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Aldosivi-Alvarado: el clásico que no era clásico, ahora divide a Mar del Plata y volverá a jugarse tras 27 años

El Tiburón y el Torito chocarán este sábado en un duelo que no se realiza desde 1997, cuando fue suspendido por incidentes. El duelo estuvo prohibido y solo se reeditó en infantiles y en el femenino. Rodrigo Valle/Getty Images

Aldosivi y Alvarado volverán a jugar un clásico en Mar del Plata después de 27 años de prohibición. Sí, prohibición: no pudieron organizarlo ni siquiera en amistosos; solo en infantiles y en el femenino. Y el destino los cruzará de nuevo y por primera vez en la Primera Nacional, en el José María Minella el 23 de marzo próximo, aunque será un partido con letra chica. Será el próximo sábado 23 de marzo desde las 15:35 y sin público visitante.

El emblemático encuentro de un choque de alto vuelo que nadie quiso organizar por su intensidad terminó por derribar el cerco invisible que lo mantuvo cautivo desde 1997, cuando apenas completaron los primeros 30' de juego por incidentes. Enfrentamientos entre hinchadas y un cóctel explosivo por la elección del estadio de River Plate como sede, un lugar estrechamente vinculado con Alvarado, terminaron con un clásico que no llegó a completarse y que nadie sabría que podía ser el último... hasta 2024.

En ese interín de 27 años, ambos clubes fueron por caminos distintos. No solo por elección de sus dirigencias -reacias a los conflictos al evaluar una ecuación que podía tener más costos que beneficios- sino por los torneos en sí. Tal y como vemos en Europa, en zonas de guerra o que mantienen tensiones por acciones políticas, Aldosivi y Alvarado no se podían cruzar, como si fuesen clubes de Ucrania y Rusia, Turquía y Armenia o Israel y Palestina.

Ni siquiera amistosos se organizaron. Tal fue la tensión que la Liga Marplatense 'digitaba' los lugares para que no compartieran zona. Como explica el periodista Andrés Burgo en un repaso por la historia del duelo en Página 12: "Los Newell’s-Rosario Central son viscerales, exceden el límite, pero al menos se juegan. Los Alvarado-Aldosivi no". Eso está a punto de cambiar, aunque la pregunta está en el aire y sobrevuela el escenario: ¿Son suficientes 27 años para calmar las aguas?

Después de aquel partido, Alvarado deambuló por la liga marplatense y Aldosivi, por AFA. Hasta que el ascenso del Torito en 2019 y el descenso del Tiburón en 2022, además de la existencia de un "Interzonal" en cada fecha de la Primera Nacional los vuelve a enfrentar. Y la ciudad lo sabe.

El encuentro, sin embargo, será solo con público de Aldosivi esta vez, y en agosto será el turno de Alvarado de alojarlo. Las entradas comienzan en los $4000 (populares), siguen en $8000 (generales) y hay de $12000 para la platea descubierta del estadio. La platea "cubierta" no está habilitada por peligro de derrumbe.

El inicio de la rivalidad

En los comienzos, Kimberley y San Lorenzo eran la rivalidad más pronunciada en Mar del Plata. Pero todo dio un giro de 180° en los 90', cuando ambos equipos comenzaron a ser protagonistas de la liga marplatense, siendo campeones en varias oportunidades. Aldosivi lo hizo en 1989, 1993 y 1994, mientras que Alvarado hizo lo propio en 1990, 92 y 97.

Pero el clásico Aldosivi-Alvarado tiene una particularidad que lo hace especial: no es original. Hubo un momento en que ambos no eran rivales directos. Pero el cruce no se generó por cercanía o necesariamente dentro de la cancha, sino en gran medida por violencia.

Al contrario de lo que ocurre en otros clásicos, en los que primero está la rivalidad y después la violencia, en este caso fue al revés. Los numerosos incidentes que se repitieron vez tras vez generaron la 'pica' y el duelo entre ambos se autodestruyó.

Sí es cierto que ambos equipos tuvieron cruces interesantes, como el 13 a 0 de Aldosivi en el 1994, contra un Torito que alineó juveniles porque necesitaba ser goleado -insólitamente- para aspirar a clasificar al Torneo del Interior. Aldosivi había ganado el Apertura, ya estaba clasificado, y disputaba el primer puesto del Clausura con River. La jugada del Torito fue dejarse golear para que el Tiburón fuera campeón por diferencia de goles, Alvarado jugara un desempate con River (que ganaría) y asegurara su plaza.

Sin embargo, ocurrió lo peor: aunque el plan fue efectivo, Alvarado no lució en aquel Torneo del Interior y la chicana del "13 a 0 no se olvida más" se perpetuó por la eternidad incluso cuando ambos no jugaban entre sí.

Festejos eufóricos, golpes y golpes, piedrazos y piedrazos constituyeron el clásico de Mar del Plata, que volvió... ¿para quedarse? Solo ellos saben. Solo ellos pueden responder. Por lo pronto, hay certezas: los operativos de seguridad, sumados a la ausencia de visitantes harán más dificultoso que se desarrollen las peleas de antaño que enterraron el clásico. Pero también es cierto que la esencia de las dos hinchadas en un clásico, tal como está ausente en los de Primera, se pierde.