Gimnasia y Colón se jugaron la vida deportiva en un desempate para definir qué equipo pierde la categoría, una situación atípica en el fútbol argentina pero por la que el Lobo y el Sabalero pasaron en 2011 y 2014, respectivamente.
Los equipos de La Plata y Santa Fe cayeron en sus compromisos de la última fecha de la Copa de la Liga y no les quedó otra opción que disputar un partido único en el Marcelo Bielsa.
Después de un arranque muy parejo y con juego cerca de las dos áreas, aunque con pocas situaciones manifiestas de gol, los dos equipos estuvieron cerca de abrir el marcador en la etapa inicial.
Sin embargo, el Lobo golpeó primero y dejó inestable al Negro. Nicolás Colazo protagonizó una situación histórica, a causa de que marcó un golazo para la salvación de Gimnasia La Plata pero con el detalle de que lo anotó lesionado.
El exjugador de Gimnasia La Plata se desgarró, pero porque la pelota no había salido no tuvo chance de abandonar el campo de juego. Como si fuera poco, recibió la asistencia de Franco Soldano y sacó un remate lleno de gloria inatajable para Matías Ibáñez.
Después de festejar el gol en el campo de juego con sus compañeros, finalmente dejó el partido: lo reemplazó Benjamín Domínguez y finalizó su actuación con un aporte para la historia.
En el complemento, Gimnasia fue más que Colón hasta que dejó crecer a los de Santa Fe. Minuto a minuto, el Lobo tuvo una merma en la física y el equipo de Israel Damonte empezó acercarse al área defendida por Insfrán.
Sin embargo, el arquero de los de La Plata, que disputó el primer partido de esta Copa de la Liga Profesional en este cotejo de desempate, brilló sobre el cierre del encuentro para sostener la ventaja del Lobo.
Con este 1-0, Gimnasia La Plata se aseguró la permanencia en la Primera División del fútbol argentino, mientras que Colón descendió como en 2014 y en la temporada próxima estará en la Primera Nacional.