.
Con este panorama, el belga optó por Olise, Karl y Gnabry como el tridente que se posó detrás de Harry Kane. Un cuarteto que acumulaba calidad, buen pie y gol, pero aún así no alcanzó para llenar el espacio que dejó Díaz por su costado.
Y es que Gnabry no es Díaz, futbolísticamente hablando. El alemán se caracteriza por un juego de toque, con mayor visión y asociación. Bayern perdió la chispa, la velocidad, el desborde de Lucho, cuyo 1 vs. 1 ha sido fundamental en lo que va de la temporada.
Con Olise por derecha haciendo bien los deberes y Karl aportando otro gol en su impresionante temporada, el costado izquierdo fue el que desentonó.
Gnabry perdió sus duelos individuales y tampoco aprovechó las chances que tuvo para marcar. Aportó la asistencia del tanto de Karl, pero falló muchas oportunidades, algo que suelen recriminarle a Luis Díaz.
El alemán tuvo varias ocasiones para convertir o asistir, pero no estuvo fino y los defensores de Mainz llegaron a taparlo casi siempre.
Tras el sorpresivo 2-1 de Mainz en el Allianz Arena, Kompany apostó por Davies en el lateral, pero se quedó sin variantes para refrescar el extremo de la misma banda. Gnabry completó todo el partido y fue perdiendo peso en los metros finales, haciendo más claro aún que al campeón alemán le faltan alternativas cuando no está Díaz.
Bayern sufre cuando no está Luis Díaz: Así lo dicen los números
Los alemanes habían comenzado la temporada con un camino ideal. Habían ganado 16 partidos consecutivos, un récord que hizo historia y que colocaba a Bayern como gran candidato en todos los frentes.
El colombiano jugó una pared con Stanisic, la guapeó ante un defensor, y definió con una categoría superlativa para estampar el empate del Bayern Munich.
Esta racha se cortó ante Unión Berlín, partido que culminó 2-2 y en el que Díaz había sido clave con un golazo de otro partido, pegándole casi sin ángulo y ganando luego el premio a mejor gol de noviembre.
Más adelante en la temporada, la primera derrota de Bayern llegó en Champions y contra Arsenal, juego que justamente no contó con Luis Díaz en cancha, suspendido por la roja ante PSG.
Díaz regresó contra St. Pauli y otra vez salvó a Bayern en un partido complejo: asistió desde el piso para el 1-1 y aportó un gol agónico en el 2-1, que posteriormente fue 3-1 gracias a Jackson.
Hermoso cabezazo del colombiano para tomar ventaja ante St. Pauli.
Con Lucho en cancha, Bayern también superó a Stuttgart y Unión Berlín en Copa de Alemania, sumando un cuarto triunfo al hilo en el ya mencionado juego ante Sporting (que no estuvo Díaz).
En esta fecha 14, Bayern terminó salvando la ropa sobre la hora con un gol de penal de Harry Kane, evitando el papelón pero resignado puntos en casa por primera vez ante el último de la tabla.
Lo más seguro es que Bayern sea campeón de Bundesliga, una fija en el fútbol alemán, pero este empate resuena fuerte al interior del conjunto de Kompany, que deberá mejorar si quiere ir por el otro gran objetivo de la temporada: la UEFA Champions League.